Una madrugada de pánico en la feria: «Teníamos las llamas de 25 metros encima»
La Policía Local de Pinos desalojaba a los 1.200 asistentes a un espectáculo de flamenco en el recinto ferial anexo a la fábrica en la que se vivía la tragedia
Eran las dos de la madrugada y acababa de comenzar la última de las actuaciones del XXIII Festival Flamenco Juan Cortés 'Coquillo' con el que ... se abrían las fiestas patronales de Pinos Puente cuando el jefe de la Policía Local, José Manuel Iglesias, irrumpía en el escenario. Micrófono en mano dio la voz de alarma: «Hace falta que con tranquilidad vayan abandonando el recinto, hay un incendio en la aceitera». De inmediato le interrumpieron los gritos de los 1.200 espectadores que se encontraban en el recinto ferial, muy cercano a la fábrica de aceite que había estallado en llamas tras una deflagración. «Sin prisa, sin prisa, sin prisa, vayan tranquilamente el recinto», repetía el jefe de Policía como puede verse en los vídeos de ese momento que grabaron los vecinos.
Publicidad
El humo negro se confundía con la oscuridad de la noche, pero las llamas iluminaban todo el ferial dejando una imagen pavorosa. Los vecinos cuentan que de forma «rapidísima» las llamas alcanzaron una altura que provocó pánico, carreras, nervios, gritos y hasta reproches como los que se escuchan en el vídeo que circula por redes sociales: «¡Llevo dos horas diciendote vámonos, ¡que estaba viendo humo!», increpaba un señor a su acompañante.
«Las llamas se hicieron gigantes de un momento a otro, fue rapidísimo»
María Luisa
Vecina de Pinos Puente que fue desalojada
En primera fila, lo vivió María Luisa, una vecina mayor de Pinos Puente que este domingo, al salir de misa y aún con el miedo en el cuerpo, relataba a IDEAL las escenas de nervios que se vivieron. «Teníamos las llamas encima, estábamos separados de la fábrica apenas por las vías del tren, por lo que, por supuesto que lo vivimos con pánico. Es que fue rapidísimo, las llamas se hicieron gigantes en nada de tiempo», contaba. María Luisa lleva una muleta y tiene dificultades de movilidad, por lo que no podía correr como los más jóvenes. «Hasta que no me vi en mi balcón de mi casa no respiré tranquila, desde el ferial se veían las llamas como si las tuviéramos encima de la cabeza», apuntaba la señora, que aseguró que, aún así, «la gente se portó» y fue disciplinada para desalojar.
El jefe de la Policía Local fue el que activó todo el dispositivo de fuerzas y cuerpos de seguridad, a través del 112, tras acercarse a la fábrica al ver el humo. Al principio pensaban que era un árbol... pero pronto fueron conscientes de la dimensiones del desastre. Al verles, un trabajador de la fábrica se les acercó, despavorido, a pedir ayuda. De los cinco profesionales que trabajaban en el turno de noche dos se habían quedado atrapados en el incendio. «Me tiraba del brazo y me rogaba que entráramos a por sus dos compañeros. Era imposible, le prohibí que entrara él, tuvimos que sujetarlo porque iba a otra muerte segura», relataba el jefe de policía, aún conmocionado por la tragedia. El trabajador había tragado mucho humo y sufrió, según explica el jefe de Policía, una crisis de ansiedad en medio de la tragedia por la impotencia de ver a sus compañeros atrapados.
Publicidad
«Sujetamos al trabajador que dio la alarma. Estaba obsesionado con entrar a por sus compañeros y se lo impedimos porque iba a una muerte segura»
José Manuel Iglesias
Jefe de la Policía Local de Pinos Puente
Un técnico de la fábrica advirtió a los profesionales de la Policía Local que había un gran depósito de hexano, un hidrocarburo líquido muy inflamable, utilizado como disolvente para la extracción del aceite, que multiplicaba el peligro potencial de un incendio, que ya de por si era pavoroso. «Es un hidrocarburo que no arde, explota, no sabíamos exactamente si habían 40.000 o 20.000 litros, como han sido finalmente, pero de lo que sí éramos conscientes a esas horas, tanto bomberos, como guardia civil y todos los que estábamos ahí era que si el fuego se acercaba ahí, la explosión nos llevaba a todos por delante. Hubo un momento muy crítico en el que el propio jefe de Bomberos ordenó desalojar a los vehículos de extinción de la fábrica», relataba el jefe de la Policía Local.
«En ese momento crítico, las llamas alcanzaban la altura de un edificio de ocho plantas, era impresionante. Eran 25 metros de altura, sin exagerar», apuntaba Iglesias que en 30 años de carrera se ha enfrentado a todo tipo de sucesos y sin embargo, admite que en esta madrugada ha vivido los momentos más tensos y angustiosos de su vida laboral. «No sabíamos lo que podía pasar, el riesgo de que explotara era muy alto», esgrimía el jefe. A las siete de la madrugada, el hallazgo de los cadáveres de los dos trabajadores fallecidos en el incendio, confirmaba la tragedia que, de no haber sido por la gran actuación de los bomberos y el funcionamiento los dispositivos antiincendios de la fábrica, que saltaron evitando que las llamas llegaran a los depósitos inflamables, hubiera sido aún de mayor magnitud.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión