Obras en Granada
La Junta arregla los pisos de Norte que se inundan cuando llueve al no tener tejadoReauda los trabajos con una nueva empresa después de rescindir el contrato con la anterior por «mala ejecución»
Varios pisos de la calle Modesto Cendoya, en el distrito Norte, sufren daños cada vez que llueve. El agua se filtra, cae el yeso de ... los techos y se inundan los suelos al no haber un tejado que aísla y protege desde hace meses, denuncian los inquilinos, cuando unas obras de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) quedaron a medias. En consecuencia, las familias han sido reubicadas en un hotel todas esas veces en las que el agua ha calado en sus viviendas. Por suerte para ellos, hace días que no llueve, así que esta semana las obras se han reanudado.
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Los perjudicados forman parte de un grupo de 36 viviendas públicas de la calle Modesto Cendoya, número 1, 3 y 5, explica la Junta, que culpa a la anterior empresa constructora de «mala ejecución» y «abandono de obra». En consecuencia, rescindió el contrato y la ejecución de una cubierta quedó sin terminar. Entre medias, las lluvias caídas durante varios días de estos meses, especialmente el de la última DANA, provocaron que los pisos se dañaran y varias familias fueran reubicadas en un hotel.
La Junta de Andalucía sacó la licitación de las obras de urgencia y se ha adjudicado a la empresa HF Agroforestal 2023. Tienen un importe de licitación de 152.357,85 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución dos meses, así que previsiblemente no estarán listas hasta después de Navidad. Han comenzado esta semana, con varios operarios trabajando a destajo sobre la cubierta para dejarla lista lo más pronto posible.
Las obras quedaron a medias y las viviendas no tenían el tejado terminado, por lo que se inundaban al llover
Mientras se retomaban las obras, para evitar «daños mayores», la Junta contrató a una empresa «para que dispusiera una cubrición temporal» hasta que comenzaran las obras. «Se ha estado en constante comunicación con los inquilinos para transmitirles las gestiones que se están realizando y se han reparado viviendas que habían dejado en situación de inhabitabilidad», apostilla.
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Desesperados
IDEAL visitó en varias ocasiones a estos vecinos, que ya se han acostumbrado a llenar cubos y cubos de agua procedente de las goteras. Algunos se volvieron nómadas que recogían su ropa del piso para llevarla al hotel, mientras que otros preferían quedarse con familiares. Durante el día, la mayoría regresaba a casa para recoger agua. «Si no lo hacemos esto se nos inunda del todo. El agua caía a chorros, no dábamos abasto», lamenta Josefa, una de las vecinas afectadas. Los inquilinos, desesperados, esperan volver a tener un techo que les proteja y pasar una Navidad lo más tranquila posible.
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