Un toro de Victorino de vuelta al ruedo y trofeos para 'Rafaelillo' y Alberto Lamelas
Gran entrada en el Coso de la Alameda, a poco del lleno total sobre el aforo permitido por las medidas anticovid
ángel a. del arco
Sábado, 27 de marzo 2021, 22:50
Con la victorinada de ayer quedó inaugurada oficialmente la temporada taurina en la provincia. Y no pudo ser mejor estreno, con una corrida que tuvo ... de todo lo que requiere un festejo taurino. Gran ambiente y colorido en los tendidos de la Alameda, con un casi lleno sobre el aforo permitido, unas dos mil quinientas personas. En el ruedo hubo algunos momentos buenos, pero a la corrida en conjunto le faltó casta y mucho más poder.
La verdad es que el festejo ofrecía desde el día de la presentación oficial un abanico de alicientes muy amplio. En el apartado taurino, el anuncio del debut de los toros de Victorino Martín, ya de por sí era argumento suficiente, unido a la reaparición del diestro 'Rafaelillo', un murciano con muchas vinculaciones en nuestra en tierra que venía a reaparecer a Jaén después de casi dos años de ausencia de los ruedos.
En lo social, el festejo servía para que dos euros de cada entrada vendida fueran a beneficio de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno 'El Abuelo'. Una iniciativa que cayó muy bien en la capital. Por las restricciones y el aforo reducido con el que se tienen que celebrar los festejos taurinos, la recaudación no habrá sido excesiva, aunque todo beneficio será bienvenido en tiempos de necesidad como son los actuales.
El festejo venía marcado por la presencia por primera vez en Jaén de los legendarios toros de Victorino Martín. Una de las mejores ganaderías, si no la mejor, que hay en estos momentos en el campo bravo español. Curiosamente nunca habían lidiado en Jaén capital, si en Linares, Baeza, Úbeda y la última, el año pasado en Villanueva del Arzobispo, donde se pudo disfrutar de una gran corrida de toros, incluyendo un indulto.
Ayer por tanto fue un día grande en Jaén, un día que pasará a la historia, donde por fin pudimos disfrutar de unos toros legendarios y únicos, regalándonos una tarde que se quedará grabada en la memoria de todos los que allí estuvimos.
Y disfrutamos mucho, primero viendo salir a los toros por la puerta de chiqueros, levantando grandes ovaciones por parte del respetable. No son los victorinos toros fáciles, ni siquiera los buenos. Los tres toreros rayaron a una gran altura, pero no sólo ellos, todos los que se pusieron delante, picadores y subalternos estuvieron a un alto nivel ante lo exigente del panorama.
El primer toro de Victorino Martín en ser lidiado en Jaén tuvo por nombre 'Mistral', de 472 kilos de peso y marcado con el número 116. De pelo cárdeno, el encargado de su lidia fue el murciano Rafael Rubio 'Rafaelillo', que también tuvo su historia ayer. Por cierto, la cabeza de ese toro lucirá en el salón social de la plaza de toros de Jaén, Alberto García, empresario de la plaza, la ha regalado a la sociedad propietaria.
Reaparición de 'Rafaelillo'
Otro de los grandes momentos de la tarde fue la reaparición del diestro murciano Rafael Rubio 'Rafaelillo'. Una reaparición y con toros de Victorino, ¡ahí es nada! El público le propinó al torero una atronadora ovación una vez roto el paseíllo y antes de que saliera el toro de su vuelta a los ruedos. Visiblemente emocionado recogió su ovación en el centro del ruedo
'Rafaelillo' es un torero muy querido en esta tierra. Sus inicios fueron en Navas de San Juan de la mano de los taurinos Juan Collado, Juan Ruiz Palomares y el mismísimo Enrique Ponce, en una época de grandes recuerdos.
No se le notó la inactividad al valeroso diestro que salió a por todas desde el primer capotazo, solvente en todo momento, saliéndose hacia los medios en capotazos rodilla en tierra. El de Victorino Martín tomó dos varas aunque sin mucha entrega, y llegó al último tercio con movilidad aunque con poco recorrido. El diestro le enjaretó varias series sobre la mano diestra, intentando alargar los muletazos, aunque en el tercero el de Victorino se quedaba en las zapatillas del torero impidiendo la ligazón. De la misma guisa siguió por el lado izquierdo, aunque el diestro consiguió de manera aislada muletazos de mucho mérito.
Ni mucho menos fue la faena soñada, pero el triunfo estaba en que había conseguido volver de nuevo a ponerse delante de la cara del toro. Se entretuvo en la suerte suprema pinchando hasta en tres ocasiones, sonó un aviso y recogió desde el tercio una gran ovación.
Con su segundo, cuarto de la tarde se salió a los medios en su recibo capotero. El toro que estuvo bien presentado no tuvo poder, flojo y sin casta apenas si dio opciones de lucimiento. Tomó una vara sin mucha entrega, cambiando el tercio ante la más que previsible falta de energías.
Hubo poco que destacar en los siguientes tercios, para realizar después el diestro murciano una labor en la que quiso el torero y no pudo el toro. Una pena, porque el de Victorino tenía una franca embestida, humillada y con largura, pero su falta de fuerza le impedía seguir la muleta de un torero que poco a poco se fue desesperando ante la poca fortuna con su lote. Mató de gran estocada cortando una oreja más a su entrega que al lucimiento cosechado.
Por su parte, el manchego Rubén Pinar, especialista en esto de la lidia de los toros de Victorino Martín a base de una técnica depurada y un oficio adquirido con el tiempo, lidió su lote con sobriedad y relativa facilidad.
El del Albacete, vestido con un traje blanco y plata, brindó la muerte del toro a su compañero 'Rafaelillo'. Se vio desde el principio, vamos, desde que salió de chiqueros, que el toro no tenía la intención de colaborar, más al contrario, poner las cosas difíciles. Así fue, Pinar se puso sobre el pitón derecho a sabiendas que el lucimiento era una quimera. No se entretuvo mucho el diestro que tiró por la calle de en medio ante las primeras dificultades. Con la zurda ni lo intentó ante el descontento de un respetable que entendía de las dificultades pero que esperaba un esfuerzo mayor. Mató de estocada entera y descabello cosechando un silencio respetuoso.
Buen ramillete de verónicas le recetó al quinto, bajándole las manos, rematando su inicio capotero con media a la altura de las dos rayas. Tampoco le sobraron las fuerzas tomando una sola vara en la que apenas se empleó, surgiendo el runrún entre el público que a esas alturas empezaba a desesperarse ante las escasas opciones de los cornúpetas.
Sin embargo y de manera sorprendente el toro empezó a embestir en la muleta de Rubén Pinar, que le enjaretó una faena templada y con excelentes momentos por ambos lados.
El de Victorino no se cansó de embestir, con un recorrido largo y entregado. Por ponerle una pega, le faltó humillar un poco más a la muleta del torero. Es curioso, si alguna virtud tienen los toros de este hierro es que suelen arrastrar el hocico por el albero, pero en este caso no fue así, aunque el animal tuvo un excelente comportamiento durante la lidia.
El torero de Albacete se gustó por momentos, destacando sus series al natural, llevando largo y muy cosido la buena embestida del toro de Victorino. Su final con toreo a dos manos fue el mejor colofón a una faena que a poco que hubiera acertado con los aceros hubiera siendo de triunfo importante. Cambió las orejas por un silencio respetuoso de un público que se rompió las manos a aplaudir al bravo toro de Victorino.
El jienense Alberto Lamelas
Teníamos ganas de ver a Alberto Lamelas, el torero de Cortijos Nuevos, que salió a por todas con su primer toro, animal que se presentó sobre el albero con una imponente arboladura. Larga cambiada de rodillas al hilo de las tablas y arrebatadores lances a la verónica. Levantó las primeras ovaciones en el tendido, repitiendo de nuevo por su forma de llevar la lidia y la generosidad a la hora de poner al de Victorino a la larga distancia para el caballo.
Rápidamente se lo sacó a los medios para comenzar su labor de muleta. Con los pies clavados en la arena citó al bravo toro de Victorino para cuajarle dos excelentes tandas sobre la diestra, bajando la mano y tirando de la humillada embestida del toro. Cierto es que las series fueron de tres muletazos y el de pecho, pero todo con mucha verdad y pureza, formando un alboroto en los tendidos. Bajó de nivel en la primera tanda al natural, dónde el toro protestó en cada embestida. Volvió de nuevo sobre el lado derecho, consiguiendo de nuevo elevar el torno de la faena, en un conjunto de mucho mérito ante el exigente toro de Victorino Martín. Mató de pinchazo y estocada, cortando la primera oreja de la tarde.
El de mejor presentación de toda la corrida fue el último de la tarde, levantando ovaciones nada más salir por la puerta de chiqueros. Se fue como un relámpago al capote de Lamelas que lo recibió con una larga de rodillas y vibrantes lances. El voluminoso toro pareció tener más fuelle que sus hermanos, aunque poco a poco se fue diluyendo durante la lidia. Entre medias, tomó una vara empujando, el único que lo hizo de verdad. El torero muy entregado y tras brindarle la faena a su compañero 'Rafaelillo' le realizó una faena que tuvo un comienzo arrollador en las dos primeras series, asentado en la arena y corriendo la mano a una entregada embestida del toro. No pudo seguir de la misma guisa, pues el toro poco a poco se fue diluyendo, quedándose cortó y buscando al torero. No fue impedimento para que el torero, siempre bien colocado consiguiera sacar muletazos de uno en uno que resultaron excelentes. De nuevo tuvo el triunfo en su mano dejándolo escapar tras un pinchazo y una estocada que se fue a los bajos. Mal final para una gran labor. Una pena, el esfuerzo mereció llevarse el premio de las orejas, aunque su labor en el conjunto de la tarde fuera realmente buena. Dio la vuelta al ruedo a su actuación en conjunto.
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