La espectacular bola de fuego que se vio en el cielo de Almería
El objeto entró en la atmósfera a una velocidad de unos 29 mil kilómetros por hora
C. Á.
Lunes, 11 de agosto 2025, 10:14
Las redes sociales se han llenado desde la noche de este domingo de vídeos en los que se muestra una gran bola de fuego cruzando ... el cielo peninsular. En las imágenes se muestra una bola de fuego artificial que fue grabada en la noche del 10 de agosto, a las 23:49 (hora local peninsular española). En Almería también se pudo observar en distintos puntos, como han señalado varios usuarios en redes sociales.
El episodio se produjo pocos minutos antes de la medianoche, cuando numerosos testigos observaron varias bolas de fuego que atravesaron el cielo durante varios segundos y dejaron tras de sí una larga estela. El fenómeno se grabó desde municipios almerienses como Roquetas de Mar, Las Salinas de Cabo de Gata o Vera, así como desde Granada, Murcia, Alicante y Baleares.
De acuerdo con la SPMN, este tipo de reentradas y fragmentaciones de artefactos espaciales pueden prolongarse durante minutos y describen trayectorias amplias y rasantes, con múltiples piezas visibles. En este caso, se trataba de basura espacial procedente de un lanzamiento reciente, un resto que había cumplido su función y permaneció en órbita hasta su reentrada en la atmósfera.
Según ha señalado en la red social 'X' el Observatorio Astronómico de Calar Alto, ubicado en la sierra almeriense de Los Filabres, en el término municipal de Gérgal, el objeto entró sobre el Atlántico a 118 kilómetros de altitud, recorrió más de 900 kilómetros y alcanzó una velocidad aproximada de 29.000 kilómetros por hora.
El organismo ha recordado que este tipo de episodios se registran cada vez con mayor frecuencia, como ocurrió a finales de marzo con la reentrada de un Falcon 9 de SpaceX que dejó una espiral luminosa en el cielo.
El astrofísico José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y director del proyecto SMART, ha sido el encargado de analizar el evento. Según los resultados de los primeros análisis, el fenómeno se produjo como consecuencia de la reentrada en la atmósfera terrestre de un objeto artificial, muy probablemente un satélite. Sin embargo, avances posteriores han aclarado que el evento lo produjo la basura espacial, pero no se trató de un satélite, sino de la cuarta etapa de un cohete chino Jielong-3,e fue lanzado el 8 de agosto.
El objeto entró en la atmósfera a una velocidad de unos 29 mil kilómetros por hora. El brusco rozamiento con el aire a esta enorme velocidad hizo que el objeto se rompiese en multitud de fragmentos, que se volvieron incandescentes.
De esta forma se generó una bola de fuego artificial que se inició a una altitud de unos 118 km sobre el Océano Atlántico. Desde ese punto avanzó en dirección noreste, sobrevolando Andalucía, Murcia y el sur de Alicante, continuando en dirección noreste hacia las Islas Baleares. En ese punto los dispositivos del proyecto SMART dejaron de ver el objeto debido a su gran distancia. La hipótesis más probable es que los fragmentos que hayan podido sobrevivir a su brusco paso por la atmósfera hayan caído al mar, en el Mediterráneo.
Esta reentrada ha sido registrada por los detectores del proyecto SMART desde las estaciones de detección ubicadas en Huelva, La Hita (Toledo), Calar Alto (Almería), Sierra Nevada, Sevilla, Faro de Cullera (Valencia) y Otura (Granada). SMART es un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se desarrolla en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN).
Esta red se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de otros objetos del Sistema Solar. El código identificador de este evento en la base de datos del proyecto SMART y de la red SWEMN es: SWEMN20250810_214958.
Segunda en dos días
Este fenómeno ya se había producido dos días antes, el 8 de agosto. Una brillante bola de fuego cruzó el cielo ese día, a las 21:55 (hora local peninsular española). Este bólido pudo ser observado por multitud de testigos que se hicieron eco del fenómeno en redes sociales. También fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo).
También fue grabada por los detectores que este mismo proyecto de investigación tiene instalados en los observatorios de Calar Alto (Almería), Sierra Nevada (Granada), Sevilla, La Sagra (Granada), Huelva y La Hita (Toledo).
Esta bola de fuego fue analizada por Madiedo y permitió determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 217 mil kilómetros por hora. Estas rocas que se cruzan con la órbita de la Tierra reciben el nombre de «meteoroides». El brusco rozamiento de la roca con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca (el meteoroide) se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego
En este caso la roca procedía del cometa 109P/Swift-Tuttle. Se trató, por tanto, de una perseida de gran luminosidad. La lluvia de estrellas de las perseidas alcanzarán su pico de actividad en la madrugada del 12 al 13 de agosto, pero desde finales de julio algunas ya están cruzando el cielo nocturno. La mayoría de las perseidas se generan cuando entran en la atmósfera fragmentos del tamaño de un grano de arena desprendidos de este cometa, dando así a las típicas estrellas fugaces. Cuando estos fragmentos son de un tamaño superior al de un guisante, el brillo de la estrella fugaz que se genera es mucho mayor. Estas estrellas fugaces de alta luminosidad se denominan bólidos o bolas de fuego.
Esta bola de fuego se inició a una altitud de unos 116 km sobre la localidad de Jarafuel (Valencia). Desde allí avanzó en dirección suroeste, sobrevolando la provincia de Albacete. Finalmente se extinguió con una gran explosión a una altitud de unos 86 km sobre la localidad de Los Arejos (Murcia). Su gran luminosidad hizo que este bólido se pudiera ver desde más de 600 km de distancia. La bola de fuego recorrió una distancia total en la atmósfera de unos 182 km.
La roca se desintegró totalmente en la atmósfera, por lo que ningún fragmento consiguió llegar al suelo. Asimismo, se ha podido determinar que el evento era un bólido rozador: una bola de fuego que se genera cuando una roca entra en la atmósfera de forma casi tangencial, siguiendo una trayectoria casi paralela al suelo.
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