El proyecto para la Balsa del Sapo pendiente de resolver qué hacer con la salmuera

Tal es el caso del proyecto de modernización de la zona regable de Tierras de Almería. Un proyecto presentado por la Federación de Regantes de Almería (FERAL) y que recibió el pasado 11 de junio el visto bueno del Consejo de Ministros para que Tragsa comience a ejecutarlo.

En este sentido y como señala el presidente de FERAL, José Antonio Fernández, el objetivo que se marcan es dejar de extraer agua del acuífero inferior en los próximos años.

«Vamos a hacer dos embalses: uno Alto Ejido y otro Bajo Ejido, así como una red de tuberías desde las canteras de El Ejido hasta la playa, para cubrir toda Tierras de Almería, y la automatización del sistema». Asimismo, el proyecto incluye la puesta en marcha de una planta de energía fotovoltaica para conectar con la red de la desaladora.

Una iniciativa que llegará a casi 3.000 hectáreas y que permitirá a esta comunidad de regantes abastecerse tanto de agua de la desaladora como de la propia Estación Depuradora de El Ejido.

Este proyecto, con un coste de 30 millones de euros, se incluye dentro de la Fase 3 del Plan de Modernización de Regadíos que está ejecutando el Seiasa, lo que implica que Seiasa aporta el 70% de la inversión, más el IVA, una cantidad que la comunidad de regantes tiene que devolver en 50 años, pero sin intereses y con una carencia de 25 años. «Estamos hablando de que solo en intereses nos ahorramos más de 30 millones de euros», destaca José Antonio Fernández.

Junto a este proyecto, el Consejo de Ministros también dio luz verde al proyecto de obras complementarias para el aprovechamiento del agua regenerada de la EDAR de El Ejido, dotado con 19 millones de euros.

En este caso y como explica Fernández se trata de un proyecto que permitirá construir una balsa donde recoger el agua tras ser sometida al tratamiento en la EDAR y que se convierta en agua apta para regadío. «De ahí nosotros la distribuimos hacia Levante y Poniente. Hacia Poniente irá principalmente para Sol Poniente y otras comunidades más pequeñas y hacia Levante irá para Tierras de Almería y otras comunidades más pequeñas», apunta Fernández, quien también señala que el proyecto incluye también una planta fotovoltaica y que el proyecto en su conjunto tiene que estar ejecutado antes de junio de 2026 «pero posiblemente esté ejecutado incluso antes».

Frente al buen avance de estos dos proyectos, otros dos del Poniente se encuentran con ciertas dificultades para su viabilidad.

Por un lado, sobre el proyecto complementario a la modernización de regadíos de la Comunidad de Usuarios de Sierra de Gádor, Fernández apunta que durante la reunión se puso de manifiesto desde Seiasa es que no hay aún proyecto, porque lo que su viabilidad peligra, pese a que el convenio se encuentra firmado y que contempla una inversión de 30 millones de euros, de los cuales Seiasa se hace cargo del 80% a fondo perdido, por ser uno de los proyectos que se enmarcan en la Fase 1.

En esa misma fase también se encuadra el proyecto de construcción de una planta de tratamiento de aguas de riego en la Balsa del Sapo, con una inversión comprometida de unos 12 millones de euros.

«El proyecto se está ultimando y estamos viéndole la luz», afirma José Antonio Fernández.

En este caso, el problema con el que se encontró la comunidad de regantes Sol y Arena en el proyecto fue con la devolución de la salmuera al mar, puesto que por donde estaba previsto el trazado, no se autoriza por parte de Medio Ambiente. «Hay que bajar los nitratos de la Balsa del Sapo, pero hay empresas que ya están trabajando en ello, hay tecnología y creemos que se puede hacer. Si lo solucionamos, que creo que sí podemos conseguir bajar los nitratos a lo que establece la norma, podremos disponer en cuestión de dos años de ese agua», adelanta el portavoz de la Mesa del Agua y presidente de Feral. Esa planta de tratamiento está previsto que genere entre seis y siete hectómetros cúbicos de agua a los regantes y con ello además se solventaría un «gran problema a la zona, porque somos los regantes los que estamos trabajando para mantener el nivel de la Balsa del Sapo y que no inunde. Ahora mismo están distintas empresas presentando propuestas sobre cómo hacerlo y en cuestión de un mes tiene que estar la solución sobre la mesa», afirma Fernández.

Níjar

Por otra parte, en el Campo de Níjar son dos los convenios firmados. Por un lado para la ejecución de un proyecto de balsa general de regulación en la Comunidad de Usuarios de aguas de la comarca de Níjar, en el Paraje del Jabonero, con un presupuesto cercano a los siete millones de euros. Y un proyecto de mejora de la capacidad de regulación y almacenamiento de agua desalada en la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar, con 11,4 millones de euros de presupuesto.

Levante almeriense

El resto de proyectos corresponden al Levante almeriense.

En Cuevas del Almanzora se encuentra el proyecto de distribución de agua con bombeos fotovoltaicos en Palomares para la Junta Central de Usuarios de aguas del valle del Almanzora. Comunidades de regantes del Bajo Almanzora, Vera, S.A.T. n.º 2503 de Antas y S.A.T. Agrolujo, con nueve millones de euros; así como un proyecto de autoconsumo para mejora del aprovechamiento energético en el riego para la sociedad agraria SAT Los Guiraos en Cuevas de Almanzora, por 900.000 euros.

Otro de los proyectos de esta comarca es el de mejora de la eficiencia energética mediante la adaptación de equipos e incorporación de energías renovables para la instalación de regeneración y mejora de la calidad de las aguas en la Comunidad de Regantes de Cuevas del Almanzora por 14 millones de euros y una planta solar fotovoltaica para bombeo hacia balsa Ballabona, con un millón de presupuesto, entre otros.