La vivienda industrializada se expandirá en 2021

Según datos de la propia entidad, la demanda de viviendas industrializadas se ha triplicado en los últimos años en nuestro país. Para dar respuesta a esta creciente tendencia, el modelo constructivo tradicional debe abrir paso a esta nueva forma de concebir las edificaciones. No se trata de que uno acabe con el otro, sino de una convivencia en la que se repartan porciones del mercado.

vez son más las promotoras que apuestan por este sistema de construcción, que en otros países de nuestro entorno está mucho más extendido. En Reino Unido, por ejemplo, el 7 % de la construcción de vivienda ya es prefabricada y en Alemania, el 9 %; en Holanda, el porcentaje es bastante más alto (50 %), aunque Suecia lidera las cifras con casi el 100%.

El sector de la construcción es quizás de los que menos ha evolucionado en décadas. Si bien ha habido muchos avances técnicos, por ejemplo, en cuanto a los materiales que se utilizan para construir una casa, la forma de levantarla, de manera artesanal, apenas ha variado en casi un siglo. Pero las viviendas industrializadas pueden convertirse en el elemento que revolucione este contexto más bien estático y conservador.

Son varias las ventajas de las viviendas también denominadas offsite. La primera es el recorte en los plazos de entrega en hasta casi un 50% del tiempo habitual. Además, al tratarse de un proceso de producción controlado en una fábrica, con todos los medios técnicos y el personal cualificado, se consigue un gran aumento en la calidad de la ejecución de los trabajos, en general, y de los acabados, en particular. Otro dato no menor es que reduce el riesgo de accidentes laborales y soluciona los problemas cada vez mayores de mano de obra.

Pero, sobre todo, y es tal vez la característica que lo convierte en un modelo imprescindible para el siglo XXI, se trata de un sistema de construcción más sostenible y respetuoso con el medioambiente: reduce las emisiones de CO2 en un 60% y en un 30% las emisiones de uso, genera menos residuos y permite reciclar de forma más eficiente, requiere de menos materiales y consumo de agua y permite ahorrar entre el 40% y el 75% de la energía para la climatización.

Para que el modelo constructivo de viviendas industrializadas se afiance y consolide en España queda por solventar la escasez de plantas industriales especializadas que permitan una mayor capacidad productiva. Según los expertos del sector, esta carencia o hándicap es a la vez una gran oportunidad de crecimiento económico y generación de riqueza y empleo, todavía más en el contexto de la crisis generada por el coronavirus.

El nuevo modelo de negocio supone, en definitiva, una enorme oportunidad para España, desde el punto de vista tanto de la inversión como del empleo, con mejores y más seguras condiciones laborales que, por añadidura, atraerán a jóvenes y mujeres hacia un sector no habitual para ellos.

Las organizaciones, asociaciones y empresas ligadas a la Plataforma por la Industrialización de las Viviendas también reclaman una mayor involucración de las administraciones en la expansión de este sistema, con concursos públicos que otorguen una más alta puntuación a este tipo de proyectos, más acordes con la Agenda 2030, la economía circular y sus objetivos de desarrollo sostenible acordados por la mayoría de los estados de todo el mundo.