El Museo de Jaén sacará a la luz desde enero los hallazgos de Marroquíes Bajos
Los arqueólogos que excavaron el importante yacimiento mostrarán una vez al mes las piezas halladas en el ahora barrio del Bulevar
Para que los jienenses conozcan aún más la relevancia histórica y cultural del yacimiento de Marroquíes Bajos, el Museo de Jaén pondrá en marcha desde ... primeros de año un monográfico mensual dedicado al mismo, dentro de su programa 'Museo oculto', que busca mostrar a los ciudadanos las piezas no expuestas que guarda en sus almacenes, con el fin de conocer mejor la institución y en un ejercicio de difusión y transparencia, explicó su directora, Francisca Hornos.
Este monográfico incluirá, por ejemplo, los hallazgos en el solar destinado a la Ciudad de la Justicia, zonas próximas como los restos guardados en los bajos del colegio Miguel Castillo-Fundación Vera-Cruz, de la parcela C del futuro parque arqueológico de Marroquíes Bajos, el lienzo de muralla de la futura sede del Conservatorio Superior de Música o la excavación practicada en la plaza Jaén por la Paz, entre otros. Y para hablar de estos restos, el Museo de Jaén buscará que lo hagan los arqueólogos que participaron en las propias excavaciones.
La dieta hace 4.300 años
Como pórtico a este monográfico, el miércoles intervino el investigador científico del CSIC-Madrid Pedro Díaz del Río, quien habló de la relevancia de Marroquíes Bajos, uno de los asentamientos más importantes del Calcolítico en Europa – por él pasaron después sucesivas civilizaciones – , con una época de esplendor hace unos 4.300 años, con una extensión equivalente al parque del Retiro (113 hectáreas, de ellas más de 90 con zanjas) y una calidad en la construcción que no ha visto en otros yacimientos de la época.
Marroquíes Bajos contaba con seis fosos concéntricos, de entre 6 y 8 metros de ancho cada uno y una profundidad de 2 a 5 metros. Las murallas estaban construidas con adobe y mampostería (piedras de distinto tamaño unidas por argamasa). El plano definitivo del yacimiento se completó en el año 1999, antes de la expansión final del nuevo barrio del Bulevar.
El investigador del CSIC también habló de que este asentamiento estaba posiblemente conectado con los pobladores de la vega del Guadalbullón, formando una unidad regional; así como de la huella de carbono, de la dieta de sus moradores según los restos óseos estudiados, de cómo esta se deterioró con el declive del poblado, de que la mayoría de los fallecidos nacieron allí, de las distintas formas de producción (horticultura, dehesa, arado, etcétera) o de las implicaciones ecológicas que tuvo el prologado uso de Marroquíes Bajos (bosques, caza, pastos). Y concluyó que muchas de las respuestas para un mayor conocimiento de la zona están en las cajas con los hallazgos que guarda el museo.
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