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Tres personas contemplan varios nichos en San José.
La paradoja de ahorrar para morirse

La paradoja de ahorrar para morirse

Aunque hay muchos factores que influyen en el precio final de un sepelio, el coste medio puede llegar a superar los 3.000 euros

J. G. M.

Domingo, 2 de noviembre 2014, 02:13

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Es un cliché, pero es cierto: el funerario es un negocio al que, como mínimo, las crisis económicas le afectan de una manera distinta que al resto de sectores económicos. Aunque los productos se han ido adaptando a las nuevas tendencias -y dificultades-, lo cierto es que no puede imaginarse un cliente más fiel que el de empresas dedicadas a la gestión de la muerte. El pasado año, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), fallecieron en la provincia 4.730 personas. Aunque las causas de deceso son tan diversas como la naturaleza humana (con afán divulgativo diremos que el cáncer y las enfermedades cardiovasculares fueron las más numerosas), el destino de estos casi trece muertos al día tuvo salidas muy limitadas.

«A no ser que donemos el cuerpo a la ciencia, la cifra de un fallecimiento nunca bajará de los seiscientos euros de las actuaciones de beneficencia», señala la Unión de Consumidores de Almería. De hecho, según sus datos, el coste medio de un sepelio suele rondar los 3.600 euros, aunque, como reconocen, «morirse puede costar tanto como la familia esté dispuesta a pagar». Además, las tasas municipales afectan directamente a los precios, así como el modelo de gestión de la empresa que presta los últimos servicios. A estos factores, los consumidores incluyen las fluctuaciones «propias de los mercados» que implican a coronas, recordatorios y otros elementos.

Papeleo a 400 euros

Existen una serie de gastos 'imprescindibles'. «La primera decisión depende en buena medida del estado de ánimo de los familiares y su disponibilidad», señala la organización en referencia a la divergencia entre hacer de forma personal los trámites burocráticos pertinentes -certificado médico de defunción, inscripción en el Registro Civil del fallecimiento y licencia de entierro o incineración- o delegarlos a la funeraria. Además, si se pretende trasladar los restos a otra localidad diferente de aquella en la que se encuentran los restos, es necesario conseguir un permiso sanitario específico. Para evitar complicaciones a los familiares, las empresas dedicadas a este sector suelen ofrecer un 'pack' que cubre todos estos servicios y cuyo coste ronda, para empezar, los 400 euros. Por su parte, los servicios de tanatorio -desde el uso exclusivo de una sala hasta lencería funeraria, libro de firmas o tanatoestéstica- oscilan entre los 700 y los 1.800 euros. Sin embargo, el gasto más cuantioso es el del féretro. Un ataúd estándar baja por poco de los 2.000 euros, aunque la calidad de sus materiales y acabados quitan o ponen ceros a la factura. En otras palabras, mientras que uno de la beneficencia cuesta 500 euros, los más lujosos multiplican por siete esta cantidad. Y, si después de todo, la familia opta por la incineración, UCA recuerda que, en estos casos, habrá que sumar unos 90 euros por la urna para las cenizas, además de una cantidad que va de 450 a 600 euros por la propia cremación de los restos. Algunos cementerios ofrecen nichos o columbarios para depositar los recipientes, aunque los consumidores reconocen que «lo más frecuente es que los familiares dispongan de las cenizas de forma más o menos ortodoxa».

Lo que está claro es que la incineración ahorra el coste de adquisición, alquiler o concesión de la sepultura o nicho, algo que, unido al trabajo de inhumación y colocación de lápida, difícilmente baja de los 700 euros. «Todo ello, sumado al alquiler del coche fúnebre, los gastos de taxis para el traslado de los familiares hasta el cementerio hace que el coste medio imprescindible de un entierro difícilmente pueda bajar de 3.500 euros sin hacer ningún tipo de alarde», señalan.

Flores y esquelas

Aunque no sea indispensable, el gasto en flores y esquelas en prensa así como los posibles oficios religiosos son realidades socialmente extendidas que pueden elevar la factura. Una corona compuesta por claveles, crisantemos y algún gladiolo o rosa cuesta entre 90 y 150 euros. Estos precios varían enormemente debido a la temporada del año en la que se deban realizar las exequias, si bien es cierto que la mayoría de los seguros de decesos incluyen ya este servicio.

Además, la celebración de un oficio religioso ronda los 60 euros. Curiosamente, el precio de las esquelas es, de todos, el que mayor variedad experimenta. La elección de un diario frente a otro, el espacio en papel y el día de publicación hacen que los consumidores estimen que «los gastos puede ir desde los 180 euros hasta los 10.000 euros». Todo, en definitiva, a gusto del consumidor.

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