¿Dónde están los tomates? La escasez de producto pone nerviosa a la distribución

De hecho, Gran Bretaña se enfrenta a escasez de verduras, en particular de tomates, después de que los suministros de los supermercados se vieran afectados por las cosechas interrumpidas en el sur de Europa y el norte de África. Imágenes de estanterías de frutas y hortalizas vacías circulan por las redes sociales en ese país, y no son pocos los consumidores que se preguntan dónde están los tomates, también el resto de productos. La respuesta es que no hay.

Especialmente complicadas en campo fueron las semanas cinco y seis, que corresponden con las dos primeras semanas de febrero. Y esto hizo que la distribución se pusiera nerviosa y los clientes, más. Frente a ello, dos grandes supermercados han decidido limitar las compras de los clientes a entre dos y tres artículos por compra, para evitar que otros no pudieran acceder a ellos.

De hecho, hace tan solo unos días Coexphal avisaba de que los kilos de tomate comercializados entre las semanas 5 y 7 eran un 22% inferiores a los que se vendieron en el mismo periodo del año anterior y algunas empresas tenían problemas para cumplir con los programas de sus clientes.

Según datos del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, el volumen comercializado en la semana 5 registró, según estimaciones del sector, valores entre un 20-25% por debajo de las mismas fechas de la pasada campaña. Y una semana después, en la 6, el volumen comercializado de tomate se redujo incluso más, entre un 30% y un 35% respecto a la semana 5.

Pero, dónde está la explicación a esta situación y, sobre todo, cuándo va a tener solución.

En relación a la primera pregunta, hay que remontarse al inicio de campaña. Y es el otoño-invierno se caracterizó por la presencia de cálidas temperaturas en su inicio y durante la primera parte del invierno.

Esto provocó, como explica José Carlos Escobar, el director comercial de CASI, el mayor productor de tomate de España, que «los meses de noviembre y diciembre fueran muy complicados por las condiciones climatológicas, con días muy cálidos que hicieron que se recolectara mucho fruto». Las plantas soltaron muchos kilos, agotándose antes y recolectándose productos que iban destinados al mes de enero, a lo que se unieron problemas en el cuaje de dos ramos, los que se correspondían aproximadamente con fechas de recolección de finales de enero y principios de febrero. A esto también se le añaden otros factores, como la presencia del virus del rugoso. Es por ello que el sector almeriense ya sabía que esa falta se iba a producir.

Por otra parte, las bajas temperaturas desde mediados del mes de enero también conllevaron una maduración más lenta del fruto, alargando el período de recolección y por tanto el tiempo de carencia de producto para venta.

A la situación vivida en Almería, se suma los problemas que también Marruecos y Turquía, claros competidores, tuvieron en el mismo período, lo que agravó aún más la situación del mercado. De hecho, la Organización de Control y Coordinación de Exportaciones de Alimentos Morocco Fodex prohibió desde el 9 de febrero la exportación de tomates, entre otros productos, a determinados países, para garantizar la seguridad de los alimentos en el propio país, después de que los precios del tomate aumentaran a un ritmo excesivo.

Sin embargo, parece que la normalidad comienza a acercarse. José Carlos Escobar señala que en CASI ya notaron un incremento de producción la pasada semana y que se está confirmando en la actual, por lo que en la próxima semana el mercado podría terminar de regularse en lo que a la provincia de Almería se refiere.

También en este sentido se pronuncian desde Coprohníjar. «El clima ha hecho que la producción no sea tan homogénea como otras campañas, siendo muy alta en noviembre y diciembre, y más escasa en estos momentos, pero poco a poco el campo va madurando sus frutos y se está viendo un aumento de producción con respecto a las ultimas semanas, que llevará a una estabilización de precios y una normalidad en la exportación en poco tiempo, o eso esperamos», señala su presidente, Francisco de Ves.

Campaña complicada

Está siendo esta una campaña complicada para el agricultor, que afrontó un inicio de campaña con mucho tomate y precios bajos, por el exceso de oferta también en países como Marruecos y Turquía que incrementaron sus plantaciones pensando en el posible hueco de mercado que podían dejar Holanda y Bélgica. Sin embargo, las producciones en el norte de Europa se mantuvieron. El inicio de año siguió difícil con precios elevados por la alta demanda, pero con mermas de producción importantes, y unas semanas por delante que también podrían ser complicadas.

Y es que como señala el Director Comercial de CASI «Holanda y Bélgica que parecía que no iban a plantar este invierno, finalmente sí plantaron y comenzarán a producir tomate entre las semanas 12 y 14».