Guillermo posa con su compañera en el mostrador en el que se encontraba cuando entró el ladrón. En la imagen pequeña, el presunto atracador. L. Velasco

Sucesos en Granada

Buscan al ladrón de farmacias de Peligros: «Pide perdón y se va en patinete»

La Guardia Civil ha reforzado la vigilancia en el pueblo después de tres atracos en menos de una semana, al parecer por parte del mismo hombre

Laura Velasco

Granada

Miércoles, 22 de enero 2025, 00:17

El ladrón dice buenos días, asegura que no les hará daño, que el dinero lo quiere para comer, y pide perdón cuando se va. «Encima ... es educado, tiene tela», dice una de las afectadas. Actúa rápido y huye en patinete. Y tiene una fijación, las farmacias. Ha actuado en tres de las cuatro que hay en Peligros. El botín total asciende a unos 1.700 euros. La Guardia Civil le sigue la pista y ha reforzado la vigilancia en el pueblo, donde varias patrullas circulan por las calles.

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IDEAL ha podido hablar con los tres negocios afectados; todos ellos han presentado una denuncia. El primer robo se produjo el pasado jueves, 16 de enero, pasadas las ocho de la tarde. Según los trabajadores de la farmacia, el hombre entró con una mascarilla puesta y una gorra. Dijo «buenas tardes» y se acercó como si fuera un cliente más. Se aproximó a Guillermo, que atendía detrás del mostrador, y le sacó un cuchillo «de grandes dimensiones». «Me dijo: no os va a pasar nada, pero quiero dinero para comer. Ábreme la caja y no digas nada», recuerda Guillermo. Así lo hizo. Desplumó las dos cajas registradoras y se llevó unos 600 euros.

Su compañera Maribel estaba en el almacén hablando por teléfono y no se percató hasta que vio el arma blanca. «Era enorme, así de ancho», dice mientras indica la dimensión con las manos. Por suerte, dicen, no entró ningún cliente. «Fue una tarde muy movida. Menos mal que solo estábamos nosotros», manifiesta. No tardó ni un minuto en cumplir su misión. Después, salió a la puerta, cogió el patinete y, según recuerdan, se fue en dirección contraria.

A los afectados les sorprendió la «educación» con la que habló el susodicho. «Se fue disculpándose, pedía perdón», comenta Guillermo. También les llamó la atención que pidiera supuestamente «para comer» y se llevara una cantidad tan elevada. Olga, la titular de la farmacia, admite que lo peor es el susto. «Trabajas condicionado, estás alerta por si vuelve entrar», insiste.

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«Dijo 'buenas' y sacó un cuchillo»

Dos días después, el sábado, se repitió la escena. Era, al parecer, la misma persona. Accedió a otra farmacia del pueblo, la de Daniel. Antes había dado «una vuelta de reconocimiento» subido en el patinete. También llevaba gorra, guantes y mascarilla. Eran poco más de las ocho de la tarde cuando robó 500 euros a través del mismo modus operandi. En el mostrador se encontraban dos farmacéuticos, un hombre y una mujer.

Momentos del atraco en la segunda farmacia el pasado sábado. IDEAL

«Saludó, dijo 'buenas', y sacó un cuchillo de 20 centímetros de hoja. Decía que abriéramos las cajas, que necesitaba dinero para comer, lo repitió varias veces. Preguntaba por dónde estaba la recaudación, si había más dinero, yo le decía que eso era todo. Hasta levantó el clasificador de monedas de la caja por si había algo escondido», relatan los trabajadores que se encontraban allí. Usó el patinete para marcharse del lugar.

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Daniel califica de «increíble» que haya atracado tres de las cuatro farmacias del municipio, y recuerda que hace tres años sufrieron un robo similar. Aquel fue más violento. Tal y como publicó IDEAL, el atracador le puso el cuchillo en la sien a la trabajadora, quien no opuso ninguna resistencia al asaltante. Este se metió detrás del mostrador y cogió todo el dinero de la caja. Poco después, obligó a la dependienta a tumbarse en el suelo e hizo el ademán de clavarle el cuchillo.

Pidió perdón

La última farmacia se sumó a esta penosa lista el pasado lunes. En esta ocasión, el individuo actuó por la mañana, antes de las doce. Estaba trabajando la titular, Carmen, una farmacéutica y una técnico. Además, había dos clientas; estaban siendo atendidas cuando el tipo entró. Repitió las palabras que pronunció en los otros dos negocios y también sacó un arma blanca. «Las clientas, asustadas, murmuraban: ¡Tiene un cuchillo grande, muy grande!», cuenta Carmen. Se llevó aproximadamente 600 euros y, mientras se iba, pedía perdón.

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