El periplo del rumano que sobrevivía en la Alpujarra con las tarjetas de crédito de su amigo fallecido
Heredó una fortuna de un hombre al que conoció cuando ejercía la prostitución, pero no podía cobrar la herencia, al estar en busca y captura
Llevaba unos meses viviendo en Mecina Bombarón, una pequeña y tranquila localidad de la Alpujarra granadina. Era, como se dice, un tío normal. Lo que ... sí comentaban los vecinos era que no trabajaba. Se preguntaban de qué vivía, a qué se dedicaba. Por lo demás, no podían sospechar que aquel hombre de Rumanía estaba reclamado internacionalmente desde hacía ocho años. Lo que hizo después de huir de su país natal hasta ser detenido por la Guardia Civil la semana pasada en Mecina Bombarón podría ser perfectamente la trama de una película.
Publicidad
Noticia relacionada
«Comentábamos entre nosotros: ¿no se dedica a nada?¿No trabaja?»
Segun fuentes a las que ha tenido acceso IDEAL, el susodicho, de treinta años, estaba en busca y captura en Rumanía, donde fue condenado a tres años de cárcel por un robo con violencia. Antes de ingresar en prisión huyó a España. Y se refugió en Madrid.
Según las mismas fuentes, supuestamente comenzó hace unos años a ejercer la prostitución en Madrid para buscarse la vida. Mientras trabajaba conoció a un cliente, natural de Almería, con el que comenzó a intimar. Al parecer, llegaron a tener una relación de amistad íntima y esta persona, un hombre muy adinerado, supuestamente le mantenía económicamente. Al tiempo enfermó de cáncer y murió.
Aquí vuelve a entrar en juego el ciudadano rumano. Según ha podido saber este periódico, al ser el único amigo que tenía el fallecido, decidió dejarle a él su herencia. Se trataba de una fortuna, no solo por la gran cantidad de dinero que guardaba en el banco. El lote incluía un famoso edificio situado en Almería y unos apartamentos ubicados en Mecina Bombarón. Precisamente allí se alojó el fugitivo, en esta localidad perteneciente al municipio de Alpujarra de la Sierra, en la provincia de Granada.
Publicidad
El hombre habría estado viviendo allí durante varios meses. No podía cobrar la herencia que le había dejado su amigo, puesto que en cuanto ofreciera su documentación saltaría la alarma internacional y sería detenido. Por lo tanto, sobrevivía utilizando las tarjetas de crédito del fallecido, puesto que nadie había dado de baja sus cuentas bancarias.
Vivía tranquilamente en Mecina Bombarón, hasta que fue detenido por la Guardia Civil de Bérchules durante un control rutinario. Los agentes le pidieron que se identificara y comprobaron que estaba siendo reclamado por la justicia europea. En el momento de la detención llevaba encima las tarjetas de crédito de su amigo fallecido.
Publicidad
«Hacía su vida y no se metía con nadie»
Mecina Bombarón es, junto con Yegen, El Golco y la cortijada de Montenegro, uno de los cuatro núcleos de población que conforman Alpujarra de la Sierra. IDEAL se ha puesto en contacto con vecinos de este enclave en relación a esta reciente detención. Los que lo conocen lo describen como una persona «normal» que «hacía su vida y no se metía con nadie». Llevaba unos dos o tres meses viviendo allí y no estaba empadronado en la localidad, según ha podido confirmar este periódico.
Vivía cerca del ayuntamiento, en unos apartamentos que al parecer eran propiedad de su amigo fallecido. «¿Tú sabes quién es? Uno alto y delgado», le comenta un vecino a otro. Algunos coincidían con él en el bar, mientras echaba una cerveza. Contaba abiertamente que había nacido en Rumanía y que vivía a caballo entre Granada y Madrid, donde tenía una vivienda. Y habla perfectamente castellano. La mayoría lo conoce por su mote, no por su nombre real. Sin embargo, en buena parte de negocios de la zona no saben quién es, ni tienen constancia de la noticia del arresto.
Publicidad
A simple vista era un vecino más que fue bienvenido en el pueblo, como todo aquel que quiera vivir en él. Pero había algo que les llamaba la atención: su desconocida ocupación profesional. «Comentábamos entre nosotros: ¿no se dedica a nada, no trabaja? Y también pensábamos que podía tener un poder económico importante y por eso no le hacía falta», cuenta un viandante. Jamás sospecharon de que la justicia internacional reclamaba a aquel hombre que, aparentemente, no se metía con nadie.
La Guardia Civil detiene en enero a cuarenta personas en requisitoria en Granada
Durante el pasado mes de enero, la Guardia Civil detuvo a cuarenta personas en la provincia de Granada sobre las que había dictada una orden judicial de búsqueda, localización y detención para presentarlos ante la autoridad que los reclamaba, o para que ingresaran en prisión a cumplir condena.
Las detenciones se realizaron en las localidades de Albuñol, Alhama de Granada, Alhendín, Almuñécar, Armilla (2), Baza, Bérchules, Las Gabias (2), Gor, Guadix (5), Gualchos, Huétor Vega, Ítrabo, Iznalloz, Loja (5), Maracena (4), Moraleda de Zafayona, Ogíjares, Órgiva, Pinos Puente (2), Santa Fe, La Taha, Válor, Vegas Del Genil, Vélez De Benaudalla y Zújar.
De las cuarenta personas en requisitoria detenidas, doce estaban reclamadas por la autoridad judicial para que ingresaran directamente en prisión a cumplir condena.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión