Chumilla y Montes, pesadilla 'Real'

Un protagonista fue el ariete de Pozo Alcón, pero otro eje vertebrador de lo que ocurrió sobre el verde lo encontramos en el técnico local, Manuel Chumillla. El eterno deseado por la afición blanca para el banquillo del Real Jaén manejó los tiempos del partido con maestría. Sus números mandan y cantan en un Torredonjimeno que sonó a música celestial en el segundo round. José María Pajares, actor invitado, desafinó con un Real Jaén mustio, triste y sin músculo.

El duelo tuvo un arranque de alto voltaje. Trepidante en su ritmo y con un fútbol de pegada constante en ambas áreas. Los blancos habían salido, de inicio, con la intención de llevar la iniciativa. Y lo estaban logrando con un dominio que se tradujo en un disparo de Fran Hernández que se perdió cerca del palo de la portería local. Y una falta desde la frontal que blocó, pleno de seguridad, Emilio.

Pero el Torredonjimeno era un gigante dormido afilando sus colmillos ante un Real Jaén que sigue presentando una preocupante debilidad defensiva.

Migue Montes, titular en su debut con los rojiblancos, fue el primero en golpear tras una acción que se inició en un saque de banda, con Mario Martos como asistente y el delantero jienense con todo el tiempo del mundo para darse la vuelta. Hace tan solo unos días se ejercitaba con los de José María Pajares y en el municipal Matías Prats necesitó tan solo cuatro minutos para marcar. No lo celebró.

El tanto dejó en mal lugar el entramado defensivo de los de la capital jienense. Y no fue la última vez.

Carlos Fernández buscó, con la testa, el empate, con un remate que se perdió fuera. Pero el que no falló fue, de nuevo, Montes a los 13 minutos. La doble 'M. M.' va a dar muchas alegrías al Torredonjimeno en su sociedad con Mario Martos. Migue Montes superó al debutante Diego Barrios con la testa a la base del poste, con un toque tan sutil como preciso, de ariete puro, inalcanzable para un Barrios que había dejado en el banquillo a Ángel de la Calzada. Otro tema que traerá, seguro, cola.

Y no era la única sorpresa en un once en el que el brazalete de capitán lo portaba Fran Hernández en lugar de un Juanma Espinosa que ha pasado de portavoz y defensor de Andrés Rodríguez a señalado, por el propio máximo accionista, durante el encuentro con malos modos.

Este Real Jaén carbura mientras le dura la gasolina a Fran. El centrocampista granadino redujo distancias en el marcador al cuarto de hora con un lanzamiento de falta quirúrgico ante el que nada pudo hacer Emilio. Ayer encontró un socio de mucho nivel en Ezequiel. Recital de eslalon para sortear rivales durante los primeros cuarenta y cinco minutos, hasta que se quedó sin oxígeno.

El choque fue bajando sus revoluciones conforme pasaban los minutos. Pero en la recta final del primer tiempo, Pekes encontró un enorme boquete en el centro del sistema defensivo rojiblanco. En el camino se cruzó con Javi Bueno y el colegiado decidió expulsar al jugador local entre una enorme polémica. Los tosirianos reclamaron que el defensa «no tocó a Pekes». Ylo hicieron con tanta vehemencia que Jorge Vela, en el banquillo, y el propio Chumilla fueron expulsados.

Se abría una vía de agua para el optimismo blanco. Pero a los de la capital jienense les duró muy poco la fe y las fuerzas.

Ezequiel notó el desgaste de los muchos kilómetros que realizó en el primer round y tuvo muchos menos protagonismo ofensivo. Pajares movió sus piezas. Sacó del terreno de juego a Juanma Espinosa, algo molesto. Un cambio que modificó su dibujo sobre el verde.

Los de Manuel Chumilla estaban logrando maniatar a un Real Jaén que no acertaba con la fórmula para inquietar a Emilio.

En el ecuador del segundo round Ezequiel vio la segunda amarilla. Ambas escuadras con diez jugadores.

El partido se embarró. Muchas faltas, sin continuidad y juego excesivamente duro en algunos momentos. Además, el Real Jaén se vio desbordado por un Torredonjimeno más fresco y mejor colocado sobre el terreno de juego.

Así, el tercero fue una lógica consecuencia de lo que se estaba viendo. Adri Paz botó una falta, con su zurda mágica, y Hornero desvió lo suficiente como para despistar al meta Diego Barrios. Quedaban 20 minutos pero el partido estaba decidido. Incluso el colegiado anuló un gol por falta previa de Mario Martos sobre Diego Barrios.