Trabajadores españoles en la vendimia de Francia en una campaña anterior. L. P.

La vendimia francesa con más granadinos de la última década

Las perspectivas de una campaña de aceituna desastrosa en la provincia y las mejores condiciones salariales empujan al país vecino a cuatro mil temporeros de la provincia

Viernes, 18 de agosto 2023, 00:06

En esta segunda quincena de agosto, cerca de cuatro mil granadinos organizados en cuadrillas de pueblos como Montejícar, Zújar, Moclín, Iznalloz, Baza, Benamaurel, Deifontes o ... Guadahortuna volverán a hacer la maleta para buscarse la vida en la vendimia francesa como lo hicieron muchos de sus padres o sus abuelos.

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Son un millar más que el año pasado, según la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT Granada, que presentaba ayer la campaña. De hecho, la de 2023 será la vendimia con más granadinos de la última década.

La recuperación de la economía granadina tras la crisis del ladrillo, la mayor mecanización del campo francés y los años de la covid, en los que poco más de dos mil jornaleros salieron a Francia, venían reduciendo la cifra de granadinos que buscaban trabajo temporal en la vendimia del país vecino.

Si embargo, en este 2023 se ha experimentado un significativo repunte que se explica por la pérdida de jornales generalizada que está suponiendo la sequía y las perspectivas de una desastrosa campaña de la aceituna que va a poner en jaque la economía de los pueblos comarcas Montes Orientales, de donde proceden mayoritariamente los trabajadores que se irán a Francia.

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El adelanto de la campaña francesa a mediados de agosto, por el calor, es otra circunstancia que ha influido para que se sumen más matrimonios con hijos. «Familias que otros años se lo han cuestionado por el inicio del curso escolar, esta vez se han animado porque saben que van a estar aquí en septiembre para la vuelta al cole y se pueden organizar mejor», explica el secretario general de FICA-UGT Granada, Francisco Ruiz Ruano. Pero sobre todo, son los salarios más rentables y las mejores condiciones laborales los que actúan como reclamo para empujar a los temporeros granadinos a desplazarse a la zona sur francesa.

«Se van unidades familiares y ese componente hace más fácil que repitan, pero sobre todo van porque en un periodo relativamente corto de tiempo obtienen retribuciones extraordinarias. En un mes pueden ganar dos mil euros y en Granada ni la mitad», analizar el secretario general de FICA UGT, que se muestra vehemente al asegurar que al campo granadino no le faltan manos sino que le faltan buenas condiciones laborales.

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En este sentido, desde UGT critican la paradoja que supone que los cupos para trabajar en las campañas agrarias en el país vecino se cubran «de inmediato», mientras que en Granada, los empresarios no encuentran temporeros y tienen que recurrir a mano de obra extranjera.

«La afluencia de granadinos a la vendimia es síntoma de un agravio comparativo entre las condiciones laborales que rigen en los dos países, obviamente a favor de Francia, pues nadie se marcha a trabajar a otro país por gusto, dejando su entorno conocido y su familia.

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11,52 euros por hora

El salario mínimo en Francia fija la hora de trabajo en 11,52 euros frente a los 8,58 euros del convenio de Granada.

El sector agrario debería recapacitar ante esta paradoja», subraya Ruiz Ruano, que recuerda que en Granada el convenio colectivo del campo sigue sin firmarse. El salario que recibirán los vendimiadores españoles depende de la categoría profesional para la que les contraten y del departamento francés en el que trabajen, porque las retribuciones se fijan en comisiones mixtas, que equivalen a los convenios colectivos españoles. Pero la retribución no puede ser inferior a los 11,52 euros por hora —el denominado salario mínimo interprofesional de crecimiento— mientras que en Granada la hora de trabajo en el campo está fijada en 8,28 euros. Las organizaciones agrarias, no obstante, siempre defienden que, en la práctica, se ofrecen salarios muy superiores.

Pero hay más factores marcan la diferencia y explican por qué la gente todavía se marcha a Francia a trabajar. La jornada laboral en el país vecino es de 35 horas semanales, por lo que los jornaleros de la vendimia cobran horas extraordinarias si las superan. Si se trabajan entre 35 y 43 horas semanales, la retribución se incrementa un 25% (14,4 euros), y si sobrepasan las 43 horas de trabajo a la semana, la retribución mínima por hora es de 17,28 euros.

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Las prestaciones familiares que se generan por cotizar en Francia son otro factor favorable. La legislación francesa incluye una exoneración de cotizaciones sociales de la parte del empleado, lo que puede suponer un incremento salarial del 12,25%, sin perder derechos de protección.

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