La UGR nombrará doctores 'honoris causa' a Miguel Giménez Yanguas, Svetlana Aleksiévich y Saman Warnakulasuriya

El reconocimiento a Giménez Yanguas está sustentado en sus «extraordinarios valores humanos», las de un ingeniero humanista. Sus actividades han tenido una repercusión notable en el terreno tecnológico y social. Y han contribuido «notablemente» al desarrollo, promoción y prestigio de la Universidad granadina. La Azucarera no ha sido el único bien que investigó, analizó y se puede decir que estuvo pendiente. Otros espacios y maquinarias también las investigó.

El que fuera Premio Nacional de Ingeniería Industrial es un gran experto en patrimonio industrial de la provincia. Fue profesor de la institución universitaria granadina, adscrito al departamento de Física y Termología de la Facultad de Ciencias, desde 1969 y hasta su jubilación desempeñó diversos puestos docentes en la Facultad de Ciencias, la entonces Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica y la Escuela de Arquitectura.

La trayectoria de divulgación, investigación y restauración del patrimonio industrial trascendió lo local para darle prestigio a nivel nacional. Dispone de una gran colección privada. Ha luchado por la conservación y puesta en valor de numerosas piezas e instalaciones. Ha ejercido como miembro o asesor de numerosas instituciones culturales y científicas.

Recibe el alto honor de la UGR a propuesta de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación, antigua Arquitectura Técnica. Lo hace con el apoyo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, el departamento de Construcciones Arquitectónicas, el departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica y en la Ingeniería, el departamento de Física Aplicada y el departamento de Mecánica de Estructuras e Ingeniería Hidráulica.

También entrará en el claustro de doctores honorarios Svetlana Aleksiévich, periodista y escritora bielorrusa en lengua rusa galardonada en 2015 con el Premio Nobel de Literatura. Este nombre lo propuso el rector de la UGR, Pedro Mercado. Se suma a la reducida lista de mujeres 'honoris causa' de la institución universitaria, apenas una veintena.

Es la creadora de su propio género literario, la «novela de voces», con la que da voz a la gente común para explicar la historia de la antigua Unión Soviética y de los actuales estados que formaron parte de ella, desde la Segunda Guerra Mundial hasta la fecha. Sus obras fueron censuradas en la Unión Soviética, y fue con la llegada de Gorbachov al poder y la Perestroika cuando pudo publicar con normalidad, según informó la UGR en una nota de prensa. Una de sus obras más conocidas es 'Voces de Chernóbil', sobre las víctimas del accidente de la central nuclear ucraniana.

Por otra parte, el Consejo de Gobierno dio luz verde también a la concesión de esta distinción al profesor Saman Warnakulasuriya, a propuesta del departamento de Estomatología de la UGR. Es profesor emérito de Medicina Oral y Patología Oral Experimental en el King's College (Londres, UK) y director del Centro Colaborativo de la OMS para el estudio del Cáncer Oral. A lo largo de su vida profesional Warnakulasuriya se ha dedicado al estudio de los factores etiológicos que se relacionan con el desarrollo del cáncer oral.

El Consejo de Gobierno dio luz verde también a la concesión del Honoris Causa al profesor Saman Warnakulasuriya. Fue a propuesta del departamento de Estomatología de la UGR. Es profesor emérito de Medicina Oral y Patología Oral Experimental en el King's College (Londres, UK), ocupando también el cargo de director del Centro Colaborativo de la OMS para el estudio del Cáncer Oral. A lo largo de su vida profesional Warnakulasuriya se ha dedicado al estudio de los factores etiológicos que se relacionan con el desarrollo del cáncer oral.