'De la nieve al trigo' retrata la poesía granadina del siglo XXI

El criterio de selección de autores es, en primer lugar, temporal. «Se han incluido poetas nacidos entre los años 1960 y 1985. Es decir, son 25 años de poesía en Granada», afirma Castro. No todos los asistentes a las jornadas quisieron participar en la antología, pero sí la inmensa mayoría. El arco temporal viene acompañado por la 'viveza' de la obra, es decir, por la condición de autores con producción a día de hoy. Al mismo tiempo, tienen la condición de haber escapado al anterior estudio crítico, realizado por el catedrático Andrés Soria y editado por la Diputación Provincial en 2000, ya que muchos de ellos publicaron el grueso de su producción poética con posterioridad a esa fecha. También se ha tenido en cuenta para elegir a los antologados la cantidad de su producción y su relevancia. Para Castro, «una de las principales conclusiones que arroja este trabajo es la pujanza de la poesía en Granada, y su peso dentro de la literatura que aquí se crea. Por otro lado, el alto nivel cualitativo de esa producción. Ello no obsta para que algunos de estos autores no tengan una gran presencia, porque un asunto es la producción y otro la vida literaria. Con todo, el balance final da buena cuenta de la importancia que tiene la poesía granadina en el contexto español».

¿Tienen algunos poetas la consideración que merecen? El marketing también está presente en la poesía, y mucho más en estos tiempos en que las redes sociales se han convertido tanto en un nuevo paradigma comunicativo como en una 'plaza' en la que los autores se someten al escrutinio de leídos y menos leídos lectores, valga la expresión. Al respecto, el antólogo opina que «hay poetas que son malos vendedores de sí mismos, y no se integran en la vida literaria de la ciudad, en muchas ocasiones por propia voluntad. En estos tiempos, es imprescindible hacer promoción de lo que uno hace, pero establecer un límite entre la difusión y la exposición pública del autor es complicado. Depende del pudor de cada cual». Con todo, señala, «la poesía es un género minoritario, y si no se hace algo de promoción, no se llega».

Uno de los principales valores de este volumen es el estudio crítico previo a la antología. Su autora, Remedios Sánchez, afirma que «el crítico literario ha de ser un notario de la realidad. La misión de quien estudia un periodo literario concreto es contar qué ha sucedido. En este caso, he puesto de manifiesto la conexión entre la generación del 80, e incluso anteriores, con nombres como el de Antonio Carvajal o Narzeo Antino, con esta nueva hornada de autores». «La irrupción de este nuevo grupo de coetáneos supone, según Sánchez, un momento literario muy significativo enlazando con lo que supuso, como motor con ambición de cambio, La Otra Sentimentalidad». De este modo, se constituye un 'statu quo' en el que la Universidad vuelve a tener un papel protagonista, ya que en las aulas vuelven a aparecer poetas que son docentes, y que ejercen un magisterio vivo que trasciende al libro, convirtiéndose en amistad, con los autores que están comenzando su carrera.

La profesora Sánchez afirma sentirse partícipe de las vivencias de este grupo, dado que ha sido compañera de clase de muchos de los poetas antologados. «Todos tuvimos enfrente a autores como Luis García Montero, que representa a un tipo de poesía; Antonio Carvajal, que representa uno diametralmente opuesto, e incluso a Narzeo Antino, una tercera visión distinta de las otras dos», comenta. Esos posicionamientos estéticos condicionan el discurso de esta nueva generación, bien para reforzar a esos maestros o bien para refutarlos. «Afortunadamente, la poesía de Granada no tiene una única voz. Este no es el cortijo literario de nadie. Hay una pluralidad de voces que brillan por igual, y el hecho de que unos sean buenos no supone que otros no lo sean tanto. El libro pretende visualizar que, después de la generación del 80, hay otra de 2010 que ha sabido construir una identidad propia, tener su 'habitación propia' dentro de la poesía española, partiendo de unos referentes de quienes han sido alumnos, con quienes han compartido amistad más allá de las clases». Y en medio de ambas generaciones, un grupo de poetas a los que se había ignorado de manera injustificada, según la profesora Remedios Sánchez, y que esta califica como «poetas ageneracionales».

En lo que se refiere a las características de estilo de esta generación, la profesora destaca que «quienes empiezan a publicar con este siglo pretenden construir una identidad. Parten de sus maestros, pero no reivindican a la generación del 50 o la del 27, sino a sus padres generacionales, edificando una realidad heterogénea; algo que, por otra parte, es una seña identificativa de la poesía granadina de las últimas décadas». Así, no hay una voz unánime, ni en la forma ni en la temática. Ello no obsta para que exista una importante preocupación social, pero hay autores que rompen con la idea de contar lo que ocurre, alejándose de esa realidad, «como una forma de preservar el arte frente a los condicionantes históricos de cada momento.», afirma Remedios Sánchez. La 'polifonía' existente en el panorama poético de la ciudad es una suerte, pues los autores conviven, dice la profesora, en una Universidad, en un entorno, y que a partir de ahí desarrollan carreras exitosas desde postulados estéticos diversos. «En el mundo de la poesía ha habido quien ha obtenido una repercusión que su obra no merecía, y quien, desde la humildad, ha sabido crear una escuela. Esa es la realidad diversa de la poesía granadina que este volumen trata de recoger», concluye.