La Junta regenera más de 97.000 metros cuadrados tras el sellado de cinco vertederos

Esta actuación ha permitido la regeneración de 97.368 metros cuadrados de terrenos afectados por vertidos de escombros y ha contado con una inversión total de 1.260.000 euros, cofinanciados con fondos europeos de Cohesión, según ha informado este martes el Gobierno andaluz.

Las obras que se han llevado a cabo para eliminar los vertidos de los citados vertederos han consistido básicamente en la limpieza y retirada de residuos voluminosos y escombros y cobertura del área de vertido. Además de la retirada de más de 31.000 metros cúbicos de residuos, los trabajos han incluido también el saneamiento y la regeneración ambiental de toda la superficie afectada, sobre la que se ha dispuesto una capa de tierra vegetal con especies autóctonas de rápido crecimiento. En total, se ha realizado la siembra de 1.720 árboles y 2.295 arbustos.

Así, con una inversión de 500.000 euros, los trabajos de sellado realizados en el vertedero Carretera de los Villares de Andújar han permitido regenerar una superficie aproximada de 68.752 metros cuadrados y la retirada de 17.500 metros cúbicos de residuos. En el del Cerrajón, de Castillo de Locubín, (130.000 euros) se ha acondicionado 7.908 metros cuadrados de terrenos afectados por vertidos y se ha recogido 3.925 metros cúbicos de escombros.

En el caso del vertedero de La Torrecilla (Torredonjimeno), las obras han contado con una inversión de 10.000 euros y han permitido regenerar un área de 7.500 metros cuadrados y retirar 3.070 metros cuadrados de residuos. En el de la Carretera Pantano del Rumblar, en Baños de la Encina, con 240.000 euros, se ha recuperado una zona de 6.976 metros cuadrados y la eliminación de 5.536 metros cúbicos de escombros.

Finalmente, en el vertedero La Hoya del Pino, ubicado en Siles, los trabajos han contado con un presupuesto de 220.000 euros y han permitido regenerar una superficie de 6.232 metros cuadrados y la retirada de 4.597 metros cúbicos de residuos.

Con el sellado y clausura de estos vertederos se solucionan además de los consiguientes problemas ambientales de contaminación (aguas subterráneas y superficiales, suelos ..) y deterioro paisajístico, los riesgos sanitarios derivados del aumento de las poblaciones de roedores, la inestabilidad de los taludes y de la saturación de los mismos.

Tras la recepción de los trabajos, los distintos ayuntamientos ejecutarán el plan de seguimiento y control posclausura aprobado por la Junta de Andalucía, durante un plazo mínimo de 30 años.