La agricultura intensiva de Adra y Níjar pide agua 'a gritos' para poder sobrevivir
Coag se hace eco de la delicada situación de algunos agricultores cuya demanda no se ve satisfecha para cubrir las necesidades del cultivo
José Esteban Ruiz
Almería
Martes, 15 de septiembre 2020, 00:55
La falta de lluvias, las altas temperaturas y el adelanto de las cosechas en la campaña actual de frutas y hortalizas en los invernaderos, hace ... la combinación perfecta, como destacaron en la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) de Almería, a través de su secretario provincial, Andrés Góngora, para que en estos momentos haya agricultores con falta de agua para sofocar las necesidades de sus cultivos, sobre todo aquellos que tienen sus fincas en Adra y la comarca de Níjar.
Andrés Góngora explicó sobre esta cuestión que a la sequía «se ha sumado que la campaña ha dado comienzo de manera temprana, por lo que la necesidad de agua es mayor para los cultivos, debido a las altas temperaturas y a que los días son largos aún. Todo ello ha provocado que los pozos se estén agotando y haya agricultores que se han visto obligados a recurrir a cubas de agua para poder regar».
La preocupación «es máxima», señaló Góngora, quien resaltó que «hasta la fecha nunca había visto que agricultores se dirigieran a la organización agraria para realizar un informe de daños sobre su explotación debido a la falta de agua, y ahora, en estos momentos, se están produciendo estos hechos, sobre todo en el municipio de Adra». Ello «es un indicador de que la situación es muy grave», apostilló Andrés Góngora.
El problema es de fondo en la provincia. Es un territorio deficitario en agua y no se cuentan con las infraestructuras necesarias para hacer frente a demandas puntuales en momentos concretos de la campaña en la que aumenta debido a circunstancias como las que se producen este año, explicó el dirigente agrario, quien espera una reacción urgente por parte de las administraciones competentes.
Este tema es recurrente para los políticos que se encuentran en oposición, el de la necesidad de invertir en infraestructuras que generen mayor capacidad en la disponibilidad de recursos hídricos para el regadío de los cultivos, pero cuando llegan a un Gobierno, sean del color que sean, llega el olvido. Estas iniciativas, la mayor parte de ellas, se programan a largo plazo, y no relucen en los hechos a corto, que es lo que puede llegar a generar votos.
En Níjar, en estos momentos, la desaladora de Carboneras, «no tiene tal capacidad para generar el agua que necesitan los agricultores de la zona, más si cabe, después de hacer tantas concesiones a grandes explotaciones gestionadas, la mayor parte, por fondos de inversión», señaló Góngora. Así, en el municipio abderitano, «los productores dependen del Río Adra para regar sus cultivos, y la falta de lluvias hace que la situación sea insostenible».
Desde Coag, además de solicitar inversiones urgentes en infraestructuras vinculadas a los recursos hídricos, exige que «no se autoricen más regadíos a macro explotaciones en manos de fondos de inversión».
Racionar el agua
La reducción de la disponibilidad de agua en las comunidades de regantes, en las balsas habilitadas para satisfacer las necesidades de todos los cultivos, ha generado la reacción de las mismas a la hora de gestionar los recursos, racionalizando, de una u otra forma, el suministro, según informaron desde Coag. «Algunas comunidades de regantes han decidido disminuir la dotación a disposición de los usuarios y otras, directamente, a cerrar el suministro durante ciertas horas al día, para tratar de que se recupere la capacidad embalsada», explicó Andrés Góngora.
En el área de El Ejido, en estos momentos, la demanda se está cubriendo con el agua que genera la desaladora, pero también se está reduciendo el nivel de los pozos. «Esto es viable porque a excepción de una mínima parte del agua desalada que se está destinando al abastecimiento de Roquetas de Mar, el resto se está destinando a la agricultura», señaló Góngora, quien alertó de que esto también puede cambiar cuando el Ayuntamiento de El Ejido tenga que utilizar el agua que le corresponde para el abastecimiento, que ahora, por lo pronto, no está haciendo uso de ella. En La Cañada, si todo sigue igual, si sigue sin llover, «habrá problemas en unos diez días», advirtió Góngora.
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