¿Hace falta un MIR para los nuevos profesores?
El sindicato Ustea y opositores jienenses dan su opinión sobre una de las medidas 'estrella' de la futura Ley de Educación
Un año de prácticas tuteladas antes de incorporarse a su profesión. Es la prueba de fuego que tendrán que superar los maestros y profesores para ... poder ejercer como docentes. Así aparece en el proyecto de ley con el que la ministra de Educación, Isabel Celaá, quiere derogar la Lomce. La nueva ley tiene nuevo nombre, Lomloe, y contempla esta especie de MIR docente mediante unas prácticas que aún no se sabe si serán remuneradas.
La ministra ha defendido en más de una comparecencia la incorporación progresiva «a una profesión compleja, que, como sucede en el caso de los médicos y los jueces, tiene que realizarse con exquisito rigor y cuidado». Actualmente la fase de prácticas en centros públicos forma parte del proceso selectivo de los aspirantes que han superado la oposición, pero está limitada a un mínimo de tres meses y depende de cada autonomía.
En el caso de Andalucía, desde el momento en que un opositor consigue sacar su plaza tiene que enfrentarse a un año de prácticas. Para ese año tiene que hacer una programación y el inspector suele asistir a algunas de sus clases para ver cómo se desenvuelve el nuevo docente y tiene que aprobar el proyecto que éste ha presentado.
¿Es necesario, por tanto, un MIR educativo? La respuesta es todavía cauta, ante lo incipiente de la nueva Ley, pero ni sindicatos ni opositores terminan de aceptar la medida tal y como se ha planteado hasta el momento.
Pilar Coba Gamito es la responsable de Organizacion del sindicato Ustea en la provincia de Jaén y dice claramente que lo que acaba de proponer el Gobierno es «una continuidad dulcificada de la propuesta que ya hizo en su día el PP de hacer un MIR educativo». Considera que será clave saber si será un año de prácticas remuneradas o no, porque esto no se ha dejado claro hasta el momento. «Lo que esperamos es que no se utilice esta medida para tener profesores gratis durante un año».
Tampoco se ha dejado claro aún quién se encargará de esa tutela. Si se hará como se viene haciendo en Andalucía hasta ahora o será una tutela mayor. «Hay que recordar que cuando entran a la función pública docente han superado una oposición, y muchos son interinos que llevan ya años trabajando. Si eso no les es válido, y a la espera de muchas puntualizaciones, no nos parece bien prolongar el tiempo de espera para ser funcionario».
Principiantes y veteranos
Tatiana García Peral tiene 23 años y es opositora. Se presentó el año pasado a las oposiciones de Primaria y no consiguió aprobarlas, y ahora sigue estudiando de cara a las oposiciones que se convocarán el próximo año. Cree que el sistema que existe hoy en día para acceder al cuerpo de docentes es muy duro y no termina de ser justo. «Tengo compañeras que estaban muy preparadas y no están trabajando y en cambio otros sí consiguieron buena nota por una cuestión de suerte». Eso hace que ella no vea con malos ojos un MIR educativo, pero cree que no debe de ser solo para los que empiezan. «Hay maestros que llevan 30 años trabajando y que no están reciclados, también ellos deberían de someterse a un control. Si fuera así no sería una mala idea, siempre que sea un MIR remunerado.
María Dolores Fernández tiene 25 años y también es opositora para Educación Primaria. Hizo sus primeras oposiciones el año pasado, pero no consiguió plaza, se quedó a una persona de conseguirla, con un 9 de nota en el examen teórico. Esto supone que tendrá que presentarse de nuevo el año que viene.
«La experiencia de las oposiciones está siendo un poco mala. Me las tomé muy en serio y pasé un año muy malo. Trabajaba todas las tardes dando clases particulares a los niños y dedicaba todas las mañanas desde las 7 de la mañana hasta el mediodía y todos los fines de semana, sin salir, para estudiar. Saqué la mejor nota de mi tribunal en la parte teórica y no me ha servido de nada prácticamente. Con un nueve de nota todavía no me han llamado porque no tengo experiencia profesional y tengo muy pocos puntos de baremo. Se prevé que quizás el año que viene pueda entrar. Creo que estamos ante un sistema que está muy mal estructurado. Hay interinos que se llevan la plaza con notas suspensas, pero tienen muchos puntos de baremo».
María Dolores considera que un MIR educativo podría ser algo bueno, «hay maestros que sí necesitan que alguien esté con ellos en su inicio laboral. Si vas a estar tutelado por otro maestro y son prácticas remuneradas podría estar bien», defiende, pero «pienso que también debería de hacerse con profesores que llevan muchos años en la profesión, que no se han actualizado».
Otras propuestas
El MIR educativo ha sido la medida que más comentarios ha provocado de cuántas se han anunciado para la nueva Ley de Educación. Pero más allá de este también se ha planteado universalizar la gratuidad de la educación de 0 a 3 años, centrándose en ayudar primero a las familias en riesgo de exclusión; modernizará la FP con el diseño de hasta 80 nuevas titulaciones; cambiará los currículos para que estén más basados en competencias y sean menos memorísticos o introducir una asignatura de valores cívicos y éticos, entre otras.
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