La amenaza de lluvia no impidió la presencia del Señor de Granada en la Catedral

«Estamos muy contentos con la participación de los hermanos, la respuesta de las hermandades granadinas y, por supuesto, del pueblo de Granada que nos ha arropado desde el comienzo hasta el final», dijo a nuestro diario el hermano mayor de la cofradía, Antonio Luis Morales. Una organización algo deslucida por la determinación final de salir, el retraso provocado por la incertidumbre y la toma de determinación última de realizar la salida hacia la Catedral y el cambio de itinerario que fue comunicado al Plan Parihuela para la alteración del dispositivo previsto. Poco a poco salieron las distintas representaciones de las hermandades de la ciudad que dispusieron su participación en el cortejo para continuar con las treinta y cinco parejas de hermanos que participaron con cera en la comitiva religiosa.

Después, la presencia de los hermanos mayores y junta de gobierno de la Federación de Cofradías y en la presidencia formaba el hermano mayor de la hermandad organizadora y el presidente federativo, Armando Ortiz.

A sendos lados de ambos, el comisario de los actos del centenario de la cofradía del Rescate, Luis Ignacio Fernández-Aragón y los ediles Francisco Almohalla, de Participación Ciudadana, y Carolina Amate, de Fiestas Mayores. En el cortejo estaba también la pregonera de la Semana Santa, Mamen Sánchez, y el hermano mayor de la de la Virgen de los Dolores, de Maracena, que habían cedido el paso procesional de su Titular para que marchara la imagen del Rescate. Con una considerable altura se veía al Señor del Rescate sobre su peana de plata y rodeado de candeleros con cera y en las esquinas sus cuatro ángeles ceroferarios con faroles. Vestía el Señor la túnica de rocalla, con bordados del XVIII y se había situado un adorno integrado por Escabiosa, calas, jacintos y anémonas en colores burdeos, cardenal y vino tinto con pequeños tonos en blanco.

Itinerario recortado

Poco después de las siete y media se disponía el traslado en dirección a calle Gracia, Alhóndiga y por Jáudenes subir a Marqués de Gerona y acceder al interior de la Catedral por plaza de las Pasiegas donde una importante masa de granadinos acompañaron a su Señor para el rezo de las estaciones. «Es para nosotros un inmenso placer regresar a la Catedral en el centenario de nuestra cofradía y hacerlo treinta y tres años después del primer Vía Crucis de la Federación». El presidente de la Federación también indicó que es una alegría «ver tantos granadinos acompañando a Jesús del Rescate en este acto que se ha consolidado como uno de los de mayor participación de la cuaresma granadina» y el edil de Participación Ciudadana también reconoció que «el Ayuntamiento tiene que estar con todas las manifestaciones populares y tradicionales de Granada y en este caso con la Federación de Cofradías a quien agradecemos cuánto trabajan por la ciudad».

Participaba con la interpretación de cánticos litúrgicos de la capilla «Consona Ensemble» y la música de capilla de la banda de los Ángeles, quienes estrenaron la pieza «Señor del Rescate, Dios de nuestra vida» compuesta por Manuel Elvira.

Vía Crucis del Año Jubilar

«Concédenos la fuerza de volver a levantarnos aún cuando no tenemos ni siquiera el deseo de hacerlo», oró el arzobispo de Granada, monseñor Gil Tamayo en el transcurso del rezo del Vía Crucis del Año Jubilar «Peregrinos de la Esperanza». Permaneció en la sede de la Capilla Mayor del templo metropolitano y desde allí siguió el texto preparado con motivo del Año Jubilar de la Esperanza que se celebra en todo el orbe cristiano. Miembros de las cofradías se situaron en distintas capillas de la Catedral por donde giró el Vía Crucis y responsables de hermandades estuvieron rezando las estaciones desde el altar mayor. La caridad, compartir, la fuerza de la cruz y del amor fueron base para algunas reflexiones y oraciones indicadas por el prelado.

Una vez concluido el rezo de las estaciones el prelado despidió el cortejo ante la imagen de Jesús del Rescate, y nuevamente a las órdenes de José Luis Selfa y su cuadrilla de costaleros, regresó el cortejo en veinticinco minutos desde la Catedral a su sede, finalizando así una jornada para recordar en esta hermandad de la parroquia de Santa María Magdalena.