Los jóvenes muestran su lado solidario
Alcolea, Padules y Zurgena acogen los campos de trabajo que se han desarrollado este verano en Almería
INMACULADA ACIÉN
Viernes, 15 de agosto 2014, 00:31
Enriquecedora, esa es la palabra que define la experiencia que han vivido los jóvenes que han participado en los tres campos de trabajo que se ... han llevado a cabo en las localidades almerienses de Alcolea, Padules y Zurgena durante los meses de julio y agosto, organizados por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ).
En este sentido, ayer tuvo lugar la clausura del último de los campos de trabajo que aún estaban en funcionamiento como fue el de Alcolea y que se desarrolló desde el 30 de julio al 13 de agosto, bajo el título 'Despierta, el camino del mañana...'. Un programa en cuyo marco los participantes, jóvenes de entre 18 y 30 años, realizaron distintas actividades para poner en valor el arte, las tradiciones locales y el patrimonio natural de la zona, además de disfrutar de talleres medioambientales, actividades lúdicas y biosaludables, entre otros.
También para jóvenes de 18 a 30 años fue el segundo de los campos de trabajo que se llevó a cabo entre el 21 de julio y el 4 de agosto, bajo el título '100 años de ferrocarril en la comarca del Almanzora', donde llevaron a cabo un proyecto museográfico y en cuyo marco participaron en visitas guiadas por la comarca, rutas de senderismo y talleres de artesanía.
De esta manera, el objetivo común de estos campos de trabajo es dar a conocer entre los jóvenes y fomentar el voluntariado, motivándolos a realizar trabajos de proyección social que reviertan en beneficio de la comunidad.
En esta línea, Patricia Jiménez, directora del campo de trabajo 'Jóvenes a Padules: manantial de las Alpujarras', que se desarrolló entre el 14 y el 28 de julio y que estuvo dirigido a jóvenes de entre 15 y 17 años, explica que a través de este proyecto se trata de ofrecer una oportunidad a los jóvenes de desarrollar el conocimiento de otra forma divertida, a través de un proyecto de voluntariado con el que «se desarrollan las capacidades motoras e intelectuales, además de fomentar el trabajo en equipo, la convivencia, valores de solidaridad, respeto y tolerancia, y el aprendizaje intercultural, además de motivar que adquieran compromisos y los lleven a cabo, y compartan acciones altruistas»: al tiempo que añade que «en nuestro campo de trabajo, además, también teníamos como objetivo provocar una mejora ambiental por donde pasamos».
En este sentido, el campo de trabajo de Padules, el único de los tres que se han llevado a cabo en Almería destinado a jóvenes menores de edad, contó con participantes no solo de la provincia almeriense, sino también de otros muchos puntos de la geografía española como Sevilla, Jaén, Cádiz, Palma de Mallorca, Alicante, Valladolid o Asturias. Un grupo de gente heterogéneo que, sin embargo, hizo una piña desde el inicio y ha creado unos estrechos lazos de amistad en un período de tiempo que aunque parezca corto, escasos 15 días, se hace muy intenso por ser 24 horas diarias de convivencia. En relación a este gran ambiente reinante en el grupo, Patricia Jiménez destaca que «los jóvenes nos dan lecciones cada día, porque son muchos los que tienen muy bien puestos los pies sobre la tierra».
Amistades para siempre
Juan Miguel Martínez, de 16 años, es uno de los jóvenes almerienses que participó este año en el campo de trabajo de Padules. Un joven que se apuntaba por primera vez a una actividad de voluntariado y a un programa de este tipo, pero que asegura que ha sido una experiencia maravillosa y que no descarta volver a repetir en próximas ediciones. «Lo que más me ha gustado ha sido la convivencia con los compañeros, gente muy agradable y divertida. Soy una persona un poco introvertida y ellos me han ayudado a ser más sociable», comenta Martínez, quien no duda en afirmar que «esas amistades son para toda la vida».
En esta línea y de manera paralela a la convivencia, las actividades de voluntariado que han llevado a cabo también han sido importantes, ya que se trata de acciones que han dejado su huella en el municipio almeriense y que guardarán el recuerdo de aquellos que con su esfuerzo lo hicieron posible.
Nuevo itinerario turístico
De esta manera, los participantes llevaron a cabo durante su estancia en este municipio de la alpujarra almeriense trabajos de mejora en el área recreativa de Canales, en cuanto a mantenimiento de caminos, de bancos y mesas y las barandillas de acceso al río, a través de su reparación y restauración. Asimismo, otro de los trabajos desarrollados por los menores fue la reparación del camino que conduce hasta el antiguo lavadero del municipio, un espacio de valor histórico y de uso aún, así como la recuperación de una antigua terraza de cultivo deteriorada, donde el objetivo es construir un mirador y que los jóvenes limpiaron previamente y donde construyeron varios bancos de piedra, dejando un legado de su paso por el municipio.
El tercero de los proyectos comenzados y que un próximo campo de trabajo podría finalizar fue el inicio de un bonito proyecto de investigación, que les llevó a descubrir que este municipio cuenta con numerosos ejemplares de encinas y olivos centenarios, de gran belleza, que dejaron recogido en un documento que servirá de base para la elaboración de un itinerario turístico.
«Es una satisfacción personal llevar a cabo estas labores de voluntariado, porque el esfuerzo se ve luego reflejado, y la gente del pueblo nos acogió con mucho cariño», comenta Juan Miguel Martínez, quien añade que después de finalizar el campo de trabajo volvió a Padules con sus padres para que vieran los trabajos que había realizado junto a sus compañeros.
De esta manera, si bien las mañanas se dedicaban al trabajo, las tardes y las veladas fueron para actividades lúdicas, como talleres de botánica, actividades de cine-fórum y teatro que compartieron con los habitantes de Padules, una noche de historias y de acampada en el campo bajo las estrellas, e incluso la grabación de un lip-dub, entre otras muchas propuestas.
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