El Ciclo de Calle del FIT Cazorla volvió como si nunca se hubiera ido
Aun no habiendo puente festivo, en las plazas y vías de la localidad se hizo notar el gentío que buscaba los espectáculos programados
JOSÉ LUIS GONZÁLEZ
Cazorla
Sábado, 15 de octubre 2022, 21:54
Tras un cuarto de siglo de teatro por las calles de Cazorla, las artes escénicas se han amalgamado con esta ciudad de un modo casi ... indisoluble. Ni dos años de pandemia y de sendas suspensiones del ciclo de Calle del FIT han podido restar, siquiera un ápice, la pasión que cazorleños, cazorleñas y visitantes sienten por este evento. Buena prueba de ello es el gentío que la tarde-noche del viernes se arremolinó alrededor de los tres espectáculos programados, y que prometía aumentar para la gran jornada que esperaba el sábado. Además, la climatología acompañó, con agradables temperaturas y un sol extraordinario.
El pistoletazo de salida lo dio Rolabola Teatro y su 'Circo y humor a la fresca', un espectáculo para niños y mayores que gustó muchísimo a los cientos de personas reunidas en la Plaza de la Corredera con las últimas luces de la tarde. El concurrido semicírculo se situó frente al curioso camión que hizo las veces de escenario.
Ni dos suspensiones del ciclo de Calle del FIT han podido restar, siquiera un ápice, la pasión de cazorleños y visitantes
En su interior y también junto a él se dispusieron diversos elementos circenses que manejaron con destreza los tres intérpretes que hicieron las veces de malabaristas, trapecistas, magos o payasos. Junto al maestro de ceremonias –que desplegó en sus intervenciones una fina ironía, buscando la implicación del público adulto- hicieron las delicias de todos y todas. Y, sin solución de continuidad, casi a la carrera, tocaba desplazarse al espacio escénico de las Ruinas de Santa María para disfrutar de la siguiente propuesta. Allí esperaba Cirkofonic y su 'Tea Time'.
Sin lugar a dudas una gran propuesta que hubiera merecido un mejor sonido. Porque, a pesar de que apenas se oyera el texto y la música se viera constantemente interrumpida por violentos espasmos, el público pudo apreciar la especial sensibilidad del montaje. Los intérpretes, Holly Musty e Isaac Dube Tallon, exhibieron a pesar de las dificultades un excepcional repertorio de técnicas teatrales y circenses, tocando fundamentos del teatro del absurdo e intercalando complicados portés acrobáticos.
Todo ello para contar una historia que, ambientada en los comienzos del siglo XX y en una casa en la que habitan una señora de alta cuna y su mayordomo, nos recordó los efectos de la demencia, de la pérdida de los recuerdos, del cuidado y de sus complicaciones.
Yllana
Esta primera jornada del ciclo de Calle finalizó a altas horas de la noche, con la Sesión Golfa en el Teatro de la Merced. En su escenario la compañía madrileña Yllana dejó muestras en 'Passport' de la que es su esencia, sin variar prácticamente nada de lo que viene haciendo durante la última década: una sucesión delirante de gags en los que se mezclan personas, pollos, ciervos y gorilas.
Teatro gestual y onomatopéyico a borbotones, con la perfecta y trabajada puesta en escena que es habitual en esta compañía, que hizo las delicias de un patio de butacas abarrotado y que se dio a la carcajada desde el principio hasta el final del espectáculo.
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