Semana Santa de Almería

El Señor de la Borriquita llena de niñez a Almería

Detrás de una gran cantidad de niños hebreos, el Señor de la Victoria, que este año ha estrenado una nueva disposición encima del paso, cambiando el orden de las imágenes que acompañan al Señor montado en la borriquita, también los mantos y los mantolines de los apóstoles y las mujeres hebreas del paso están de estreno en sus ropas. Pero, sin duda, el gran estreno de la Hermandad, ha estado en el paso de la Señora, porque este año la candelería de María Santísima de la Paz, completa ya, ha sido donada por muchos hermanos para que ilumine a la Señora de la Paz.

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Pese a la incertidumbre meteorológica, los almerienses respondieron esta mañana en las calles, llenas, para disfrutar de los titulares. María Santísima de la Paz, la virgen dulce, cuyo paso lo ha llevado una cuadrilla de 30 mujeres, y que este año su vestidor, Álvaro Abril, le ha puesto una profusión de perlas en el rostrillo, las mismas perlas que predominan en los broches que la Señora lleva en la cintura, y algo en lo que fijarse es que, Jesús esta mañana está vivo, con vítores y alegría. Y Ella, su Madre, hoy no lleva puñal. Toda vestida de blanco, con su manto en un beige casi blanco y el único punto de color, su fajín rojo. Ha sido, un discurrir alegre y con un público muy numeroso en las calles. El Domingo de Ramos se ha palpado en Almería y es que, se ha notado, que Almería tenía ganas de Semana Santa.

Si ha habido un detalle que hace diferente a esta hermandad, del resto, es en su petición de venia. 'El permiso', que todas las hermandades solicitan para realizar la Carrera Oficial, en esta hermandad lo piden tres personas: el Diputado Mayor de Gobierno, el Hermano Mayor y, con ellos, un niño hebreo. Resaltando la importancia de los más pequeños en esta hermandad almeriense.

Entre detalles, ha discurrido el paso, donde varios hermanos de la corporación se han paseado durante el itinerario de la procesión vendiendo pequeñas palmas para las solapas. Algo que, sin duda, se ha convertido en una tradición para comprarlas esa mañana y lucirlas en el Domingo de Ramos. Este símbolo, entrañable, también llegó a la Plaza de la Catedral. Pues en la entrada de los niños, con las palmas y sus voces, su algarabía, precedieron al Señor que, a los sones de la Agrupación Nuestra Señora del Mar de Huércal de Almería, fue recibida por Monseñor Antonio Cantero, nuestro obispo. Junto a ellos, los nazarenos de la Hermandad que, con túnica blanca con capa y cíngulo burdeos, han llenado este espacio de la capital.

La virgen, acompañada por la Asociación Musical El Castillo de Serón, con el paso de una cuadrilla de costaleros jóvenes -la del Señor masculina y, la Virgen, femenina- mandados todos ellos por el capataz Francisco Javier Jiménez 'El Latas', en el mundo cofrade. Esta señera hermandad ha contagiado de alegría el Domingo de Ramos. Sus calles, llenas de gente, recibieron al Señor, que ya ha entrado en Jerusalén.