Un 'cabezudo' se gana el cariño de Quesada durante las fiestas

Pero en esta edición aconteció algo singular, un hecho que podría ser irrelevante si no fuera por el cariño, afecto y devoción que Quesada guarda por su personaje, su marioneta más querida. Entre las decenas de gigantes y cabezudos, cada año con significativo aumento demográfico en el número de estas criaturas de cartón piedra, aparecía una que provocó la sonrisa del niño, el aplauso de los vecinos, el reclamo de móviles y cámaras fotográficas.

Se trataba de Peneque el Valiente, el añorado títere de Miguel Pino, la entrañable marioneta sexagenaria, seis décadas transmitiendo alegría a los niños no solo de España, también del resto de Europa e incluso de América. Peneque ataviado de cabezudo, toda una sorpresa para regocijo de propios y extraños.

El afamado modelador José Antonio Campos Ortuño había decidido construir un cabezudo con la mirada benévola de Peneque para convertirlo en el príncipe del desfile quesadeño. Así sucedió ese día 14 y así volverá a acontecer el sábado 24 en el que los cabezudos regresarán a la calle ya dentro de la programación oficial de la feria a la Virgen de Tíscar. Un día después la compañía de títeres tomará la plaza mayor para representar al aire libre 'Peneque, el sueño de los títeres, 60 aniversario' y el lunes 26 el teatro de títeres y actores echará un pulso al sol estival para escenificar 'Peneque y Fumanchi'.

En Quesada Peneque tiene tal consideración que la compañía lleva 58 años representando de manera ininterrumpida las aventuras de un personaje admirado, que hasta tiene erigida en su honor una estatuilla en la Plaza del la Constitución, justo delante de la fachada principal del Ayuntamiento.

El cariño a Peneque es tal que las celebraciones deportivas se realizan ante él, los niños que hacen la comunión posan junto a la marioneta y los turistas que visitan los Museos Zabaleta y Miguel Hernández no se marchan de Quesada sin haberse hecho antes una foto junto al títere con la Casa Consistorial o el templete de la música al fondo.

En la época de la tecnología, una pequeña marioneta tan cercana como sencilla es capaz de despertar el interés y la admiración de niños y mayores. Resulta curioso que en estos tiempos modernos reñidos con los aires románticos, el personaje mantenga su fuerza al punto de que se puede hablar de una ruta de Peneque que nace en Astorga (León) y desemboca en Quesada, en total más de una decena ciudades y pueblos con una estatuilla dedicada al clásico de los títeres en sus plazas mayores. En el caso de Quesada el cariño es tan grande que no es descabellado pensar que el Ayuntamiento de la localidad le proponga cualquier día para ser nombrado 'Hijo Adoptivo del pueblo'.