«Ya no llego a Barajas, he decidido quedarme en Granada un día más»

Por ahora no hay una hora de salida de este primer convoy, lo que ha provocado que muchos de los viajeros busquen otras alternativas para desplazarse hasta Madrid.

Es el caso de las nueve integrantes del equipo de gimnasia rítmica Ximnasia Oleiros, cuya entrenadora preguntaba infructuosamente por una furgoneta. «Avería en la infraestructura por tiempo indefinido», nos han comentado.

«Muchos han desistido y en los vagones hay gente resignada que ha optado por dormir», decían Iria, Paloma y Elena. «Hemos perdido nuestras conexiones a Galicia», lamentaban. «Una compañera tenía un examen esta tarde», han dicho.

Carlos Núñez es una de las grandes promesas del fútbol granadino. Juega en las categorías inferiores del Atlético de Madrid. «Tenía entrenamiento esta mañana, pero ya he llamado al entrenador para decir que no llego», ha afirmado. «Lo ha entendido».

Marina, psicóloga de Tenerife, ha pasado el fin de semana de Cruces junto a su hermana, que estudia en la Universidad de Granada. Retornaba a Madrid, donde trabaja. «Ya le he comunicado a mi jefa la incidencia», decía mientras sacaba un paquete de patatas de la máquina expendedora. «No lo hago porque tenga hambre, es en previsión de lo que pueda pasar», apunta esbozando una leve sonrisa de resignación.

Paolo, que iba a Madrid y luego tomaba un vuelo hasta Bilbao, optó por desistir y a las 9.30 horas abandonó el andén número 4, donde estaba estacionado el AVE afectado por el incidente de Toledo. «Aunque salga ahora –aseguró– ya no llego a tiempo para ir a Barajas y subirme en el avión, por lo que he decidido quedarme en Granada un día más y volar en el Vueling directo del martes por la tarde». Un minuto después salió el AVE.