Kamikaze en Granada

Los policías sevillanos que salvaron la vida de la familia herida en el accidente de la A-92

En el interior del coche accidentado viajaba una familia de cuatro miembros, los padres y sus dos hijos, de siete años y 20 meses. Todos ellos resultaron heridos graves. Al ver los hechos, los dos policías sevillanos y sus familias no dudaron en actuar. Se bajaron de sus caravanas y se desplegaron como si estuvieran de servicio. La mujer de Juan Carlos, Jessica, es, además, médico, por lo que fue la primera en prestar auxilio a las víctimas y hacer la «primera valoración» mientras los agentes sacaron del coche a los dos niños y los llevaron con la mujer de Jesús y los otros cinco niños que viajaban con las dos familias sevillanas.

Lo hicieron ante el temor de que se pudiera producir algún incendio, ya que «había mucho humo y gasolina» por todas partes. El conductor del coche en el que viajaba la familia accidentada, el padre de familia, pudo salir por su propio pie. No así la mujer, «que no respondía».

Los dos policías de Alcalá de Guadaíra, con la colaboración de más testigos que colaboraron en la causa, se pusieron a controlar el tráfico para «evitar que ocurriera otro accidente, ya que estaba todo muy oscuro», a la espera de que llegara la Guardia Civil. «No tardaron más de 10 minutos» en llegar los agentes de la Benemérita, pero «en esos momentos el tiempo se hace eterno», admite Jesús Castillo.

Cuando llegó la Guardia Civil «nos identificamos como policías locales y les informamos de todo lo sucedido». Los servicios de emergencias también llegaron rápidamente a la zona y se hicieron cargo de los heridos, que fueron trasladados al Hospital Clínico San Cecilio y al Hospital de Neurotraumatología de Granada.

Los policías sevillanos restan importancia a su heroica acción. «Cada uno hizo lo que tenía que hacer», en referencia a los agentes y a la médico mujer de uno de ellas. Reconocen que de servicio «hemos visto muchas cosas», pero «cuando uno está de fuera de servicio bajas un poco la guardia y no esperas encontrarte con una situación así». Actuaron tan rápido como si llevaran el uniforme puesto. Su rapidez y colaboración pudo salvar la vida de esta familia.

No tienen la certeza de que el kamikaze circulara con las luces apagadas, pues ellos iban a unos 100 metros de distancia por detrás de las víctimas, pero algunos testigos les aseguraron que la furgoneta avanzaba a oscuras. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación.