«Ahora mismo mi vida es la crianza y la conciliación»
Inma Barrionuevo. Enfermera ·
Es enfermera, tiene turno rotatorio en el hospital, y dos hijos de 3 y 6 años. Tiene la profesión que siempre quiso y es madre, tal y como deseaba, pero reconoce que «es más duro de lo que imaginaba»INMA Barrionuevo tiene 39 años, es enfermera de profesión y madre de dos hijos. Una niña, África, de seis años. Y un niño, Gael, de ... tres. Si se le pregunta qué es lo que define a su generación lo tiene claro: «la crianza» y todas sus consecuencias, entre ellas, la conciliación laboral y familiar. «Dentro de unos años igual me planteo viajar más o puedo vivir una segunda juventud, pero ahora mismo lo que vivo es la crianza pura y dura y cómo conciliarla».
Lo que tiene es lo que ella misma ha buscado. Ella tenía claro que quería tener familia, pero si reconoce que «es más duro de lo que me imaginaba». «Por mucho que tu ideal de vida sea tener una familia, un trabajo y una pareja, estos años son duros porque sacrificamos muchas cosas, tienes poco tiempo para estar con ellos, y tienes que repartirte como puedes. Mi pareja además trabaja en turno de mañana y tarde y eso lo hace todo un poco más complicado» cuenta.
Inma lleva en la bolsa del SAS desde hace 18 años y no fue hasta hace dos que consiguió la interinidad. Sus circunstancias familiares, nada más terminar la carrera, la obligaron a quedarse en Jaén cuidando de sus padres, y a ir aceptando los contratos temporales que le iban saliendo. «La gente de mi promoción terminaba Enfermería y se iba a Inglaterra, o las islas, donde había trabajo, pero yo jamás me lo planteé, me quedé aquí y fui cogiendo los contratos que me iban saliendo, sobre todo en Navidad o en verano».
Ahora trabaja con un turno rotatorio, de mañana, tarde y noche y para ella «es lo mejor». «Solo hago una tarde cada seis días y esa tarde dejo a los niños con mis suegros. Si estoy de mañana, los niños están en el cole y cuando estoy de noche, no se dan cuenta. Y los fines de semana, cuando me toca, está su padre».
Si se imagina a su yo del futuro, se imagina «con más tiempo para mi y para la vida en pareja». «Ahora ninguno de los dos nos dedicamos demasiado tiempo, llegan las diez de la noche y estamos muertos».
Ella ha querido ser madre, pero no porque nadie se lo inculcara así. «Mi madre era una mujer muy abierta, y a pesar de que mi educación fue católica, nunca me dijo que debía tener hijos». Fue su decisión y así es como piensa educar ella a sus hijos. «Trataré de educarlos en valores positivos y, que cuando llegue el día los dos decidan si quieren ser madre o padre o lo que lo sea, si quieren estar solos o con pareja, lo que yo quiero es que sean libres, que amen a quien quieran y que sean felices».
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