Ataque en Granada
«El ataque a un coche de la Guardia Civil en Atarfe no es un hecho aislado»Asociaciones relacionadas con la Benemérita denuncian la «impunidad» que sienten los que agreden a agentes y piden más medios para evitarlos
El ataque a un vehículo de la Guardia Civil en Atarfe ha vuelto a poner el foco en la pérdida de autoridad de los agentes, ... la falta de medios y la impunidad que los atacantes sienten. Así lo ponen de manifiesto la asociación Nuestro corazón por bandera de Granada, formada por más de trescientos familiares y amigos de guardias civiles, y la asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil). Coinciden en que este último episodio «no es un hecho aislado» y reclaman una vez más que esta profesión sea reconocida como de riesgo.
Trini Pérez, portavoz de Nuestro corazón por bandera, denuncia que a nivel nacional se producen unos treinta atentados a la autoridad diarios y Granada «no es la excepción». En el caso de Atarfe, la Guardia Civil ha identificado a varios menores como presuntos responsables de los golpes. Dejaron destrozados los cristales del coche, especialmente la luna delantera y trasera, donde uno de los supuestos autores utilizó un palo para atizar con fuerza sobre la superficie. Sin embargo, Trini Pérez cree que podría haber tenido consecuencias mucho más graves. «El atacante golpeó el coche, pero podía haber ido a por el agente. Es humillante ver la impunidad con la que actúan», lamenta la portavoz.
Además del ataque de Atarfe, Trini Pérez nombra otras agresiones recientes en Montefrío, Peligros y Tablones. En este último pueblo, señala, una patrulla acudió por la pelea de dos familias y «terminaron pegándole a un agente, que tuvo que ir a Urgencias». «Lo que nos preocupa es que si no se graban imágenes no trasciende tanto, y lo que ocurrió en Atarfe no es algo aislado, nos llegan a diario sucesos de este tipo», lamenta.
La portavoz de la asociación cree que el principio de autoridad «se ha perdido» y las penas para los agresores son «insuficientes», lo que deja a los guardias «desamparados». «Faltan medios y personal, hay puntos conflictivos a los que acude una patrulla en vez de dos. Es un suma y sigue, están desbordados», apunta.
Por su parte, Ernesto Vilariño, secretario general de la asociación profesional Justicia para la Guardia Civil, recuerda que al ser menores de edad los presuntos autores lo más probable es que «no les pase nada». «Hasta los catorce años son inimputables, pueden hacer lo que quieran y lo saben. Los adultos son conscientes y mandan a niños a golpear, aquel día le dieron a un coche, pero podían haber cogido un cuchillo o una pistola y haber ido a por los guardias», recalca.
Jucil condena el suceso y asegura que vive «con preocupación» una situación que cada vez es más frecuente. Alerta de que la marihuana está muy relacionada con estas agresiones, ya que el tráfico de droga va de la mano de la violencia. La presión que se está ejerciendo sobre las bandas en el estrecho de Gibraltar puede derivar en que deriven sus rutas a Granada, alerta, por lo que esta violencia podría incrementarse. «Ya se han encontrado narcolanchas y los compañeros se están exponiendo a diario a situaciones de estrés. Aunque los de Atarfe no sean bandas organizadas, son personas peligrosas», insiste.
A juicio de Ernesto Vilariño, guardias civiles y policías tienen cada vez «menos margen de maniobra» para actuar al no contar «con respaldo jurídico ni institucional». Por ello, pide más medios y que esta profesión sea reconocida por fin como de riesgo.
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