Los constructores de Granada protegen su material y paralizan las obras
La obra privada y proyectos públicos como la Segunda Circunvalación quedan congelados entre dudas
El ruido de radiales, martillos y poleas era desde el inicio del estado de alarma el único signo de actividad en algunos enclaves de la ... capital. Es el caso de Plaza Nueva, donde unas obras de Endesa convivían con la construcción de un inmueble junto a la Real Chancillería y rellenaban el vacío de lo que era un bullicioso punto de encuentro entre guías turísticos y visitantes. Desde este lunes, el silencio prima en estos puntos. Con el cierre de las actividades no esenciales decretado por el Gobierno central para combatir la expansión del coronavirus, 26.000 trabajadores de la provincia, los dedicados a la construcción, cesaron su actividad entre dudas y reclamaciones.
Periodismo y compromiso
Granada ha iniciado la tercera semana de confinamiento con la imagen de las obras públicas y privadas cerradas a cal y canto. Los trabajos que Endesa desarrollaba en Plaza Nueva comenzaron a principio de mes y estaba previsto que culminaran esta misma semana. Los ladrillos quedaron amontonados junto a una zanja protegida por vallas junto a la parada de autobuses. En la Avenida de las Alpujarras, en La Chana, la rotonda y las aceras amanecieron acordonadas y sin obreros.
Junto a estas, la promoción de Aedas Homes y la zona de uso público contigua también habían echado el cerrojo. Tan sólo quedaba en la zona el trabajador de vigilancia de la construcción, que seguirá ahí para evitar robos. Esta era una de las inquietudes de los empresarios, que pidieron un día de margen para hacer acopio de herramientas y proteger sus materiales. En este punto, la obra que quedará a disposición de la ciudad está prácticamente terminada -desde fuera se percibe incluso un tobogán embalado- y se observan los cimientos de la urbanización.
Lo mismo sucede con los trabajos de la misma promotora en el 'borde N3', junto al Cerrillo de Maracena: la extensión de la avenida Federico García Lorca hacia la autovía es ya una realidad, aunque la obra no ha sido aún recepcionada por la ciudad, mientras que aún no se aprecia la planta baja de los edificios. Frente a esta construcción hay otra del Grupo Nevot, que con una pancarta con el eslogan #NosQuedamosEnCasa anunció hace días la paralización de la actividad como medida preventiva para evitar la propagación del COVID-19. «Valoramos vuestro esfuerzo», pueden leer desde sus balcones los vecinos del inmueble más próximo. Estas no son las únicas grúas inmóviles en el barrio, zona de expansión de la ciudad en la que se acumulan varios esqueletos de futuras urbanizaciones que quedan aparcadas, de momento, durante unas semanas. Amaneció 'congelada' la construcción del residencial de la calle Palencia, en el solar de las antiguas cocheras de Transportes Rober.
Tampoco seguirá creciendo la Segunda Circunvalación, en la que el Gobierno trabajaba con el objetivo de inaugurar este año alguno de sus tramos. Al lado de la infraestructura más visible, el puente de Santa Fe -cuya estructura está acabada- se acumulaban esta mañana las máquinas, aparcadas hasta nueva orden.
Otro punto de la ciudad en el que se desarrollaban trabajos de construcción es la subida al Llano de la Perdiz, donde se ha ubicado un depósito de agua con capacidad para 540 metros cúbicos que se destinará a la lucha contra incendios. Estos trabajos habían obligado a cortar de lunes a viernes el acceso al área recreativa desde el cementerio.
Estas son sólo algunas de las obras más visibles. Como recuerda el secretario general de la Asociación de Constructores y Promotores de Granada, Francisco Martínez-Cañavate, quedan otras muchas de menor envergadura: restauración, pequeños inmuebles y reformas que quedan congeladas a causa de las restricciones para frenar al coronavirus. Hay una única salvedad: el Gobierno deja abierta la puerta a las empresas de reparación de averías urgentes.
El portavoz de los constructores y promotores granadinos comprende y está de acuerdo con el cierre para evitar la expansión del patógeno, pero manifiesta dudas y preocupación por las consecuencias que tendrá, en especial para las empresas más pequeñas. Reclama medidas económicas y fiscales y se pregunta hasta cuándo aguantarán, por ejemplo, las subcontratas: «Habrá quien pueda mantener al personal durante 15 días, pero, ¿qué pasa después?». Otro de los puntos débiles en la cadena de la construcción son las empresas suministradoras que ayer paralizaron sus encargos.
Martínez-Cañavate lamenta también el retraso de la publicación de la orden en el BOE, que mantuvo en vilo hasta casi la medianoche a los trabajadores. Los pocos que hoy han acudido al 'tajo' se limitaron a guardar sus materiales, para protegerlos de la intemperie y los amigos de lo ajeno hasta una vuelta sin fecha.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión