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Montserrat Caballé, el maestro Ricardo Estrada y la soprano Montserrat Martí, junto al tenor Jordi Galán, en el Auditorio ejidense.
Montserrat Caballé comparte una vida dentro y fuera del escenario bajo 'La Magia de la Ópera'

Montserrat Caballé comparte una vida dentro y fuera del escenario bajo 'La Magia de la Ópera'

La soprano elige El Ejido para estrenar por primera vez en España este repaso por su trayectoria, y recibe un palco de honor en el Teatro Auditorio

ELIZABETH DE LA CRUZ

Lunes, 22 de mayo 2017, 02:53

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En cuerpo y alma y desde El Ejido. Montserrat Caballé eligió el 40 Festival de Teatro de El Ejido para estrenar en la noche del pasado sábado, por primera vez en España, 'La Magia de la Ópera'. Y lo hizo ante un Auditorio expectante que comprobó por qué su voz es considerada como una de las mejores voces líricas del mundo.

Así, tras recibir un emotivo homenaje por parte de la ciudad de El Ejido, que le otorgó en nombre de su alcalde, Francisco Góngora, uno de los palcos de honor de su Auditorio, la soprano inició una especie de viaje interior por su infancia y niñez, el despegue de su carrera y las anécdotas que recuerda con gran cariño haber vivido junto a María Callas, Plácido Domingo, Luciano Pavarotti o José Carreras.

Con un formato en el que la ópera es sólo la esencia, y que se intercala con un relato emocionado en primera persona de Caballé, quien desvela detalles de su vida también fuera del escenario; son el tenor Jordi Galán y la soprano Montserrat Martí quienes ejercen el papel principal en la interpretación, hasta que se sucede uno de los momentos más emotivos en el que madre e hija interpretaron juntas 'La Tarántula'.

Como la propia Caballé refirió, «la magia de la ópera es cuando estás sentada en el público y al escuchar esas emociones, el drama en piezas tan clásicas como 'La Bohème' de Puccini se te caen las lágrimas». Y con esa sencillez, y con la tranquilidad de haber triunfado en todo el mundo como una de las mejores voces líricas de los últimos tiempos, Montserrat Caballé bromeó con su público, con el que compartió magia y emoción, tras haber recorrido con este mismo espectáculo los escenarios de Nápoles, Viena, Berlín, Frankfurt, Munich y París. Con la interpretación de la ópera Miau como uno de los momentos más esperados de esa noche, Montserrat Caballé se despidió de El Ejido con una gran ovación de su público.

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