Un Papa irrepetible
«Francisco, como hombre de Dios y para Dios, observó que el papel de la mujer en la Iglesia Católica y en el propio Vaticano estaba bastante limitado»
Lola Ruiz Moreno
Periodista, responsable de Comunicación de Cáritas Almería
Martes, 22 de abril 2025, 13:07
El Papa Francisco marcó un antes y un después en la Iglesia Católica aplicando uno de los principios básicos de la vida: todos somos iguales ... ante Dios; no idénticos, puesto que cada persona tiene sus particularidades, pero sí somos iguales ante Dios. El Padre nos ama a todos por igual, sin distinción, todos somos sus hijos, todos.
Es por ello, que ante unas estructuras cerradas y marcadas, este discurso pueda ser absolutamente rompedor, ya que nos iguala ante Dios de una manera extraordinaria. En el Vaticano, hombres y mujeres tienen sus funciones y limitaciones claramente establecidas. Pero Francisco, como hombre de Dios y para Dios, observó que el papel de la mujer en la Iglesia Católica y en el propio Vaticano estaba bastante limitado. Él mismo afirmó: «Definitivamente existe una necesidad urgente no solo de comprender y aceptar que las mujeres tienen una dignidad bautismal igual a la de los hombres en la Iglesia Católica, sino también de tomar medidas».
Y las tomó. El papa Francisco convocó a tres mujeres a participar en la reunión del Consejo de Cardenales, el mayor centro de poder en el Vaticano, con el propósito de reflexionar sobre «la dimensión femenina de la Iglesia» y el objetivo declarado por el pontífice de «desmasculinizar» esa institución. Así mismo, en 2024, Francisco afirmó lo siguiente: «La Iglesia es mujer» y reconoció: «Uno de los grandes pecados que hemos cometido es masculinizar a la Iglesia». Desde ese momento, tuvieron lugar una larga lista de nombramiento históricos, como por ejemplo el de Simona Brambilla, la primera mujer en la historia nombrada prefecta de un Dicasterio de la Santa Sede.
Estas declaraciones del Papa Francisco y sus actuaciones al respecto son una fuente de esperanza para todas las mujeres que tienen la vocación de trabajar para la Iglesia. En mi caso, siempre he tenido claro que mi vocación es ser periodista socio-religiosa, y dedicar mi vida profesional a trabajar para la más bella y verdadera institución que tenemos: La Iglesia de Jesús y María Santísima. Por eso, afirmo con total certeza que Francisco es irrepetible.
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