«Nuestro proyecto de atención primaria será un reto y también la solución»

–Juanma Moreno anunció que pedirá una conferencia de presidentes para afrontar la situación de la sanidad en España. ¿Qué cuestiones habría que llevar a esa reunión?

–No es la primera vez que el presidente de la Junta pide una conferencia de presidentes para un pacto por la sanidad para poder hablar de una manera sosegada de los problemas que afronta el sistema nacional de salud, primero por el déficit de profesionales. Es algo que venimos reclamando desde hace cuatro años y medio, un aumento del número de plazas MIR, que además es un compromiso del candidato del Partido Popular, Núñez Feijóo, un aumento de mil plazas para médicos de familia. Es algo que le hemos solicitado a los cinco ministros de sanidad que han pasado en estos años.

–¿Qué otro problema tiene el sistema nacional de salud?

–El sistema y las comunidades autónomas están diseñados para gestionar problemas de salud, pero no para afrontar la cronicidad. Y tampoco, en el nivel que creemos que debe estar, para la promoción de la salud y para la prevención. Son los tres ejes claves que creemos que se deben tratar: promoción, prevención y reto de cronicidad, además del déficit de profesionales. También hay que tener un sistema donde balancear toda la parte tecnológica y la inteligencia artificial, que es otro de los retos al que nos enfrentamos. Todo está en la estrategia de salud de Andalucía, cuya formulación ya hemos aprobado y que va a identificar los retos del sistema, establecer los objetivos y marcar el calendario. Esta estrategia, hasta el año 30, llevará a modificar la Ley de Salud de Andalucía. Ya se ha publicado el decreto para que todas las consejerías puedan hacer aportaciones y toda la política de la Junta, la haga quien la haga, sea generadora de salud. La salud está afectada por diversos factores y tiene que ser transversal.

–Eso sería casi darle la vuelta al actual sistema

–Efectivamente. Tenemos un sistema que es bueno para atender a la enfermedad pero que no es ni va a ser capaz de dar respuesta a la cronicidad y a otros problemas.

–¿Cuáles?

–Por ejemplo, en Andalucía, a pesar de programas que durante muchos años vienen funcionando, somos la región europea con mayor tasa de obesidad en niños. También tenemos la mayor tasa de diabéticos, porque la obesidad después trae otras enfermedades como la hipertensión, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Tenemos que hacer ahí un esfuerzo muy importante. Trabajamos con la Consejería de Desarrollo Educativo porque creemos imprescindible que podamos llegar a tener en Andalucía una asignatura que sea de Salud.

–Eso no encaja mucho con la dieta mediterránea que supuestamente tenemos

–Es verdad que la vida nos lleva más al sedentarismo, sobre todo a los niños. Los tenemos sentaditos jugando con las tecnología, hacen menos ejercicios, toman alimentos procesados. Tenemos que trabajar con los niños y con las familias. Además, hay estudios que nos hablan de las adicciones a los teléfonos móviles y a las tablets y cómo perjudican esas hora a la vista. En la estrategia que estamos diseñando con Educación también abordamos ese problema.

–¿El problema de la falta de médicos es peor en Andalucía que en otros lugares de España? Se siguen yendo más MIR de los que se forman.

–Este año tenemos un dato espectacular para Andalucía. De los 358 médicos de familia que terminan su formación, 327 se quedan. Es un 91,34 por ciento. Cuando llegamos era el 50 por ciento. Todavía tenemos que cerrar el dato del resto de especialidades. Este año han sido 1.868 plazas MIR convocadas para los años 24–25, de las que 434 son médicos de familia. Somos la primera comunidad por delante de Cataluña y Madrid. Es verdad que tenemos un problema y lo vamos a seguir teniendo y hasta el 25–26 no vamos a ser capaces de cubrir las jubilaciones y tener entre 130 y 140 médicos de familia más. Se hizo un esfuerzo con las universidades , tenemos dos facultades más en Andalucía –Almería y Jaén–, estamos trabajando para que también exista en Huelva, pero está el cuello de botella de las plazas MIR convocadas por el Ministerio.

–¿Cuántas plazas más son necesarias?

–Si cada año se presentan 12.000 y el Ministerio sólo convoca 8.000, son 4.000 los que tienen que esperar un año más para presentarse a la especialidad. La normativa europea obliga a contratar médicos con especialidad. Es un problema que todas las comunidades autónomas hemos puesto de manifiesto. Se han aumentado, pero no en el número necesario.

–¿Por qué no se aumenta?

–No lo sabemos, porque quien asume el coste y el esfuerzo de la formación somos las comunidades autónomas. No tiene sentido, porque hay un déficit de profesionales.

–¿Los hospitales tienen capacidad para formar más de lo que forman? Recientemente hubo un caso de profesionales de una especialidad concreta que denunciaban no podían hacerlo por la cantidad de servicios que se concertaban.

–Fue un caso aislado. Nosotros venimos pidiendo al Ministerio que flexibilice los criterios de la unidad de formación, porque a fecha de hoy todas las plazas las tenemos fuera. No podemos ofertar más porque no tenemos más unidades acreditadas de formación.

–¿El problema es sólo con los médicos de familia o faltan también en otras especialidades?

–Faltan pediatras, anestesitas, neurólogos, intensivistas… Son varias las especialidades. El Ministerio tiene un estudio en el que lo cuantifica, pero no adecua a lo que se necesita.

–¿Cómo está la aplicación del pacto por la atención primaria?

–No hemos acabado de trabajar en la atención primaria. Es verdad que firmamos el acuerdo de mesa sectorial pero esta semana nos reunimos con el Consejo Andaluz de Médicos y las sociedades científicas, que nos entregaron el documento que estábamos esperando de ellos. El acuerdo de atención primaria va a ser global y el documento final será el de la mesa sectorial pero también el de las sociedades científicas, el Consejo Andaluz de Médicos, el Consejo Andaluz de Enfermería, las sociedades científicas de enfermería, las mesas que trabajaron dentro de la mesa andaluza de salud pública y los profesionales del SAS. Seguimos trabajando y vamos a hacer un proyecto de atención primaria que creemos que va a ser un reto pero también la solución.

–¿Se puede solucionar con esta falta de médicos?

–La falta de médicos es algo que de momento no podemos solucionar. La hemos afrontado con extracomunitarios y con la generosidad de los médicos de familia que hacen continuidad asistencial. La consulta de acogida, que ha sido una medida pionera, funciona y ha consigue resolver el 55 por ciento de los problemas. Esta semana presentamos el proyecto Aire, de telemedicina y monitorización mediante un dispositivo de muñeca, que es ejemplo de lo que vamos a trabajar en primaria, para enfermos de EPOC, una de las enfermedades crónicas más prevalentes. En la experiencia primaria se han reducido las hospitalizaciones en un 50 por ciento. Empezaremos por las más prevalentes, diabetes, hipertensión, EPOC, y eso nos permitirá trabajar con la cronicidad.

–Con la pandemia se instaló la cita telefónica. ¿Por qué no se vuelve al 100 por cien presencial?

–Hay gente que nos pide la cita telefónica. No se está utilizando para hacer un diagnóstico, sino para resolver dudas o cuestiones que se pueden hacer por teléfono. En algunas ocasiones y en algunos centros nos hemos encontrado con que el número de citas telefónicas se ha tenido que aumentar porque la gente lo reclamaba. Alguna veces es el médico quien le dice al paciente que lo que pretende solucionar por teléfono no lo puede hacer de esa manera y requiere de una cita presencial. Avanzar en ese camino es importante, y ya estamos trabajando en la videoconsulta. Avanzar en las nuevas tecnologías es imparable.

–¿Considera que el problema de la demora para conseguir cita está ya solucionado?

–No. Queda camino por recorrer. El déficit de médicos restringe las posibilidades. En época de vacaciones y cuando llega la frecuentación tendremos aumento en el tiempo de espera. Nuestro compromiso es llegar a las 48 horas, ahora la media es de 2,6, sabiendo que en algunos distritos estamos en seis días. Somos conscientes de que en julio y agosto esa media va a subir.

–¿Cuántas cartillas atiende cada médico de familia?

–Ahora estamos en 1.500 tarjetas, aunque algunos médicos tienen 1.530 o 1.550. El acuerdo es bajarlo a 1.300 y llegar a las 1.200 y a 900 en pediatría. Pero también va a haber una distribución atendiendo a diferentes criterios. No es lo mismo tener un 40 por ciento de crónicos que un 20 por ciento. Esos criterios se van a limar más. Ahora tenemos muchos más mayores.

–¿Usted se ha arrepentido de haber incluido la atención primaria en la orden de tarificación?

–No me he arrepentido, me he sentido en la necesidad de corregirla. Desde el primer momento pensé que al igual que estaba puesto desde el año 98 para la hospitalización, las urgencias, las especialidades, las terapias oncológicas… nadie decía que era una orden para la privatización de esos servicios. Al haber modificado la orden no ha habido coherencia, ni lealtad por parte de los grupos parlamentarios, que han querido hacer ver a los andaluces algo que este gobierno jamás ha tenido en mente. No me ha dolido tener que modificarlo para que no haya una herramienta para que, de una manera continua, la oposición diga que este gobierno no cree en la sanidad pública o quiere… yo no la voy a decir.

–¿La palabra privatizar?

–No la voy a decir, porque el objetivo de la oposición es repetir una palabra cuando este gobierno está haciendo todo lo contrario. Se ha llegado, en el Presupuesto del 23 a casi 14.000 millones de euros. Eso es el 7,4 por ciento del PIB, cuando partíamos del 6,1. Hay un 40 por ciento más que en el año 18. Hay pruebas diagnósticas que se hacían fuera y que ahora se hacen en el SAS. Si hay un gobierno que de manera decidida está apostando por la sanidad pública creyéndose de verdad que necesitamos una reforma de la primaria, que ha aumentado los profesionales en 30.000, a quienes hemos mejorado sus condiciones laborales, que va a tener dentro de un año estabilizada al 94 por ciento de la plantilla, es éste. Los datos son objetivos y decir lo contrario es querer engañar a la población.

–¿Cree que esta orden metió en un problema al Gobierno andaluz por la polvareda que levantó?

–La oposición pensó que era una forma de debilitarnos, pero yo creo que no. Los andaluces van a los centros de salud y a los hospitales y saben lo que se está haciendo.

–¿La orden ya se ha modificado?

–Está en trámite. Igual que hubo un trámite para su aprobación, ahora tiene que haber un trámite para modificarla. La corrección está en marcha.

–¿Le preocupa la denuncia anunciada por el PSOE sobre los contratos de emergencia?

–No. Ellos han estado en el SAS viendo los contratos. Han pedido más información y se les va a dar otra cita para que sigan viendo documentación. Cuando estábamos en pleno Covid todo el mundo nos pedía agilidad. Ahora ya se nos ha olvidado todo. Si hay un error en esos contratos, lo reconoceremos; si en algún contrato en alguna plataforma existe un delito de alguien, se juzgará el delito y a la persona. Si eso se encuentra, nosotros actuaremos. A esta consejería nunca le ha temblado la mano cuando en un sitio ha habido un indicio de que podía haber un problema. Transparencia total.