Bomberos en una de las viviendas quemadas en Pinos Puente. Ariel C. Rojas

Queman seis viviendas en Pinos Puente relacionadas con el homicidio de un joven

Entre ellas se encuentra el domicilio en el que habrían tenido lugar los disparos que le costaron la vida al muchacho de 20 años

Lunes, 11 de agosto 2025, 10:57

En Pinos Puente los vecinos dormían cómo podían, en medio de un calor sofocante de agosto, cuando echaron a arder varias casas ubicadas en dos ... zonas distintas. No era casualidad. Sus moradores -que no se encontraban allí- son familiares del presunto autor de la muerte de un joven de 20 años el pasado sábado. Alguien había prendido fuego poco después de las cuatro de la madrugada. Las llamas con olor a venganza perturbaron al municipio en la madrugada del lunes y dejaron una pregunta en el aire entre los vecinos: ¿Se quedará así o irá a más?

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Seis viviendas salieron ardiendo en el pueblo en la madrugada de este lunes, todas ellas relacionadas con el grupo que habría acabado con la vida del joven. La Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que los fuegos, intencionados, están relacionados con el homicidio del pasado sábado, por el cual fue detenido un hombre de 31 años. Según ha podido saber este periódico, entre las viviendas incendiadas se encuentra el domicilio en el que habrían tenido lugar los disparos que le costaron la vida al joven de 20 años. Esa casa fue una de las que ha sido pasto de las llamas. Aún no hay detenidos por estos fuegos, que no causaron daños personales.

Después de una madrugada de intenso trabajo, en la mañana del lunes los Bomberos de Parque Norte de Granada seguían trabajando en el entorno de las viviendas siniestradas, junto a agentes de la Policía Local de Pinos Puente y de la Guardia Civil, que han reforzado su presencia en el municipio. Por otro lado, está previsto que el detenido pase a disposición judicial este martes, según explican fuentes cercanas al caso.

Miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Guardia Civil de Granada y agentes destinados en otros cuarteles se desplazaron hasta el pueblo para extremar la vigilancia. Hoy se entremezclaban con otros de Policía Judicial, centrados en la investigación, o del Servicio de desactivación de Explosivos y defensa nuclear, radiológica, biológica y química (NRBQ), que garantizaron la seguridad del lugar. La recogida de pruebas en los domicilios perjudicados permitirá determinar el origen del fuego. Tras los testimonios recogidos a vecinos, hay sospechas de que usaran gasolina y un mechero, dado que algunos hablan de una enorme llamarada repentina.

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Revisión de las casas

Bomberos de Granada colocaron ventiladores en el interior para ventilar las viviendas antes de marcharse. Eran en torno a las 10:30 horas y en la calle se agrupaban efectivos de varios cuerpos. Una de las prioridades era verificar que las estructuras no presentaban daños. Los restos del fuego eran evidentes. El color negro rodeaba las ventanas, señal inequívoca de que la salida de las llamas, y olía a quemado. Escombros y maceteros rotos se amontonaban en el suelo. En la parte izquierda de la calle, de por sí estrecha, había una piscina de plástico rosa sobre la que caía un toldo. Las tardes de verano de aquellas familias en su calle de siempre llegaron a su fin, al menos por ahora.

«Caballero, ¿esta es su casa?», preguntó esta mañana un agente de la Benemérita a un vecino, que respondió que acababa de llegar. Dijo que vio una llamarada repentina y salió corriendo con su familia porque se estaban «asfixiando», pero no vio nada más. «Esto ha sido una muerte sin sentido, fue una imprudencia de Rafa (el fallecido), una chiquillada lo de ir a robar droga», argumenta otro vecino. El tiroteo se produjo presuntamente por un vuelco (robo) de marihuana de una familia -la de la víctima- a la otra.

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A un kilómetro de allí, por la calle Visillo de Santa Eugenia, fueron quemadas más viviendas, una de ellas, donde se produjeron los disparos. Cinco agujeros en la pared, marcados por números, indican dónde impactaron las balas. Un vecino observaba los disparos y la vivienda quemada. «Estábamos acostados, no nos enteramos de nada. Cuando nos levantamos ya había pasado todo. Qué susto más grande tenemos estos días en el cuerpo», contó el hombre. Asegura que no conoce a las familias y teme que su vivienda o vehículo puedan sufrir represalias sin tener su familia «nada que ver». Mientras, el pueblo espera recuperar pronto la normalidad, y más teniendo en cuenta que el próximo sábado empieza su feria de agosto.

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