José Ramón Sandoval posa junto a un escudo del Granada con un balón en las manos, en la Ciudad Deportiva del club rojiblanco. Pepe Marín
Primera parte de su entrevista

Sandoval: «Les he tendido la mano a los futbolistas para sacar su mejor versión»

El nuevo técnico del Granada insiste en que no hay «varita mágica» ante la situación del equipo: «Es poner lo que ellos tienen y hacerlo brillar»

Rafael Lamelas

Granada

Domingo, 24 de marzo 2024

Atiende el viernes, algo afónico tras unos días intensos de vuelta al trabajo. Hombre de rituales, comió al día siguiente de llegar en Chikito, el ... restaurante del añorado Luis Oruezábal, porque fue el primero que visitó en su otra estancia. José Ramón Sandoval es una persona de desafíos y afronta uno de los más difíciles de su carrera. Quiere devolver el orgullo al granadinismo.

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–¿Se ha encontrado la Ciudad Deportiva muy cambiada?

–La verdad que sí. La estrené, pero todavía no estaba desarrollada. Ahora es más funcional. Convivimos todos, también filial y Femenino, y esto genera un sentimiento de pertenencia que un club ha que tener. Las cosas no están para sacar pecho, pero estos detalles ponen todo en perspectiva.

–Han pasado los años, pero usted parece el mismo de siempre.

–No he cambiado, pero tengo más experiencia, unas cuantas muescas más en el revólver. De los errores se aprende. Vengo al Granada a aportar lo que tengo, esa sabiduría que pueda sumar junto a mi cuerpo técnico. Hay que subir a los futbolistas al tren. He querido exteriorizar desde el principio ese ímpetu para ser su protector.

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–¿Qué vestuario ha heredado?

–Uno en el que todo entrenador querría entrar, con nobleza y compromiso, también con autocrítica. Les he tendido la mano a los futbolistas para intentar sacar su mejor versión. Es el único camino. Aquí no hay varita mágica de Sandoval ni de nadie que venga. Es poner lo que ellos tienen y hacerlo brillar. A veces tenemos esa piedra preciosa en un sitio y no la vemos. El club ha hecho un esfuerzo grande y el director deportivo hizo un buen mercado de invierno. La dirección está buscando soluciones a problemas que, con el paso de las jornadas, no han podido atajar. Lo malo sería que se quedaran parados y lo dejaran morir.

–¿Ha conversado con todos los jugadores ya?

–Estoy en ello y me gusta informarme de todo, incluidos los reportes de los ayudantes, también del psicólogo. Trato de percibir lo que ellos necesitan. La toma de contacto es buena, pero me preocupa que el viernes está a la vuelta de la esquina, con el Cádiz, y ya nos examinamos. Rezo para que la nota sea positiva y que el mensaje cale. Hay que coger referentes que han funcionado y, en Granada, triunfó Diego Martínez, con un equipo al que costaba ganarle y era muy competitivo. No había grandes figuras, sino jugadores comprometidos. Todo lo que tocaba Diego, funcionaba. Esas circunstancias lo son todo; que entre todos sepamos subsanar los errores.

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–¿Qué ha percibido que los demás no del Granada?

–Sin nombrar a nadie, he de insistir en que si he aceptado el reto es porque he analizado bien a la plantilla y creo que hay jugadores que no han dado todo lo que tienen, por las circunstancias que sean. Agradezco a mis predecesores su trabajo y trataré de dar continuidad a varias cosas, pero he de poner el énfasis en sacar ese fútbol. Es difícil, con esta tensión, que todo fluya, pero al jugador hay que entenderlo. Tiene que bailar como si nadie estuviera mirando. Se puede equivocar, pero tiene comprender en qué.

–Me vienen jugadores como Gonzalo Villar o Melendo...

–Se trata de potenciarlos a todos. Villar, por ejemplo, me ha dejado un buen detalle. En mi primera sesión, el cuerpo médico le tenía entre algodones por una molestia. Al día siguiente, hizo un esfuerzo para entrenar. Esto me manda un mensaje: que quiere darle la vuelta a la situación. Nosotros le dejamos que se suelte, mimándole para que no se agrave sus problemas físicos, pero él muestra implicación. Tenemos que llegar vivos lo más lejos posible de este campeonato.

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–Tiene un delantero centro, Lucas Boyé, que juega bien entre líneas pero solo lleva tres goles.

–Todavía no ha trabajado con el grupo porque hizo un gran sacrificio en el último partido. Le estamos recuperando sin presión. Hay que buscar ese Lucas Boyé que motivó su fichaje. Hay que ponerle en la situación que corresponde. Le he visto muy lejos del área y él puede hacer daño cerca también. Trabajaremos con él y con todos. Necesitamos un poco de tiempo y que esos primeros resultados acompañen, porque nos animarán.

–Se le ve próximo a los veteranos.

–Para mí, Víctor Díaz es para quitarse el sombrero. Ha puesto a disposición del club su ficha, pero no se borra, sino que entrena, viaja con el equipo... Ha vivido lo mejor de este club y quiero que me lo cuente para poder repetir cosas.

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–¿Y con Callejón?

–Le he visto crecer y le he seguido siempre. Me agradó su fichaje por el Granada. Ahora, es importante que cada uno asuma su rol. Los más importantes no siempre son los que tienen más minutos. Callejón puede ser importante como titular y en el vestuario.

–¿Le preocupa que los uruguayos sientan morriña de Medina?

–Son futbolistas competitivos. Van a la guerra y no miran quién está; esto les hace triunfar. No he hablado con los dos que están con Uruguay, pero las referencias de todos son buenas. Es normal que echen de menos a un compatriota, pero ellos se deben al club y su afición.

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–¿Qué hace con los que no hablan español?

–Cada vez que me expreso con ellos, hago venir a un compañero suyo que me ayuda. Hago una doble labor para que se integren sin que lo perciban. Se ven más queridos. De puertas para dentro, van pillando mis chascarrillos también. A ellos hay que ayudarles más que a otros. Tienen una calidad impresionante y han de ponerla al servicio del grupo.

–No quiere hacer números...

–No, no, no, por una sencilla razón. Tengo dibujado ahí –señala una pizarra– los partidos que quedan. Pronto añadiré los de nuestros rivales, pero vamos a visualizar paso a paso la clasificación. Intentaré hacer bloques de tres partidos, dejando uno suelto al final, para intentar restar a los que van por encima los máximos puntos.

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–Pero ahora tiene dos golpes fundamentales: Cádiz, el rival que tiene por encima; y Valencia, en el partido aplazado.

–El Cádiz es el equipo a batir, el que podemos alcanzar. Ganando, vendremos a casa a jugar un partido con nuestra afición que los demás, no. Si lo sacamos, nos ponemos en ruta de viaje. Depende de nosotros, pero no vamos a tener margen de error. Jugar así es difícil, pero el Cádiz tiene la presión encima porque nos da por muertos.

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