Mohamed, en el hotel. Blanca Rodríguez

El hotel Marysol, okupado en Castell por jornaleros irregulares de los invernaderos

IDEAL visita el alojamiento, abandonado hace décadas, que es ahora un asentamiento

Sábado, 30 de agosto 2025

El hotel Marysol, ubicado en la rambla Hileros de Castell de Ferro, a pocos minutos de la playa, es un asentamiento okupado por temporeros ilegales ... y regularizados que no tienen lugar al que ir. Las escaleras de caracol infinitas y la piscina de uno de los establecimiento más señeros en la década de los 70 han cambiado de huéspedes.

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El hotel Marysol cerró hace cerca de 40 años, según relatan los vecinos. No saben exactamente los motivos del cierre. Algunos comentan que los herederos de la familia que lo regentaba se marchó a América Latina. «El pueblo apostó por los invernaderos antes que por el turismo. Teníamos tres hoteles y muchos turistas. Nos conocían más que Almuñécar», apunta un anciano. En el interior del alojamiento abandonado se refugian cerca de 50 personas aproximadamente, de acuerdo con los propios okupas.

Hotel okupado por temporeros en Castell de Ferro. Blanca Rodríguez

Uno de ellos es Mohamed, un chaval de unos 30 años. Es uno de esos obreros del plástico que aguardan al alba en las zonas de recogida de Castell de Ferro. Llegó en plena pandemia en patera a Cádiz, donde tiene algún que otro primo y conocido. Trabajó de temporero en Huelva y decidió cambiar de destino. Conoció la Costa Tropical a través de un amigo. No se lo pensó dos veces, cogió un autobús. Los días en los que logra un sitio para trabajar irregularmente en el campo puede conseguir de media 45 euros y todo lo que no necesita para sobrevivir lo manda a su familia.

«Hay días que son 12 horas en el invernadero, pero no nos pagan más. Nos dan la mitad. Algunos son más buenos que otros», dice el chaval en un español entendible que confiesa que ha aprendido en la calle.

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El joven bereber no encuentra nada que le soliviante el ánimo. Encalaba casas en su país de origen. Como no tiene un puesto de trabajo fijo ni los papeles regularizados no pueden optar a una vivienda digna. Entró a una casa patera hasta que logró un hueco en lo que solía ser un hotel en Castell después de que un conocido se mudara a otra localidad.

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