El Poe: el 'bar guiri' que triunfa en Granada desde hace 20 años con tapas diferentes

Es el caso del Bar Poë, un negocio ubicado en pleno centro de la ciudad, en la calle Verónica de la Magdalena, dirigido por Matthew y Ana Poë desde hace ya 20 años. Un matrimonio que llegó a Granada por casualidad desde Londres y que desde el primer momento en el que pisaron la ciudad quedaron enamorados de ella.

Ana es de Angola pero a los 10 años se marchó a Portugal. Al finalizar sus estudios pasó ocho años en Madrid y después otros ocho en Londres, donde conoció A Matthew. «Teníamos un pub en el centro de la ciudad con bed and breakfast pero era demasiado trabajo, entre 16 y 17 horas al día. Así que decidimos que queríamos irnos de allí y dar un cambio a nuestras vidas», cuenta a IDEAL Matthew.

Inicialmente iban a Cádiz, porque después de pasar ocho años en Inglaterra querían algo de sol, pero hicieron una parada en el camino en Granada. «Y aquí seguimos», apunta con una sonrisa en la boca Ana. «Cuando llegamos nos encantó desde el primer día, es una ciudad pequeña pero compacta, con todo lo que necesitas. Nos enamoramos desde el primer día», reconocen los propietarios del Bar Poë.

Al ser preguntado por cómo es su bar, Matthew explica que es un bar de tapas pero algo diferente a los demás. «Hace 20 años todos los bares ponían más o menos las mismas tapas. Nosotros queríamos dar algo distinto y lo conseguimos gracias a la cocina de Ana». De hecho, según explica, su carta es como un viaje por la vida de su mujer, ya que cuenta con un poco de África, de Portugal, de Londres y de todos los sitios en los que ha estado. Entra las más demandadas están el pollo en salsa de coco, el pincho de cerdo y piña o el bacalao estilo portugués, aunque también cuentan con opciones para vegetarianos como las alubias y verduras en salsa picante.

Sobre si tienen más clientela extranjera o granadina, reconocen que todo depende de la hora del día: «A las 20:00 horas hay más turistas y parece un bar de extranjeros, pero si vienes más tarde solo hay granadinos». Y esa es una de las cosas más bonitas para Ana, ver como todos los clientes conviven y, en muchas ocasiones, acaban hablando entre ellos.

En cuanto a la clave del éxito a lo largo de sus 20 años de trayectoria, Ana no tiene dudas: «El secreto es estar todos los días aquí trabajando, llueva o truene. Dar la cara siempre pase lo que pase». Mientras que Matthew considera que parte importante de todo lo que han conseguido tiene que ver con la pasión que le ponen. «Aunque sea un cliché disfrutamos mucho trabajando y eso se transmite a la gente. Estamos muy contentos», finaliza el hostelero.