Sotillo y Saturno, nietos de los linces más «míticos» de Andalucía, ya viven en Granada

Maria José Pérez, técnico del centro de cría en cautividad 'La Olivilla', ha estado al cuidado de dos de los ejemplares que se soltaron ayer en Sierra Arana, destaca el papel de estos centros para frenar la desaparición de estos animales. «Los linces que se han soltado aquí vienen de estirpes muy míticas, tanto en las poblaciones en libertad de donde, por ejemplo, viene Solera como los que vienen de cría de cautividad como Saturno, que es nieto de Aura y tiene parentesco con Garfio y Saliega», explica.

Aura era una hembra de lince ibérico de 20 años de edad, un auténtico récord para una especie que no suele superar una quincena de años en el medio natural. El felino, fallecido el pasado 27 de octubre en el Parque Nacional de Doñana, es el ejemplar más longevo que ha prosperado a partir de un programa de cría en cautividad. A ella se le deben más de 900 descendientes en toda España. Por su parte, Saliega, fue una hembra de lince ibérico nacida en libertad en Sierra Morena en el año 2002

Sotillo, otro de los machos que ha recibido el nombre de un paraje de Iznalloz, desciende de Beta otro fundador de campos de repoblación y comparte genética también con Saliega.

¿Cómo se eligen los nombres?

Para elegir el nombre de los linces, salvo excepciones, se empieza con la misma inicial por año para poder distinguirlos, hacerles el seguimiento con facilidad y, sobre todo, poder determinar su edad. En 2004, año en el que se empezó con la reintroducción del lince, se utilizó la letra inicial del alfabeto, la A. Los nombres que eligen los técnicos de la Junta suelen ser de plantas, topónimos de la zona a la que van destinados y elementos de la naturaleza, aunque algunos no entran en estos parámetros. Por ejemplo, Saturno y Sotillo nacieron en 2021 y por eso su nombre comienza por 'S', mientras que Terre, cría de Ilexa, ha nacido en este 2022.

La Península Ibérica cuenta con cerca de cuatro centros de cría en cautividad. 'La Olivilla', que pertenece a la Junta, Acebuches, que depende del ministerio, el Zoo de Jérez, que solo cuenta con varios ejemplares, y un centro que se encuentra en Portugal.

Pérez explica que para criar al lince se delimitan espacios de 1.600 cuadrados «como poco» para garantizar un correcto desarrollo. Andalucía cuenta con 522 ejemplares, de los que 52 se encuentran en cautividad.