La subida de los materiales ralentiza obras y deja cinco licitaciones públicas desiertas en Granada

El problema es generalizado. Materiales básicos en las obras como el acero, el cobre, el aluminio, el hormigón o la madera arrastran subidas de hasta el 25% que disparan los costes finales de los proyectos y reducen ahora los márgenes de beneficio de las obras que se contrataron antes de estas subidas.

En el escenario actual, con la subida récord del IPC y el incremento de costes de los materiales, los presupuestos de las obras ya iniciadas se han quedado totalmente desfasados por lo que desde la Patronal de la construcción reclaman a las administraciones públicas una revisión que les permita continuar las obras con niveles de rentabilidad. «La obra pública necesita reajustes de licitación porque la situación es límite. Las empresas han trabajado a pérdidas durante 2021, es insostenible», resume el presidente de la patronal andaluza Fadeco Promotores y portavoz de la Asociación de Constructores y promotores de Granada, Francisco Martínez Cañavate.

Además, los precios de los materiales están sujetos a una fuerte oscilación. «Las empresas proveedoras dan presupuestos que son válidos tres días los precios pueden subir», apunta. Los pedidos también sufren retrasos, lo que está afectando de lleno a los ritmos de ejecución. La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) ha dado la voz de alarma y ha asegurado que la situación es «muy grave», hasta el punto de que se ha generado un agujero de 230 millones de euros por los 484 contratos públicos que se han quedado desiertos en toda España, al no resultar interesantes para las empresas.

Según el informe presentado por la Patronal, que diagnostica la situación de las licitaciones públicas en toda España, Andalucía lidera el ranking de obras desiertas, con 46 proyectos que suman 35 millones de euros.

La obra de construcción del nuevo edificio de uso ambulatorio del Hospital Torrecárdenas, en Almería ciudad es la licitación andaluza de mayor importe que ha quedado desierta, con 11,5 millones de euros.

En Granada, con mucho menor volumen de obra pública que otras provincias, el importe de las licitaciones desiertas no es ta llamativo pero el problema sí que es ya evidente. Según datos recabados por la Asociación de Constructores y Promotores, desde el pasado verano se han quedado desiertos cinco contratos públicos de distintas administraciones, que casi suman casi medio millón de euros.

El de mayor cuantía es la obra para la adaptación y colocación de ventanas acristaladas en la fachada del complejo judicial de La Caleta, ofertada por la consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración local en 166.980 euros y que quedó desierta. Tampoco se ha encontrado constructora que se se haga cargo de un proyecto en el jardín botánico Hoya de Pedraza de Monachil y de las obras de una conexión urbana con el polígono La Marcoba que sacó a concurso el Ayuntamientos de Guadix. Cierran la lista de licitaciones desiertas las obras en un yacimiento arqueológico en Algarinejo y las de una pista polideportiva sacadas por el Ayuntamiento de Montejícar.

Desde la Patronal de la Construcción en Andalucía, Fadeco Contratistas, inciden en que el incesante incremento de los costes de construcción está tensionando a las empresas e incluso llevando a algunas «a la ruina» ante la ausencia de mecanismos que permitan la revisión de precios de la obra pública.

El Gobierno central debe liderar, según señalan desde la Patronal, la solución de este problema, aunque insisten también en que el resto de administraciones públicas debe reaccionar «a la mayor urgencia posible» sin esperar el movimiento estatal que sigue sin producirse.

«Es el Ministerio el que tiene que mover ficha para hacer un decreto que permita la revisión de precios en las obras iniciadas en el año 2021 por la circunstancia excepcionales de incremento del coste de los materiales y de cobertura a las comunidades autónomas y ayuntamientos», esgrime Martínez Cañavate.

En la misma línea, alerta del riesgo de paralización de obras y del frenazo que esta situación supone para un sector llamado a ser tractor en la recuperación económica. Igualmente, destaca que la problemática sobrevenida al sector por el encarecimiento de costes, sumada a las dificultades que tienen las empresas para encontrar mano de obra especializada, pone en riesgo la ejecución de los proyectos que se financiarán con los fondos europeos Next Generation.