Decenas de curiosos se acercan para observar el panorama desolador de toda la vegetación de la ladera completamente chamuscada (en pequeño, las llamas cerca del restaurante Balcón del Genil). Jorge Pastor
Incendio en la Fuente de la Bicha

«Las llamas llegaron a 20 metros del depósito del gas»

El restaurante Balcón del Genil reabrió con normalidad tras una noche de pesadilla en la que las llamas a punto estuvieron de engullir el negocio

Jorge Pastor

Granada

Domingo, 24 de agosto 2025, 12:45

A Josué, uno de los cuatro hermanos Castro Ortega que regentan el restaurante Balcón del Genil, en el municipio de Huétor Vega, aún se le ... entrecorta la voz cuando recuerda los momentos de máxima tensión que vivieron el sábado por la noche por el incendio en la Fuente de la Bicha. «Mi máxima preocupación era que las llamas, que estuvieron a veinte metros, o el calor extremo hicieran explotar el depósito del gas», rememora antes de ponerse a vestir las mesas para el almuerzo del domingo. «Por fortuna la cosa quedó ahí».

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Todo comenzó cuando Margarita, la empleada encargada de controlar las reservas, recibió una llamada de los servicios de emergencias a las nueve de la noche. «Nos dijeron que el fuego estaba bajo y mientras que llegaban fuéramos echando agua con mangueras y cubos en toda la finca», explica Josué. «En pocos minutos ya lo teníamos encima», añade. «Cuando salí a la terraza los cuarenta comensales ya habían sido desalojados y los veinticinco compañeros del Balcón del Genil estábamos dándolo todo», afirma.

Recuerdos

Por momentos se le vino a la mente un siniestro parecido hace veinte años. «No fue tan grave como este, pero no se nos olvida», asegura. Entonces su padre Francisco, toda una leyenda de la hostería en Granada, tuvo la idea de hormigonar el perímetro. Ha sido clave para que la combustión no llegara al interior. Y, tembloroso, enseña en su móvil unos vídeos donde se observa el fuego tocando las cristaleras del establecimiento. «Si revientan arde todo, las mesas, los manteles... no quiero ni imaginarlo», confiesa.

El Infoca, en la zona. J. Pastor

«Quiero expresarle mi total agradecimiento a los Bomberos de Granada, Protección Civil y efectivos del Infoca; son increíbles, les debemos todo», indica con admiración mientras los primeros clientes, los más tempraneros, toman un piscolabis en el porche.

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«Os habéis librado de milagro», le dice una vecina a Antonio, quien responde: «El susto no nos lo quita nadie»

Mientras tanto, fuera, decenas de curiosos se acercan para observar el panorama desolador de toda la vegetación de la ladera completamente chamuscada y las columnas de humo que aún esa hora –sobre la una de la tarde– seguían advirtiendo de que el peligro no había pasado, pese a que el siniestro pasó al estadio de controlado sobre las tres de la madrugada. «Os habéis librado de milagro», le comenta una vecina a Antonio, uno de los camareros. «El susto no nos lo quita nadie», le responde este mientras barre la puerta del Balcón del Genil.

Josué tiene 45 años y lleva toda su vida trabajando en el Balcón del Genil. Jorge Pastor

El aparcamiento, donde hay varios todoterrenos de los agentes forestales y de la Policía Nacional, se va poblando poco a poco. Unos metros más arriba, una autobomba del Infoca y su dotación de personal siguen de guardia.

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Josué tiene 45 años y lleva toda su vida trabajando en el Balcón del Genil. «Hasta de niño estaba aquí fregando o quitando papeles», relata esgrimiendo una leve sonrisa. «Ahora no puedo más que llorar porque ha ardido todo», manifiesta. «Solo le pido a los políticos que se preocupen de que el campo esté limpio».

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