Así deben de ser las comidas de Navidad: evitar los espacios cerrados, sin pasarse la sal ni cantar

El divulgador recomienda que solo se coma con los convivientes y tiene claro que si esto no es posible es vital seguir un protocolo si se quieren minimizar al máximo las infecciones. El exdirector de la EASP explica que esta Navidad hay que huir sobre todo de los espacios cerrados. Y como se está en invierno, apuesta por que las celebraciones se desplacen al mediodía.

No es precisamente porque el virus se propague menos cuando hay sol, sino porque su recomendación es buscar sitios al aire libre para comer o abrir las ventanas para que haya ventilación en el caso de que no se tenga terraza. Una vez escogido el lugar, toca sentarse. Según March, hay que hacerlo dejando siempre un asiento libre y a poder ser en formación zig-zag separados por un metro y medio. A la hora de comer, solo una persona puede servir los alimentos, que deben presentarse en platos individuales. «Nada de compartir cosas al centro o que nadie se pase la sal o la ensalada», señala March.

Otra clave es, dice, que durante la comida no se eleve la voz, se grite o se hable alto, pues de esta forma se expiden más aerosoles, que suelen ser los culpables de la mayoría de los contagios. Por último, con todo esto claro, una vez que se termine de comer hay que ponerse la mascarilla y no quitársela hasta que no se esté de nuevo con las personas convivientes.