Granada recupera la Fiesta de la Cruz

Es curioso como todo parece que ya haya ocurrido antes y el descontrol en las Cruces a partir de los años cincuenta recuerda lo ocurrido en etapas muy recientes en la ciudad, hasta el punto de prohibirse las barras y rechazar el montaje de cruces, que lejos de su estética servían de excusa para el consumo descontrolado de alcohol. Así que fue Gallego Morell como delegado provincial del Ministerio de Información y Turismo el que decidió recuperar la fiesta con su esencia y volver a ilusionar a los granadinos.

Escribía el cronista en las páginas del periódico que se trataba de recuperar la fiesta «avalada por el buen gusto y la imaginación vecinal». Un año después se montaron 24 cruces y ganó el primer premio la de los vecinos del Sacromonte. Y ya en años sucesivos la explosión festiva fue a más y se multiplicaron los monumentos dedicados a la cruz por la ciudad.