La gestora da el primer paso para mantener vivo al CD Linares

A falta de que hoy por la mañana se ratifique de forma oficial por la Real Federación Española de Fútbol, el Club Deportivo Linares ya está inscrito para jugar en Tercera División. Se ha dado así el primer paso para mantener viva a la entidad azulilla por parte de las ocho personas que fueron elegidas para formar la junta gestora, en la reunión del martes por la noche en el Ayuntamiento.

Estos linarenses son Juan Calleja, presidente de la Peña Enrique Ponce; Antonio Huertas, exsecretario del club, que sigue haciendo las funciones; Salvador Jurado, trabajador de banca; Antonio Fernández, responsable en Linares de Viajes El Corte Inglés; Francisco Romera, exmiembro de la plataforma ciudadana, Antonio Zapata, abogado, empresario y azulillo vinculado a varias peñas; Pedro Sáez, trabajador de Correos; así como Pedro Jimeno, presidente de la PDC Linarejos y vínculo de unión con el ayuntamiento al ser miembro del Consejo Local de Deportes.

El abanico es amplio y representa a la perfección la democrática intención que manifestó el alcalde cuando, en la reunión anterior, pidió la creación de este organismo formado por personas vinculadas al CD Linares que supiesen cómo actuar y que cuenta con el beneplácito del consistorio. Una vez hecha la inscripción en Tercera, esta tarde volverá a reunirse para dar el segundo paso.

A partir de hoy

Lo próximo será obtener la ratificación por parte de la administración judicial para que la junta gestora pueda actuar legalmente en nombre del CD Linares, más adelante se convocarán elecciones para formar la junta directiva, pero ahora el tiempo apremia. Cuando den luz verde los administradores, comenzará la negociación oficial con los acreedores y el aplazamiento de la parte de la deuda que corresponde a Seguridad Social y Hacienda.

Después se presentará una campaña de abonos similar a la diseñada para el plan de MV, con precios populares y ofertas interesantes que reenganchen a la afición. La máquina se ha puesto en marcha y la esperanza va en aumento con el paso de los días.