Luis Milla, en el duelo ante el Valencia. RAMÓN L. PÉREZ
Granada CF

Las bajas en la medular exigen que Milla confirme su paso adelante

El madrileño asumirá el rol del galo ausente en el centro ahora que ha alcanzado un estado de forma óptimo, atrás los fantasmas de su lesión

Martes, 26 de octubre 2021, 00:12

Cuando el Granada inició en el Camp Nou una secuencia de tres partidos en siete días, Robert Moreno sorprendió al apostar por Luis Milla como ... pivote dejando a Maxime Gonalons en el banquillo como parte de la rotación. Apenas se había visto al madrileño con ese rol en el equipo hasta entonces, pero cuajó un partidazo en las tablas que finalmente se firmaron, frustrada la victoria sobre la bocina. Allí donde jugó como '4' su padre, Luis Milla júnior brilló por su capacidad de mando, asumiendo la dirección de sus compañeros en un encuentro que exigió mucha coordinación defensiva sin balón tras verse en ventaja desde el segundo minuto de juego. La baja de Maxime Gonalons durante el próximo mes de competición como mínimo, unida a las de Isma Ruiz y Yan Eteki, le convierte en el relevo natural del galo en las funciones que este suele desempeñar.

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Luis Milla ha dado un paso adelante en las últimas jornadas. Ha dejado atrás definitivamente la complicada lesión que le hizo perderse la segunda mitad de la campaña pasada después de haber seguido un plan individualizado de readaptación desde la pretemporada. Tenía encandilado a Robert Moreno en la distancia desde su estreno en Primera y más aún ahora que le tiene a sus órdenes. El centrocampista cayó de pie en el vestuario y forma parte del núcleo duro del mismo al gozar de una especial simpatía por parte de los veteranos gracias a su profesionalidad e implicación, también mientras estuvo lesionado. Ahora que ha alcanzado un estado de forma óptimo –solo se perdió el partido contra el Betis por unas molestias que le impidieron entrenar con normalidad durante los días previos– asume sus galones también sobre el terreno de juego.

Fue uno de los jugadores que más frustrados se marchó del empate en El Sadar al entender que el equipo pudo hacer más para llevarse los tres puntos por la superioridad numérica tras la expulsión de José Ángel 'Cote'. Luis Milla no dejó de mover la pelota de un lado a otro en busca de un punto débil en el fuerte de Osasuna y sostuvo la medular ante el juego directo rojillo, acompañado por Monchu Rodríguez, con menores aptitudes defensivas. Sin Gonalons ni Eteki, que son los mayores especialistas defensivos de la plantilla en el centro del campo, le tocará remangarse en el trabajo sucio.

Inteligencia

Los centrocampistas que más balones roban en el fútbol lo hacen de acuerdo a dos características: su capacidad física o su inteligencia. Luis Milla cuenta con la materia gris de su cerebro como aval más allá de sus pulmones o sus músculos. Ya lo exhibió en el Camp Nou, donde tuvo el don de la ubicuidad para aparecer tanto en la presión como en el auxilio de sus centrales. El recorrido que le diferencia de su padre como mediocentro y que Diego Martínez exprimió para que llegase al área deberá adaptarse en esta franja del campeonato a lo horizontal más que en lo vertical, allí donde le necesite su equipo para tapar agujeros.

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Luis Milla se siente uno de los líderes del Granada y ahora afronta un momento clave para erigirse como tal. Ya demostró su personalidad al pedir a Carlos Bacca el penalti que provocó en la derrota ante la Real Sociedad. Está capacitado para tirar del carro en el centro del campo.

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