La Red de Inmigración ve «homicidio imprudente» en la muerte del menor en Oria

El comunicado lo remitía esta organización horas después de que el diario El País publicase en su edición digital parte del contenido del informe preliminar de la autopsia que, según narra este rotativo, apunta a «signos asfixiáticos generales» y describe las circunstancias de la muerte, con «seis guardias jurados para contener» al joven. Este informe, citado por dicho diario, señala que el joven estaba «diagnosticado de Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, consumo de sustancias y trastorno de adaptación ansioso-depresivo». El informe pericial elaborado después del visionado de presuntas imágenes grabadas de la maniobra refleja que los trabajadores del centro de Oria ataron al joven de pies y manos sobre su cama boca abajo. A la espera de que lleguen al juzgado que instruye el caso los análisis toxicológicos, ese primer estudio «no descarta la compresión abdominal o la sofocación con almohada/colchón en esta muerte» que, entretanto, define como «súbita», según sostiene la información.

Ninguna fuente oficial confirmó el contenido de dicho informe preliminar –pero tampoco lo desmintieron de forma taxativa–. Fuentes judiciales consultadas por IDEAL aseveraron que no se trasladarían novedades hasta no conocer de forma definitiva la causa de la muerte, algo que -en principio- no se podría extraer en cualquier caso del informe preliminar cuyo contenido difundió ayer el diario madrileño.

«Indistintamente de la situación de consumo previo o del cuadro clínico que haya provocado el episodio de autolisis por el que se dio la orden de contención, analizando los protocolos vigentes, desde la Red se considera excesivo el uso de personal y las maniobras descritas ampliamente en los informes», remarcaron, «así como ilógico que se adoptasen medidas de contención como las señaladas cuando el joven no tenía, según se conoce, partes o actuaciones previas».

La Junta de Andalucía, bajo cuyas directrices se gestiona el Centro de Menores Tierras de Oria –en manos de la asociación sin ánimo de lucro Ginso– reclamó ayer cautela. El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín (Cs), clamó por tratar asuntos como el de Oria «con la delicadeza y la prudencia que requieren», recordando que el caso se está investigando en el juzgado de la localidad almeriense de Purchena, a la par que la Consejería que lidera también abrió una investigación interna «para conocer exactamente los hechos».

«No tenemos conocimiento de ningún informe ni sentencia que avale las causas de la muerte», insistió Marín desde Sevilla, donde participaba en un encuentro con medios por otros asuntos de su departamento. Según amplió, para circunstancias de este tipo el protocolo establece que el forense «descarta posibilidades» que puedan haber provocado el fallecimiento pero que ahora mismo, a la Junta no ha llegado «absolutamente ningún informe que avale las causas del fallecimiento», de modo que, a su juicio, «todo lo que se especule con este caso es imprudente porque no hay ningún informe de una autopsia que nos diga nada».

Sobre el centro, el consejero de Justicia reconoció que es un «especialmente conflictivo», que todos los trabajadores «tienen la cualificación necesaria para atender una situación de emergencia como la ocurrida con este chico» y que el Gobierno andaluz nunca ha tenido dificultades para mantener contacto con sus responsables. De hecho, ha recordado que «unos días antes de estos hechos, los familiares fueron al centro sin problema a visitar al joven», a quien «parece que en breve se le iban a comunicar otras condenas de hechos delictivos que tenían anteriormente». «Se investiga lo acontecido y mientras no haya un informe ni se conozca el resultado de la autopsia, todo lo además es interferir en la investigación», avisó antes de insistir en que el protocolo se siguió con normalidad: «Se ha cumplido todo», garantizó.