Luis Rubiales muestra la portada de su libro. Pepe Marín

Entrevista con el expresidente de la RFEF

Luis Rubiales: «Jamás cogí un céntimo que no fuera mío; me imputan por una mentira»

Presenta un libro con su versión sobre quiénes le quisieron 'matar' para su salida de la Federación

Jueves, 13 de noviembre 2025

El motrileño Luis Rubiales está de actualidad. Tras meses en silencio, saca un libro que relata su versión sobre los acontecimientos que le sacaron de ... la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol. Su título es elocuente: 'Matar a Rubiales'. IDEAL es el primer medio de Granada al que atiende antes de su presentación en la capital este mismo viernes.

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–Para empezar, ¿quién quiere matar a Rubiales?

–Es una expresión. Matar civilmente. Es sencillo de adivinar. ¿Quién se beneficia de mi salida? Se responde con quién está detrás.

–¿Ha llegado a 'morir', al menos en sentido figurado?

–No he visto un caso tan despiadado en democracia como el mío. La verdad es que he tenido que estar fuerte, con mis padres, mis hijas, mi hermana, con todas las personas que me arropan, para transmitirles tranquilidad. Ha sido una distorsión fuera de lo común.

–Hay una anécdota con su padre, que fue alcalde de Motril.

–Fue un día en el que tuve fiebre. Habíamos quedado en el Café Fútbol para desayunar. La noche de antes, apagué el teléfono y me acosté. A las nueve, no estaba allí. Mi padre sabe que soy puntual. Habían sido días muy duros, con muchas noticias falsas. Él tiene un juego de llaves de mi casa. Apareció allí con la respiración entrecortada. Llegó a temer que a lo mejor me hubiera hecho algo malo por no aguantar la presión... Lo hemos visto en personas como el comisionado para la dana, que intentó suicidarse.

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–Dice que le tratan con afecto.

–Habrá gente a la que le caiga mal, pero me siento bastante apoyado en Granada. En el tema del beso le puedo decir que infinitamente apoyado.

–¿También por mujeres?

–Sí, sí, más por mujeres que por hombres. Me dicen que no se sienten representadas. Que se notaba que Jenni era una amiga, que me abrazó y que una mujer, si un tío la coge mal, lo aparta. De lo demás, en el libro está. Sufrí una cacería por poderosos que controlan el relato.

–Tuvo su patrimonio bloqueado.

–No tenía ni para cambiar el billete de avión. Mi padre, que es pensionista, tuvo que pedir un crédito y me dio 6.000 euros para ayudarme. Mi madre también me dio. Después de tantos años, teniendo dinero en el banco… Fueron dos meses horribles.

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–Hay allegados suyos, granadinos, que lo han pasado mal.

–Una de las cosas que más me entristece es que gente a la que quiero, como Puri, la mujer de Nene (su socio, exfutbolista del Granada), haya tenido que pasar por esto, o que Pedro (González Segura, exdirector del área legal de la RFEF) haya sufrido un infarto. Somos gente normal, no delincuentes. Te detienen y alguno ha pasado noches en un calabozo; no fue mi caso. Mi detención duró diez minutos. Por fuerte que seas, tu sistema inmunológico baja. Nadie es 'Robocop'.

'Matar a Rubiales'

–¿Este libro es un desahogo, terapia o un ajuste de cuentas?

–El libro está escrito de manera muy didáctica, con muchísima documentación. Ha sido un trabajo tremendo. Cuando era presidente de la RFEF, almacenaba cosas. Mi padre me ha ayudado muchísimo. Hemos estado en contacto con gente que trabajó en mi época para poder no solo explicar todo sino, además, decir que estas son pruebas, para que todos vean que es falsa la base de la denuncia de la Supercopa en Arabia Saudí, como todas las que sistemáticamente se han ido creando. Era un círculo vicioso. Había noticias que publicaban en determinados medios, muchos de los cuales, casualmente, recibían dinero para 'branded content' (contenido promocionado) de LaLiga. Estas noticias generaban unas denuncias que me tenían siempre en los juzgados, con el descrédito generalizado de que cuando el río suena... Es duro porque siempre he actuado con plena honestidad.

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–Hay personas que usted ensalza, incluso reflejando discrepancias, sin rencores.

–Cuando estoy con mis amigos de Granada o Motril, me dicen: «Si yo fuera tú…», pero escribir desde el odio no te genera nada bueno. Pierdes la objetividad y no cumpliría lo que quiero, que es transmitir de manera sosegada la verdad. Descubrir muchas mentiras e injusticias y cómo he tenido que aguantar el tipo. La institución estaba por encima de las personas.

–Hubo gente que le aplaudió en la asamblea en la que dijo que no dimitiría que luego se retractó...

–Se puede ser un buen trabajador para la RFEF y luego no ser una persona valiente o una cuyos valores o decisiones cambian.

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–Allí estaban el seleccionador Luis de la Fuente y el entonces de la Sub 21, Santi Denia...

–Cuando yo llego a la RFEF, Luis de la Fuente era seleccionador sub 19 y Santi Denia estaba por debajo. Luis de la Fuente me acompañó todo el día anterior a la asamblea y él sabe perfectamente lo que hablamos y en qué términos. Cuando se mira al espejo tendrá que responderse a sí mismo.

–¿Se arrepiente del tono?

–No, no, suscribo el 100% de las palabras. Ese discurso está vigente para quien lo vea de principio a fin. Me reafirmo incluso en lo de no dimitir, porque yo no iba a hacerlo, no ganaba nada con ello, solamente darle el placer a aquellos que lo esperaban. Es muy fuerte lo que pasó para que dimitiera.

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–Dice que le prometieron preservar a su equipo.

–No es exactamente así. Es que me llaman desde el Gobierno por medio de un externo y lo que me dicen es que irán todos fuera si no dimito. Tuve una conversación con mis hijas, mi padre y su mujer. Les dije que no quería dimitir porque era una cuestión de dignidad, pero, ¿qué hacía? ¿Me iba a la Fiscalía a denunciar que el Gobierno me hizo llegar aquello? Creo que los fiscales tienen que trabajar y cuanto más investiguen, mejor. No quería entrometerme cuando me estaban investigando con otra cosa. La otra opción, ¿cuál era? Si no dimitía, se iban a la calle 30 trabajadores por el hecho de que habían colaborado conmigo. Me parecía injusto. Entre salvaguardar mi palabra y defender sus derechos, elegí esto último. Enseguida fueron cayendo y la promesa no se cumplió.

–¿No dice quién fue esa persona?

–Lo digo en el libro (Víctor Francos, expresidente del CSD). Lo importante es que alguien del Gobierno lo transmitió. Incluso mandé una lista con nombres que no se respetaron.

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–Hay personas que salen mal paradas en el libro.

–¿Se refiere a mi tío Juan, que fue director de mi primer gabinete? Su comportamiento le apartó de su puesto. Aun así, traté de ver si podía reconducirse porque era importante que todos sumáramos. Explico bien lo que es una traición, las mentiras y lo que es mezclar cosas con la mala intención de crear una bomba mediática.

–Para el lector, debe de ser difícil asimilar que su tío Juan le traicionase. Que coja el móvil de su sobrino y supuestamente lo descargue para que se haga uso de esa información.

–Voy a ser en esto estricto conmigo mismo. Me defenderé de las cosas que haya dicho, pero tengo mucho respeto por mi abuelo, que en paz descanse; por mi padre, que ha sufrido con esto. Además de ser mi tío, era mi amigo. Si él pretendió que nosotros tomáramos alguna medida, lo evité. Lo despedí de manera procedente, porque filtró cosas y manipuló. Todo esto está demostrado. Mi intención es defenderme de lo dicho por mi tío, pero no generar más dolor a la familia. Si él ha elegido ese camino, es su problema y dará explicaciones a sus hijos.

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–Le llama 'caballo de Troya I'. ¿Quiénes son los otros?

–Hay más gente, pero creo que está bien dejarlo así. A uno de ellos quiero encontrármelo y mirarle a los ojos. Uno de ellos fue una persona a la que ayudamos todos, fuimos cariñosos, y luego nos pagó con mentiras por estar en la pomada y en el poder. Hay gente que tiene esa maldad, esa forma política de comportarse poco humana, como por ejemplo Marisa González, que es la actual directora de gabinete de Louzán. Allá ellos.

–Hay palabras que se repiten mucho entre las 506 páginas. Una de ellas es 'honesto'.

–Sí, es que no van a encontrar jamás nada deshonesto en mi gestión. Han tenido que mentir. Hablo, por ejemplo, del que se autoproclama como descubridor del 'Supercopa files', José María Olmo, de 'El Confidencial'. Cómo, descaradamente, miente sabiendo que lo hace. Él grabó una conversación que aportó en el juzgado, que también tengo, en la que reconoce que no hay un contrato mejor en Catar. Varios días después escribe que sí lo había, pero que elegimos Arabia Saudí para que Piqué cobrara una comisión. Totalmente falso. De ahí sale la denuncia. Esa es la importancia que tenéis (se refiere a los medios). La responsabilidad de escribir con rigor. Este hombre escribió una mentira grande. No es un error.

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–Hay otra palabra que se repite. Es un apellido: Tebas...

–Ahí están las tácticas que utiliza. Le ofrece un puesto de trabajo a un empleado de confianza en la RFEF a cambio de información y de entrar en sus servidores. Es que el propio Miguel Galán (Centro Nacional de Formación de Entrenadores) reconoció que es él quien impulsa la querella plagada de falsedades. Ha utilizado a los medios, con millones, 'engrasándolos'. Esos medios me pidieron dinero también cuando era presidente, pero tenía claro que el dinero del fútbol iba al fútbol. Cuando llego, los ingresos son de 140 millones. Cuando me marcho, están por encima de 400. Fue al fútbol más humilde. No tiene más que preguntar a clubes de Tercera en Granada, al femenino, a la cantera. Era mi política; ayudar al fútbol, no dar dinero a los medios para que hablen bien de mí y mal de mi enemigo.

–¿Nunca vio posible un entendimiento sostenible con Tebas?

–Es que él sabe que si hago una buena gestión, si conseguimos más dinero para el fútbol modesto, deja de ir una parte al profesional. Él necesita un presidente dócil, que agache la cabeza, al que él pueda dominar, como ahora en la Federación con (Rafael) Louzán, que hace lo que quiere Tebas…

–Ahora es vicepresidente de la RFEF...

–Más allá de esto, es que todo lo que pide Tebas lo justifica, incluso habiendo ganado en el Supremo lo de no jugar en Miami. Se olvida y le dice que si hay que ir, vamos. Este hombre es un mejor presidente para Tebas que yo. Para él, nunca estuve preparado. ¿Lo intenté reconducir? Sí. El día que me votaron como presidente por segunda vez, el 21 de septiembre del 2020, llamé a Tebas. Le pedí que, por el bien del fútbol, tratáramos de limar asperezas. Dijo que sí. Quedamos para unos días después y en el transcurso, me llegó una denuncia pidiendo mi inhabilitación por su parte al CSD. Con ese comportamiento era imposible.

–Constantemente define una 'trama', en la que coloca como líder al presidente de LaLiga, que conspira en su contra.

–No la defino, aporto documentación. Un periódico destapó con unos audios grabados en los que Tebas decía que había que 'matar' a Rubiales, acabar con él como fuera. Un colaborador suyo, Gerardo González Otero, decía que había que construir un relato. «Tenemos a Esteban Urreiztieta (periodista) en El Mundo, a los de El Confidencial… Hay que unir a más gente contra Rubiales».

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–¿Cómo llega esto a los juzgados?

–Esta es una cuestión que tendremos que trabajar, pero ahora estamos tratando de demostrar que es falsa cualquier vinculación de corrupción en la RFEF. El contrato con Arabia Saudí es limpio, tiene un 'compliance' (órgano de cumplimiento normativo externo) que dio el visto bueno. Con ello en una empresa, ya no te imputan en ningún juzgado, pero lo hicieron. Es tan difícil de explicar. La presión mediática a veces supera las defensas que creas. Por bien que lo hayas hecho, cuando hay un hostigamiento tan cruel, hay políticos cobardes que ceden y que se posicionan… Muchas veces la justicia no tiene los medios que debería tener. Al final te tienen tres años y medio con mentiras, con un montón de imputados que han perdido su puesto de trabajo, tras una gestión de 10.

–Tendrá demandado a Tebas y al resto.

–Llegará nuestro momento y por supuesto que lo haremos, pero todas las cosas llevan su paso. Nosotros hemos aportado todas estas cosas al juzgado. Lo primero es demostrar, como ya he hecho, con la Agencia Tributaria, ¿Que si tengo propiedades fuera? Han preguntado en República Dominicana, en todos los sitios, y no, no tengo nada. Aclaré lo demás.

–Asegura que Miguel García Caba –granadino–, que fue vicesecretario de la RFEF, fue contactado por la 'trama' y se lo confesó.

–Sí. Cuando yo hablo de trama siempre es entre comillas. Los odios son bastante esclarecedores. Él tuvo un roce conmigo. Ese enfado lo aprovecharon para contactarle, pero él se mantuvo firme y actuó con honestidad.

–Miguel Galán, un denunciante habitual, también reconoce el papel de Tebas en una entrevista.

–Lo he tenido claro siempre, igual que tenía claro que estaba detrás de la traición de mi tío Juan Rubiales. Que era el que estaba impulsando a Gerardo González Otero (otro candidato a la presidencia de la RFEF). Todo esto tiene que ser un juez quien lo diga, si es una forma de actuar corrupta. No soy yo quien lo tiene que decir, pero la justicia es lenta.

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–La RFEF, en la que ahora Tebas es vicepresidente, quiere llevar a Arabia la Supercopa femenina...

–Tebas dijo que en la vida se podía ir a Arabia Saudí, que no había derechos humanos. Cuando salgo de la Federación, firma como espónsor de LaLiga. No tiene pudor. En eso se parece a Pedro Sánchez.

–En la página 82, cuando menciona la inhabilitación de la FIFA por su comportamiento en la final del Mundial femenino, dice: «Me equivoqué. Lo he reconocido pidiendo públicamente perdón. No guardé el decoro adecuado, no me comporté con la corrección inherente al cargo».

–Sí, pero mire. Las jugadoras de la Selección han estado acostumbradas a que en la Federación no se les haga ni caso durante años. A que no se les firmen primas, no tener derechos de imagen ni sus familias el derecho a viajar. Todo eso lo solucioné. No había ninguna selección en el mundo, ninguna, que tuviera todo como ellas. Pero, además, era amigo de muchas futbolistas... Estuve con ellas durante un mes y pico en el Mundial. Recogí hasta balones, jugué rondos o a chutar desde el córner. Una relación de jugadoras a jugador. Muchas de ellas me han apoyado y mandado mensajes. A una madre o a una de las capitanas las han querido forzar para ir a declarar en mi contra y se han mantenido, pero no han podido quedarse de pie ante el 'tsunami'. Han cedido. Lo comprendo. Hicimos una gestión magnífica.

–Pero le pregunté por su comportamiento.

–Lo que quiero decir es que yo fui futbolista y el que lo ha sido, entiende cosas. Yo me he sentido jugador y ellas me han dado ese lugar. Muchas bromeaban y, bueno, han salido muchos vídeos, 'Rubiales, queremos un beso', tal y tal. Es que hay muchos más vídeos que al salir yo de la RFEF los han dejado. Me mantearon, me tiraron al suelo, se me echaron encima, me tocaron todas las partes del cuerpo al lanzarme… Cuando uno gana un Mundial y se siente futbolista, pues... Pero no debí sentirme, sino estar más frío… A esto me refiero. De ahí, a la distorsión, a todo lo que se formó... Creo que la mayoría de la gente, así lo siento por la calle, me muestra ese punto de vista.

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–Insinúa que dos futbolistas debieron convencer a Jenni Hermoso de que actuara en su contra.

–Sobre todo Irene Paredes. Estaba enojada conmigo, porque ella se tomó la libertad, junto con Alexia Putellas y Patri Guijarro, de decirme que había que echar a (Jorge) Vilda (entonces seleccionador), que no llegaba su mensaje… Les dije, «¿pero os trata mal?» Decían que no. «Entonces, tú eres jugadora», respondí. Si querían algo con Vilda, nos sentábamos con él. Pero vieron la posibilidad de acabar con él y con el hombre que le había defendido. Esta (Irene Paredes), dice, «no, esto está mal». Jenni durante unos días aguanta, duda… Me dice, «ya he salido y he dicho la verdad; presi, no quiero salir más...». Perfecto, pero llega un momento que esa fuerza de pertenecer al grupo… Porque Jenni no firmó la carta (que pedía cambios antes del Mundial por jugadoras que renunciaron). Medió para que vinieran otras. Ha salido beneficiada, en lo económico o social, como adalid de un movimiento impostado. Le hace no ceñirse a la verdad. Me ha traicionado como amigo porque le he ayudado muchas veces, pero eso quedará para mí.

–Fue condenado por «agresión sexual de menor intensidad» a un pago de 10.800 euros, pero recurrió ante el Supremo.

–La condena no es firme. Llegaré hasta el final. Hay cuestiones técnicas. El propio Supremo ha explicado que los labios son una zona gris que puede tener diferentes usos. Hay besos que no tienen un componente sexual. Confío en el Supremo y en mi abogada en este asunto para que sepan ver que, con millones a través de las pantallas, no hubo intención sexual.

–¿No cree que pudo hacer más para calmar las aguas?

–Qué va, por lo político y lo mediático. Una cosa distinta es la sociedad, salvo un porcentaje menor de extrema izquierda, feministas radicales y del mundo 'woke'. Creo que la gente está muy harta, especialmente las mujeres. Ellas saben lo que es una agresión sexual, que se producen muchas lamentablemente. Estoy convencido de que si hubiera dedicado millones a determinados medios, las portadas habrían sido otras. La gente lo tiene claro. Pueden ver un error, incluso decir que lo del palco estuvo peor. Pues sí, pero lo que hice, siendo granadino, fue un 'ole tus huevos' a Vilda, pero con tanta emoción me equivoqué. ¿Es suficiente para la desproporción? No.

–Se llega a reconocer votante socialista, al menos hasta que Pedro Sánchez negocia la amnistía

–He sido votante socialista, menos en Madrid. He sido hijo de un militante, pero de otro PSOE. De un partido que entendía las cuestiones de Estado de otra manera. No hay más que escuchar hablar a Felipe González. El de ahora no es su PSOE, un partido de centroizquierda necesario para la evolución de este país. Ahora tiene a un presidente que cambia de opinión sin argumentos. Cambiar es de ser inteligente cuando varían las circunstancias. Si los que promueven la amnistía salen y dicen «nos hemos equivocado y queremos hablar», a lo mejor es momento para perdonar, pero es que siguen por ahí. Pienso en la unidad de España. Sánchez dijo que jamás pactaría esto para ser investido. Luego lo hace. ¿Para qué? Para ser presidente. Es mentir. Un cuentista.

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–¿Le usa de cortina de humo?

–Cuanto más se hablara de mi tema, mejor. La gente decía, «joder, ya estamos cansados de Rubiales», pero le funciona. Hemos caído en un PSOE dominado por la extrema izquierda. Por Yolanda Díaz, una demagoga integral.

–¿Su carácter le ha perjudicado?

–No, ha habido una campaña contra mí, orquestada por Tebas y su entorno, pero quien me conoce de verdad, en Granada o en Motril, sabe que soy un tío cercano, que doy la vida por mi gente y que al final mi gestión está ahí.

–Comenta que perjudicaron la candidatura al Mundial 2030.

–Pedro Sánchez, en Marruecos, dijo que queríamos que se uniera a España y Portugal. Yo llamaba al ministro (José Guirao), que en paz descanse, para pedirle que no dijera nada porque estábamos aún en una previa con los británicos. Si metíamos a un 'no europeo', UEFA no nos apoyaría. Había que pasar la criba y luego ya tocaría Marruecos. Hablaba con Fouzi (Letja), presidente de aquella federación, y posibilité ese pacto posterior. Pero el ego de Sánchez...

–Se dijo que era su protegido.

–Esto era de prensa que recibía ayudas económicas de LaLiga. ¿Qué he hecho yo? En España me pedían que acabara con la Supercopa. ¿Me quedo cobrando tres millones o me voy fuera cobrando 40? La oferta era irrechazable. Hubo una empresa que participó, trajo a los árabes y cobró su comisión. Ahí es donde han querido enredar, mintiendo. Jamás cogí un céntimo que no fuera mío.

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–Documenta que nunca hubo una mejor oferta por parte de Catar.

–Estoy imputado por una mentira. De Catar teníamos firmada una intención que duraba 10 días y que si no ratificaban, decaía. Era una oferta de 33 millones por 40 de la de Arabia Saudí.

–¿En qué situación se encuentra el caso abierto en Majadahonda?

–Tenemos muchos investigados. Entre ellos, y me da pena, mi socio Nene. Ha pedido declarar y la jueza aún no se lo ha permitido. Ella espera el informe de la UCO. No quiero adelantar conclusiones, pero, cuando haya visto lo aportado, verá que no hay nada.

–Hablemos de Gruconsa, constructora para la que trabajaba el hermano de Pedro González, exdirector del área legal en la RFEF, y de la que era 'partner' Nene.

–En el informe apareció que Nene había cobrado dinero de lo que hizo la RFEF en La Cartuja, y no. Participó en proyectos previos. Nene tenía un contrato a ganancias y a pérdidas con la empresa. Cuando Bilbao dijo que no dejaba público para la Eurocopa, hablo con el comité ejecutivo de UEFA. Nos dan de pocos días para acondicionar La Cartuja. Se hace con Gruconsa, que había hecho una auditoría allí, con una designación directa argumentada por urgencia. Llega alguien, una persona dentro de la RFEF, y desinforma a la UCO diciendo que alguien había cobrado. Un caballo de Troya que no voy a desvelar porque no tengo las pruebas. ¿Nene hizo un trabajo con esta empresa? Anterior. ¿Alguien cobró de La Cartuja? No.

–¿Las comisiones rogatorias con Dominicana y Andorra no han arrojado nada cuestionable?

–No. La de Dominicana dice que tengo las dos cuentas de mi empresa y la personal, todo declarado, y que no tengo villas. Salió una información hablando de 36 cuentas y que se investiga un posible delito. Tampoco hay testaferros.

–Describe la visita de la UCO allí con crudeza.

–Fue dura por el susto que te llevas cuando entran encapuchados y te apuntan a la cabeza. Luego pasaron los agentes de la UCO y sabes que no te van a matar.

–Hay un pasaje en el que muestra empatía con Ángel María Villar, su predecesor.

–Villar es una buena persona y no creo que sea un corrupto. Ha librado cuatro de los cinco juicios. Su problema, se lo dije en su momento, es que ya era una figura institucional y la nave no la dirigía él. Cuando uno es presidente tiene que sentarse a pilotar. Era un hombre carismático y mandaba en las reuniones, pero la RFEF generaba mucho menos recursos. Hicimos cosas bien, pero tampoco yo soy premio Nobel de astrofísica. Era ponerse a trabajar en un sentido, cambiar el fútbol y se podía hacer. Le deseo lo mejor y espero que pueda demostrar su inocencia.

–¿Volverá al fútbol?

–No es algo que me plantee. Tengo otra meta. Mi apellido no es mío, es de mi padre y mis hijas. Mi obsesión es que quede limpio y que quien elija despotricar y mentir lo haga por otros motivos, pero no por estar mal informado.

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