El obispo de Almería condena el crimen vicario: «Solo los monstruos egoístas desconocen las razones del corazón»
Antonio Gómez Cantero ha reconocido que «tras estos momentos de dolor», vendrá el momento de «recapacitar y de dar respuestas a tantos por qué»
El obispo de la Diócesis de Almería, Antonio Gómez Cantero, ha expresado su «profundo» dolor ante el crimen vicario que ha consternado a los municipios ... de Abla, Gérgal y Alboloduy. «Nos han traspasado el corazón», ha expuesto al conocer el presunto asesinato de un padre, de origen rumano, a sus dos hijas de 4 y 2 años por envenenamiento en Las Alcubillas. El hombre, posteriormente, acabó quitándose la vida.
Gómez Cantero ha explicado, en un escrito de la página oficial de la Diócesis de Almería, el «dolor» que están viviendo en estos momentos en un asesinato en el que «sobran las palabras, ahora, sólo el silencio de la consternación y acompañar, como podamos, a su pobre madre».
Ante este trágico crimen, el obispo diocesano de Almería ha mandado «abrazos profundamente sentidos y una oración». Eso sí, hace hincapié en que, después, «vendrá el momento de recapacitar y de dar respuestas a tantos por qué». Triste y consternado ha hecho referencia al apuñalamiento de una madre por su hijo, en Málaga, y se ha preguntado «¿qué nos está pasando?».
«No quiero hablar, solo rezar, acoger y llorar, como tantos hoy lo estamos haciendo, me uno a la madre y a la familia de estas niñas, me uno a estos pueblos, a sus buenas gentes y a sus autoridades», ha comunicado porque «nada justifica ninguna muerte y menos la de unas criaturas, dos niñas de 4 y 2 años, hasta los animales defienden a sus cachorros». Así, concluye señalando que «solo los monstruos egoístas desconocen las razones del corazón, al final apretamos los dientes y en este momento sólo nos queda rezar».
El obispo ha pedido que «descansen en paz» las pequeñas, Elisa y Larisa, «después, entre todos, una contestación cívica que solucione tantos conflictos de esta índole, que nos salpican a la cara la sangre de tantos inocentes», ha finalizado Gómez Cantero.
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