Más de 800 personas se han suicidado en la provincia de Granada en la última década. José Ibarrola

Los suicidios triplican las muertes por accidentes de tráfico en Granada

Más de 800 personas se han quitado la vida en la provincia en la última década. Solo en el año 2022 se atendieron en las Urgencias hospitalarias 60 intentos

Laura Velasco

Granada

Domingo, 16 de julio 2023, 23:37

Los suicidios en Granada triplican ya las muertes en accidentes de tráfico, convirtiéndose en la primera causa de muerte no natural. En 2021, último año ... con datos publicados, 97 personas se quitaron la vida, mientras que 31 fallecieron en las carreteras de la provincia. La cifra, lejos de disminuir, se intensifica cada año, especialmente a raíz de la pandemia. En la última década, 854 granadinos se quitaron la vida; si contablizamos los últimos veinte años han sido 1.836.

Publicidad

El dato se ha mantenido desde el año 1996 por encima de 80, con picos, sobre todo, en 2009 -con el estallido de la crisis económica- y en años posteriores, como en 2012, con un récord de 133 suicidios. Sin embargo, en el cómputo autonómico la comparativa es aún más trágica, puesto que en 2021 se quitaron la vida 849 andaluces, la cifra más alta desde el año 2000. En consecuencia, se sitúa como la cuarta comunidad de España en número de suicidios, con una tasa de 9,9 por cada 100.000 habitantes, según indican fuentes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (Ieca).

Los hombres son los que más toman esta decisión, muy por encima de las mujeres. De hecho, en el último año con registros fueron 71 granadinos frente a 26 féminas. La tasa de suicidio en ellos es de 15,56 por cada 100.000 habitantes, frente al 5,55 en ellas. Curiosamente, aunque los hombres fallecen más por suicidio, las mujeres realizan más intentos.

Intentos que llegan por Urgencias

Así lo indican fuentes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (Ieca), que aportan luz sobre este otro dato escalofriante, los intentos de suicidio. El registro contabiliza únicamente a los que llegan a los servicios de Urgencias hospitalarias, por lo que la cifra real se presupone aún superior.

Publicidad

Este número sí está actualizado a fecha de 2022, siendo 60 los intentos de suicidios atendidos en esos doce meses en Granada, superando los años anteriores. De hecho, en los más duros de la pandemia, 2020 y 2021, se produjeron 41 y 51 respectivamente. El año pasado fue especialmente duro en Andalucía, al atenderse más de 5.000 intentos de suicidio, de los cuales 392 eran menores.

En cuanto a las edades, la inmensa mayoría tiene más de 18 años. En los últimos ocho años han intentado quitarse la vida 3.880 adultos en Granada, mientras que 120 eran menores. El INE refleja la situación por franja de edad en España, disparándose las cifras a partir de los 75 años. Por debajo de ahí, la más afectada es la de 50 a 54 años.

Publicidad

Un estudio del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía sobre la prevalencia del suicidio recoge que los factores independientes más comunes asociados con la tendencia suicida son ser mujer, mayor de edad, sin pareja estable, con niveles bajos de apoyo social, haber tenido experiencia de abuso físico en la infancia, haber experimentado un número importante de eventos vitales estresantes, presentar puntajes altos de inestabilidad emocional, tener antecedentes familiares de trastorno mental y tener dependencia a la nicotina o a las drogas.

Programa de prevención

Ante estos alarmantes datos, y después de la puesta en marcha del IV Plan Integral de Salud Mental de Andalucía, la Junta ha presentado ahora el Programa de Prevención de la Conducta Suicida 2023-2026, consciente de que en la comunidad «hay un desarrollo desigual» en cuanto a protocolos. El objetivo del mismo es marcarse retos factibles a corto plazo. Los primeros están ideados para aplicarse a lo largo de 2023, tal y como explica Benedicto Crespo, director del mismo. «Nos gusta que sea un plan implementable y evaluable y que no se quede en el papel, por eso hemos recortado puntos para empezar con doce este año», confiesa.

Publicidad

El programa pretende, en primer lugar, instaurar el código suicidio, para que ante cualquier tentativa la atención sea la misma en todos los rincones de Andalucía, como ocurre ya con el código ictus o infarto. Especial importancia tendrá el servicio de Emergencias 061, donde se centralizarán las llamadas de riesgo a través de un protocolo que está casi ultimado. Además, se formará a conciencia a las personas que atienden estas líneas telefónicas.

El ámbito escolar es otro de los puntos claves, a través de un plan de acción que comenzará el próximo curso. Como detalla Benedicto Crespo, implicará a enfermeras escolares, educadores y orientadores para detectar a estudiantes que requieran asistencia en salud mental. «Es pionero en la prevención en este ámbito, están trabajando conjuntamente las Consejerías de Salud y Educación», agrega. La sensibilización a padres y madres sobre salud mental también está incluida en el mismo.

Publicidad

El documento recoge igualmente programas de prevención para zonas de alta incidencia -como determinados núcleos rurales-, en los que Policía Local, farmacéuticos y demás agentes sociales serán formados para detectar a vecinos en riesgo. Ya está puesto en marcha en Alcalá la Real y se va a estrenar en otros pueblos como Loja o Antequera. «El objetivo es intervenir a tiempo», añade Crespo.

Estas son las medidas más inminentes, pero habrá otras que se desarrollarán en años posteriores, como un plan de protección especial a personas LGTBIQA+ que presenten riesgo de suicidio; un protocolo para personas que han perdido a un allegado por esta causa; o fomentar medidas de restricción de acceso a lugares con alta incidencia de suicidio.

Noticia Patrocinada

En este sentido, la Organización Mundial de la Salud, que propone como meta reducir la tasa de mortalidad por suicidio un 15% para 2023 y un tercio para 2030, resalta las cuatro intervenciones con mayor evidencia científica. Las resume en limitar el acceso a los medios de suicidio; trabajar con los medios de comunicación para conseguir la difusión de una información responsable; fomentar habilidades socioemocionales para la vida en adolescentes; y la identificación temprana, valoración, manejo y seguimiento de cualquier afectado por sufrir conducta suicida.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad