Miguel Moreno, alcalde de Porcuna: «Siempre he sido un verso suelto»

-Todos los ayuntamientos estrenaron Gobierno hace pocos meses, pero el de Porcuna es un caso curioso. Aquí nada ha cambiado, pero ha cambiado todo.

-Somos el mismo bloque de Gobierno, con varias incorporaciones de personas jóvenes, que incorporan sangre nueva y eso siempre viene bien. Es verdad que hemos cambiado de siglas políticas y antes nos iba bien y ahora nos sigue yendo bien. Tanto las siglas que representábamos antes como las que representamos ahora tienen los mismos principios. De todas formas nunca hemos sido fanáticos de las siglas. En un pueblo mediano, como es este, con 6.500 habitantes, lo que hacemos es trabajar por las personas y por el pueblo, sin distinción por ideología. Con todas las dificultades que ya tenemos para avanzar en los proyectos, si nos empezamos a fijar en las ideologías, lo que haríamos sería llevar al pueblo al colapso y al enfrentamiento absurdo.

-Entiendo, por tanto, que no se ha arrepentido de su decisión de pasarse del PP a Cs

-Fue una decisión muy difícil, muy dolorosa. Para mi el Partido Popular ha sido mi vida política, donde me incorporé con 18 años y de donde salí con 53. Estamos hablando de casi una vida luchando por un proyecto en el que creía firmemente. Lo que ocurrió fue que las desavenencias que tuve con la dirección provincial, que no aceptó mi victoria del 57% en el congreso provincial, conseguida democráticamente, nos llevó a un enfrentamiento. Pero yo no salí del partido por eso, sino por unas prácticas casi mafiosas, que se produjeron desde el PP hacia mi persona, y que atacaban no solo a Miguel Moreno, sino al Ayuntamiento al que representaba. Se atrevieron a intentaron espiar el Ayuntamiento de Porcuna. No podía permitirlo, si yo hubiera seguido en el PP tras haberse producido eso, hubiese sido como bendecir esas prácticas mafiosas. Tenía que defender mi dignidad, la de mis compañeros, la de mis vecinos y la de mi ayuntamiento.

-¿Y al revés? ¿Cree que en el Partido Popular, viendo como se han desarrollado los acontecimientos, habrá quien se haya arrepentido de no haber tratado de evitar su marcha?

-Hay muchos compañeros que me echan de menos y yo también los echo de menos a ellos. Ha sido una vida y hay mucha gente buena en el Partido Popular. Hay alcaldes, concejales y otros compañeros que decidieron seguir en el PP, legítimamente, y yo los sigo queriendo y los sigo respetando igual. Todo el plan que se puso en marcha para destruirme a mi como persona y como político fue idea de cuatro o cinco, que no tuvieron tacto ni fueron inteligentes. Yo siempre me he considerado un número más en el partido y no he tenido ambiciones, pero legítimamente me presenté para ser presidente provincial, gané por el 57% en el congreso, y si no querían que fuera presidente, que hubieran luchado con medios legales, que es como se hacen las cosas.

-Está claro que el PP es el pasado y y Cs es el presente, ¿y el futuro?

-La política es muy cambiante, y en los últimos tiempos mucho más. No voy a volver al Partido Popular y lo digo con sincera nostalgia. Me dejé a muchos amigos y a mucha gente buena detrás. Estoy en una nueva etapa, en Ciudadanos, donde me siento muy cómodo, donde mis compañeros me respetan y me valoran y creo que este proyecto es diferente. Hay postulados, en cuanto a economía o empleo, en los que PP y Cs tienen la misma visión, pero hay otras cosas, como las políticas sociales, igualdad o violencia de género con las que Ciudadanos es mucho más sensible. Cuando estaba en el PP siempre fui un verso suelto.

Partidos a nivel nacional

-Y ya que habla de las diferencias entre PP y Cs, ¿qué le parecen las posturas que están tomando ambos partidos a nivel nacional?

-Ciudadanos tenía que tomar una decisión sobre el espacio que quería ocupar en la política española y ha acertado. Si somos un partido liberal, nos corresponde ese espacio. Si nos comprometemos en una campaña a no apoyar al Partido Socialista de Sánchez es lo que tenemos que hacer después. Esto ha provocado que algunos nos hayan visto escorados a la derecha. Pero no es así. Hemos demostrado que somos un partido de centro, reformista, que respeta la política social, que ayuda al empresario, que quiere una educación y una sanidad igual para toda España... Algo que al Partido Popular se le había olvidado en los últimos años.

-Volviendo a la política local. Tras doce años siendo alcalde, ¿qué le queda por hacer en Porcuna?

-Cuando llegué en 2007 mi prioridad fue cancelar la deuda astronómica que tenía el Ayuntamiento. Hoy en día somos el único de la provincia de Jaén, de más de 5.000 habitantes, que tiene deuda cero. Después empezamos con las infraestructuras agrarias, y más tarde con el patrimonio. Tenemos un pueblo con más de 50 siglos de historia. Empezamos a restaurar Cerrillo Blanco, rehabilitando el centro de visitantes. Después, las Carnicerías Reales, que van a albergar la Oficina de Turismo y el Archivo Histórico Municipal. Seguimos con las galerías del Pósito de Carlos IV, y después compramos la Casa de la Piedra y la adaptamos. Y ahora tenemos tres grandes proyectos: en breve comenzarán las obras en la iglesia de Santa Ana para hacer un centro de visitantes de Obulco; la recuperación de la cisterna de la Calderona, con ayuda del 1,5% Cultural, y en un mes acabará la tercera fase de la excavación del anfiteatro romano de Obulco, entre los más grandes y mejor conservados de España.

-¿Y todo este esfuerzo ha tenido alguna respuesta? ¿Vienen más turistas?

-La primera respuesta es el optimismo de los ciudadanos de Porcuna, que ven que su patrimonio va a a estar puesto en valor y explotado. Y además hemos pasado de tener 3.000 visitantes a los 18.000 que hemos tenido en 2018, lo que ha supuesto un crecimiento notable.

-Algunos de esos proyectos no se terminarán en cuatro años. ¿Eso significa que hay alcalde para rato?

-Ahora mismo me siento muy bien, creo que tengo capacidad para sacar adelante los proyectos que hay en marcha. Y además tengo pensado volver a presentarme en las próximas elecciones.