La Costa de Granada concentra el repunte de robos en casas este verano
Almuñécar y Salobreña son los municipios con más denuncias
Siempre ocurre con la llegada del calor, los baños en la playa y las fiestas de los pueblos: los robos en viviendas aumentan en verano. ... Los delincuentes saben que tanto los domicilios del Centro como los de los pueblos se quedarán vacíos en algún momento si sus inquilinos se van de vacaciones, y será el momento perfecto para llevarse un botín más o menos jugoso. Normalmente buscan dinero en efectivo, joyas y aparatos tecnológicos que puedan vender fácilmente en el mercado. Además de estos hechos delictivos, este estío también se están produciendo robos en las segundas residencias de la Costa granadina. Los autores, en la mayoría, autóctonos, aprovechan cuando los inquilinos se van a la playa, a comer o a cenar fuera para entrar a través de ventanas abiertas o forzando la cerradura. Salobreña y Almuñécar han sido los municipios en los que más denuncias de este tipo se han presentado.
Publicidad
En Granada capital también se han incrementado estos hechos delictivos, en este caso en pisos, a los que acceden abriendo la cerradura con sus propios métodos. La otra forma más común para entrar es por escalo. A las plantas bajas o el primer piso acceden sin mayor dificultad. Si quieren subir más, utilizan las rejas como escaleras. Suelen ser jóvenes naturales de Europa del Este y la Policía Nacional ha realizado varias detenciones de este tipo este verano.
Tanto el perfil de los delincuentes como el tipo de vivienda que eligen varían en función de si hablamos de la capital, del área metropolitana o de la Costa. Centrándonos en esta última ubicación, la Guardia Civil ha detectado un repunte. Suelen ser en segundas residencias, donde las familias pasan el verano, según explica el teniente del grupo de Delitos contra el patrimonio. Al estar normalmente ocupadas, esperan hasta que los inquilinos se van a la playa, a comer o a cenar para acceder.
Lo hacen a plena luz del día y de la forma que creen más accesible. Si hay ventanas abiertas, no dudan en entrar por ahí. Forzar la cerradura es otra opción. Cuentan con material específico para abrir la puerta en pocos minutos, especialmente si la cerradura es antigua o el bombín no es de calidad. Otros casos son especialmente curiosos. En Almuñécar, la Benemérita detuvo el mes pasado a un joven de 21 años que accedió a un domicilio mientras los moradores dormían. Una ventana, aunque protegida con rejas, había quedado abierta, y logró alcanzar con su mano unas llaves que había colgadas en la pared. Abrió la puerta principal de acceso y sustrajo en el salón un bolso. Después, dejó las llaves en su lugar original y cerró nuevamente la puerta con precaución para no levantar sospechas.
Publicidad
A lo largo del verano se han producido varias detenciones de este tipo. Suelen ser delincuentes autóctonos y muy jóvenes. «Rondan los 20 años, no portan armas ni aplican violencia», agrega el teniente del grupo de Delitos contra el patrimonio. En alguna ocasión se han encontrado con los dueños de la casa, pero no se han producido agresiones físicas. En cuanto a lo sustraído, principalmente son las joyas y relojes que los propietarios se han llevado consigo. En las últimas denuncias presentadas, alegaban que estaban valoradas en unos 2.600 euros en un caso y 8.000 en otro, aproximadamente. También se llevan dispositivos teconológicos, como tabletas, aunque ahora «están cogiendo pocos móviles», ya que saben que los rastrean.
Bandas itinerantes
Dejando al margen la Costa de Granada, los robos que se registran en el área metropolitana se concentran en chalets vacíos en los que los cacos buscan el mismo tipo de botín. Los autores suelen ser de pueblos limítrofes o, por el contrario, pertenecen a bandas itinerantes que realizan 'batidas' en zonas concretas. Cuando el cerco se estrecha sobre ellos, se marchan a otra provincia.
Publicidad
Por ejemplo, a principios del presente estío, la Guardia Civil, en la operación 'Alambrados-Cepa-Gratus', desarticuló una organización criminal que actuó en distintos puntos del territorio nacional. En Granada, la banda perpetró robos en viviendas de Loja, Guadix, Diezma, Benalúa, Campotéjar y Deifontes. Los autores se desplazaban en vehículos de alquiler y se repartían las funciones a la perfección. Unos se encargaban de la vigilancia previa, la selección de objetivos y el control de las vías de comunicación cercanas para garantizar su huida. Otros se desplazaban a pie hasta las viviendas, generalmente campo a través, cortando las vallas metálicas que cercaban las casas. Posteriormente accedían al interior de las viviendas forzando las rejas, ventanas o puertas de las mismas.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión