Jaque al espartano

El pasado 27 de mayo, Luis Salvador reaccionó a los primeros mensajes del PP que le pedían que dé un paso al lado. «Soy espartano y tengo buen encaje».

De momento, un espartano aguanta más que un tío de los Montes.

Luis Salvador –que se ha autodesignado único portavoz de Ciudadanos para negociar su posible salida– se reunió el martes con el presidente provincial del PP, Francisco Rodríguez. El encuentro venía antecedido de unas duras declaraciones el lunes, donde los populares afearon al alcalde sus «salidas de tono». Ese día, Salvador ni se puso al teléfono. El encuentro duró una hora y Rodríguez le trasladó en persona lo ya sabido. El regidor accedió a matizar su enroque y escribió un tuit en el que se abría a «distintos escenarios». Sin embargo, el miércoles rectificó esta versión y enmarcó el encuentro con el presidente del PP en un café habitual entre dos líderes políticos. Como si hubieran estado hablando de Granada HumanTech.

Salvador es ya consciente de que no es Sebastián Pérez quien le dejará caer, sino el PP. El sentir extendido entre los seis concejales populares es que la situación actual es insostenible y la peor de las posibles. Así se le ha trasladado también tanto a la dirección nacional como a la regional. Los hechos pueden precipitarse a partir de mañana lunes –habrá nueva reunión– y resolverse antes de que el miércoles se elabore el orden del día de la próxima junta de gobierno. Esta semana no ha habido y es difícilmente entendible tras los acontecimientos que el PP comparta con Salvador la próxima sesión. La renuncia –el mayor golpe de efecto que tienen los populares– puede ser cuestión de horas y en ese movimiento entraría también, como mínimo, el propio portavoz de Ciudadanos, Manuel Olivares.

El Ayuntamiento no se quedaría en una situación legalmente ingobernable, pero sí muy poco defendible. El reglamento municipal no obliga a un mínimo de concejales para formar la junta de gobierno local; otra cosa son normas de rango superior. Sí entrañaría un problema la celebración de las comisiones previas al pleno dentro de dos semanas. Además, en función de los concejales que se pasen al grupo de los no adscritos –que va camino de ser uno de los más numerosos–, Ciudadanos también podría perder asignaciones económicas y asesores.

Luis Salvador insiste en mantenerse en la alcaldía y, de momento, cuenta con el respaldo inamovible de la dirección regional y nacional de Ciudadanos. Esta semana ha perdido el apoyo implícito de la dirección regional del PP, tras asumir Elías Bendodo, por primera vez, que es un asunto que se debe resolver en Granada.

Francisco Rodríguez –que sin ser espartano está demostrando temple y paciencia– cuenta con la aprobación de Génova desde hace meses y el camino emprendido no tiene retorno. Otro de los asuntos es la gestión posterior de Sebastián Pérez. Se ha buscado una especie de intermediario que allane el camino, aunque las conversaciones aún están por iniciarse.

Mientras tanto, la estrategia de Luis Salvador pasa por ganar tiempo. Tiene abierta conversaciones con varios frentes. También con el PSOE, para taponar una hipotética moción de censura de Sebastián Pérez con Paco Cuenca, que es la última de las opciones del expresidente popular. Otras fuentes piensan que las negociaciones con los socialistas van un paso más allá. Y que los círculos pueden terminar por ser cuadrados.