Una usuaria de las instalaciones que dependen de Diputación en Armilla saluda a distancia a su hermana, ataviada con un EPI, este jueves, en los exteriores del centro. Ramón L. Pérez

Las residencias refuerzan las medidas de seguridad para proteger a los mayores

Se extreman los controles al personal y se toman medidas para los visitantes ante la entrada de nuevo del virus en los centros

Yenalia Huertas

Granada

Domingo, 8 de agosto 2021, 00:10

Cuando parecía que se había recuperado la calma en las residencias de mayores de Granada, la bombilla roja de la covid-19 se ha encendido ... de nuevo. Lo ha hecho coincidiendo en el tiempo con la entrada en vigor de las nuevas medidas impulsadas por la Junta para reforzar la prevención.

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Los más de 90 contagios de trabajadores y residentes de doce centros contabilizados en estos últimos días, y los tres brotes de entidad registrados en tres de estos recursos de la provincia vienen a justificar esas nuevas directrices que habrán de seguirse escrupulosamente en todos los centros residenciales de Andalucía.

Exigiendo cribados semanales a los empleados e instaurando la mascarilla obligatoria en los interiores de los recintos, la Junta persigue que los niveles de infección vuelvan a ser 'cero' en estos lugares, para que nuestros mayores sientan otra vez una seguridad plena en sus espacios.

Las residencias no han bajado la guardia en ningún momento, pero la relajación generalizada que ha supuesto la vacunación masiva se ha empezado a notar. El virus, claro está, llega de fuera a estos centros y por eso se hacía necesario extremar las medidas, afinar el control.

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En la residencia La Milagrosa de Armilla se le facilitan bata, gorro y patucos a todo visitante. Ramón L. Pérez

Basta con asomarse a uno de estos centros para comprobar el cuidado que, en general, se está teniendo. Medición de temperatura a todo el que entra. Visitas con cita previa, duración limitada y suficientemente distanciadas entre sí. Declaración firmada de no estar infectado ni de haber tenido contacto estrecho con ningún positivo. Habilitación de salas específicas para los encuentros. PCR periódicas a trabajadores y a residentes, y obligatorias a su regreso en caso de que los empleados se vayan de permiso. Y batas, mascarillas y patucos obligatorios para todo el familiar que cruce la puerta de acceso.

Ese esfuerzo de prevención, de hecho, se venía reflejando en las estadísticas que realiza la Consejería de Salud y Familias sobre la situación de las residencias de ancianos en Granada, que arrojaban, a 5 de agosto, un solo contagio de un usuario en las dos últimas semanas. Ese informe emitido por el departamento que encabeza Jesús Aguirre, hasta la referida fecha, arrojaba que el total de residentes positivos confirmados en la provincia desde que se inició la pandemia era de 1.861. Asimismo, figuraban 1.456 curados y, por desgracia, 381 fallecidos. La cifra de contagios, previsiblemente, habrá crecido cuando se actualice.

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Ellos, los ancianos que residen en estos lugares, fueron los primeros en ser vacunados al ser la población más vulnerable por edad y patologías. También su personal. Pero, como se está comprobando, la vacunación no ha puesto fin al temido SARS-CoV-2. Recibir la doble pauta no impide un eventual contagio por coronavirus, aunque tener anticuerpos aminore la gravedad de los síntomas de la enfermedad (febrícula, tos, dolor de cabeza, problemas respiratorios, pérdida del gusto y del olfato...).

Nuevas directrices

Por eso, y ante los casos que sí se están registrando actualmente en las plantillas de trabajadores de estos centros, la Junta ha decidido modificar su última orden, que era del 14 de julio. Lo acordó el pasado lunes, después de reunirse una vez más el comité de expertos (el Consejo de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto). Tras el nuevo cónclave anticovid, se anunciaron medidas más estrictas para atajar los contagios en esta quinta ola de la pandemia, en la que planea la sombra de la variante delta.

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Las nuevas medidas fueron publicadas este 4 de agosto en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) y exactamente consistirán en la realización de pruebas PDIA (Prueba Diagnóstica de Infección Activa) semanalmente a todos aquellos trabajadores sociosanitarios y sanitarios que no estén vacunados frente a la covid-19 o tengan solo una dosis. Y es que, según las fuentes consultadas, que hay personas que por sus dolencias o haber contraído la enfermedad no han podido ser inoculadas cuando les correspondía.

Aparte, en los centros donde se registre al menos un caso confirmado, como se ha dicho, se establecerá de forma obligatoria el uso del cubreboca en los usuarios en todos los espacios cerrados. Hasta ahora era obligatorio en los trabajadores.

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El anuncio de la Junta tuvo efecto inmdiato en algunos centros, como en la Residencia Trinidad Montes Orientales de Iznalloz

El anuncio de la Junta de Andalucía tuvo efecto inmediato en algunos centros, como en la Residencia Trinidad Montes Orientales de Iznalloz, donde su directora, Cristina Navarrete, va a implantar la obligatoriedad de llevar mascarilla para todas las personas que se hallen en el interior de sus instalaciones cuando se produzcan visitas, con independencia de que haya o no un contagio. Hasta ahora, solo era exigido a los empleados y no todos los residentes hacían uso del tapabocas cuando recibían visita, pero se va a extremar el cuidado para prevenir. «Para las visitas no era necesario que los usuarios se pusieran mascarilla, pero, como directora de esta residencia privada, voy a disponer su uso».

«Desde que empezó la vacunación, se han realizado todas las gestiones para que a este centro no entrara ningún residente ni trabajador sin vacuna», afirmó a IDEAL Navarrete, al tiempo que precisó que cuenta con unos 50 empleados y todos han sido ya inoculados. Residentes, son unos 85.

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Anticuerpos

Navarrete detalló que el control que ha tenido de su plantilla ha pasado por solicitar al trabajador que iba a incorporarse una serología en su centro de salud para ver cuántos anticuerpos tenía, para, en caso de presentar pocos, aplazar su entrada «unos días». En el caso de los usuarios, una vez vacunados, se ha igualmente controlado su nivel de anticuerpos y, si era bajo, se les ha mantenido en su habitación hasta que el médico de la residencia les volvía a repetir la serología.

En este centro del municipio acatucitano, velan por el cumplimiento riguroso de las medidas anticovid. Los usuarios tienen sus espacios muy bien asignados y delimitados, y, a fecha 4 de agosto, no había ningún residente contagiado.

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Aparte, a los trabajadores les hacen PCR a su vuelta de vacaciones y no test de antígenos. «Son medidas exclusivas que se han articulado aquí», resaltó la responsable, que aplaude que se refuerce la prevención en beneficio de los mayores y de todos. «Soy partidaria de todas las medidas preventivas, pero de una manera paulatina», añadió.

Otro de los recintos donde, a 5 de agosto, carecían de positivos es el Centro Residencial para Mayores Reifs Maracena. «No tenemos ningún caso de residente ni de trabajador contagiado», señaló a IDEAL su directora, Samia Molero, que confirmó que en sus instalaciones se ha seguido el protocolo de prevención articulado por la Junta, «y con cada nuevo BOJA, –agregó– hemos ido adaptando el protocolo según las indicaciones».

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Todos los trabajadores serán sometidos a partir de ahora de forma regular a pruebas diagnósticas obligatoriamente Ramón L. Pérez

Cribados

En cuanto al cribado que se habrá de practicar a los trabajadores de las residencias a partir de ahora, en virtud d elo recogido en un BOJA extraordinario publicado este miércoles, se distingue entre quienes tienen la pauta completa y quienes no. Así, por un lado, al personal con pauta de vacunación completa se le realizará PDIA semanal «a un tercio de todos los trabajadores» de tal forma que cada 21 días se haya realizado el cribado completo a toda la plantilla. En el caso del personal no vacunado o con pauta de vacunación incompleta, se realizará PDIA semanal «a todos los trabajadores».

Contagios detectados en la Costa el Cinturón

Arsenio Robles, agente electoral de CC OO y asesor en el sector de la dependencia, tenía constancia al arrancar agosto de los primeros casos de contagios: dos en el Cinturón y uno en la Costa. Según el sindicalista, que destacó a IDEAL que el cien por cien de los trabajadores de los centros privados está vacunado, las infectadas eran en concreto dos trabajadoras de ayuda a domicilio y una empleada de una residencia ya vacunadas. Las tres estaban de baja y cumpliendo la cuarentena. Después se han sucedido nuevos casos, de ahí a que aplauda las nuevas medidas establecidas por la Junta. Las considera acordes a la evolución que está teniendo la enfermedad. «Otra vez estamos con miles de contagios, aunque sean personas vacunadas y con síntomas menores. No se puede dejar que entren los familiares a raudales en las residencias ni en los centros de día. No se sabe quién es portador o no. A mí me parece muy correcto que se acuerden esas medidas. Es más, creo que se tenían que haber instaurado antes», señala Robles, que cree que ha habido relajación en todos los ámbitos. «Hay que blindar las residencias y a los más débiles», se despide.

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